España entierra la maldición de la anfitriona: adiós a cien años de lamentos, penas y robos

España ya está en las semifinales de la Eurocopa y lo hizo después de una victoria de mucho mérito ante Alemania (2-1). La Selección dominó el balón cuando tocó, supo sufrir cuando hizo falta y se supo reponer del gol postrero que condenaba el partido a la prórroga. Y, por si fuera poco, supo rematar a la Mannschaft cuando solo quedaban unos segundos para el pitido final, eliminando al combinado local y acabando con una maldición que duraba casi un siglo.

Aunque sea difícil de comprender, hasta la fecha, España nunca había sido capaz de derrotar a la selección anfitriona ni en una Eurocopa ni en un Mundial. Nunca en la historia. Hasta este viernes. El equipo de Luis de la Fuente rompió las estadísticas para meterse en semis acabando con uno de los cocos del torneo. Pero, hasta llegar a este día de gloria, lamentos, penas y robos se han sucedido para aumentar esta maldición del equipo nacional.

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Rubén Rodríguez

Hasta ahora, España se había enfrentado cinco veces al anfitrión de la Eurocopa. Todos con igual resultado. No pasamos del empate a cero en Italia '80 en la fase de grupos, en un partido gris donde tuvo más miedo a perder que intenciones de ganar. A continuación, perdimos 2 a 0 en la final de Francia '84 con aquel histórico fallo de Luis Miguel Arconada que nos dejó con la miel en los labios. Y lo peor todavía estaba por llegar años después.

Primero, un doblete de Rudi Völler nos mandó a casa en la fase de grupos de Alemania '88 tras perder por 2 a 0; unos años después, en Inglaterra 1996, caímos en cuartos después de empatar a cero en los 120 minutos reglamentarios, cayendo una triste tanda de penaltis; y en Portugal '04, cuando una victoria nos metía en las eliminatorias, España era incapaz de pasar la fase de grupos tras el gol de Nuno Gomes, en un partido en el que no tiramos a portería.

Y, por si fuera poco, en los Mundiales no mejora la estadística: en Italia '34, los anfitriones eliminaron a España en cuartos tras un replay más que polémico, marcado por la mano de Mussolini. Tras empatar a uno en un partido que acabó con varios lesionados españoles ante la dureza italiana y ante la falta de prórroga y penaltis, el método de desempate fue jugar otro partido. Giuseppe Meazza nos eliminaba en el segundo encuentro con un solitario gol ante un equipo muy mermado.

Sería en Brasil '50 cuando la canarinha nos aplastaba en la segunda fase de grupos con un demoledor 6 a 1, en el famoso Mundial de Maracanazo. Más recientemente, en 2002, en el mayor escándalo de los Mundiales, la vergüenza de Al Ghandour nos mandó a casa en cuartos tras perder en penaltis ante Corea; y, en Rusia '18, aquel torneo marcado por el cese inesperado de Lopetegui, caímos en penaltis de manera triste en un partido casi no tiramos a portería.

O, dicho de otra manera, las nueve veces que nos habíamos enfrentado al combinado anfitrión, no habíamos conseguido derrotarle. Hasta que este viernes, cuando España logró acabar con una maldición que comenzó en 1934 y que ya es algo del pasado. En un brillante partido, España logró la clasificación a las semifinales de la Eurocopa y se queda a solo dos partidos de convertirse en el país con más títulos continentales de la historia. ¿Lo podrá conseguir?

En semis, España se enfrentará a Francia, en otro partido de altísimo nivel del que saldrá el primer finalista de la Eurocopa, en el que la Selección no podrá contar ni con Carvajal ni con Le Normand. De momento, el equipo nacional ya ha hecho historia y, por primera vez en la historia de los grandes torneos, fue capaz de derrotar al combinado local. A la décima va la vencida. España está a un paso de seguir haciendo historia en el fútbol pero, de momento, ha roto una maldición histórica.