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Países Bajos remonta a Turquía en cinco minutos y acaba con el sueño de Arda Güler (2-1)
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Cae la selección más alocada

Países Bajos remonta a Turquía en cinco minutos y acaba con el sueño de Arda Güler (2-1)

De Virj y Gapko anotaron los goles decisivos para el equipo de Ronald Koeman, que ahora competirá contra Inglaterra por un hueco en la gran final de la Eurocopa de Alemania

Foto: Los turcos terminaron llorando sobre el terreno de juego. (Reuters/Thilo Schmuelgen)
Los turcos terminaron llorando sobre el terreno de juego. (Reuters/Thilo Schmuelgen)

La eliminatoria de cuartos de final que, a la postre, tenía menos nombre, se convirtió en la más entretenida de las cuatro, y en la única que no llegó a la prórroga tras la disputa de los noventa minutos, aunque no faltó mucho para esto. Países Bajos salió vencedora tras remontar a Turquía y ganar 2-1, con tantos de De Vrij y Gakpo. No fue, sin embargo, un partido brillante de los de Koeman, que se enfrentarán el próximo miércoles, a las 21:00 horas, a Inglaterra, con el propósito de obtener el billete para la final de Berlín.

Ni un minuto tardó Países Bajos en internarse en el área turca, aunque el lanzamiento final de Memphis Depay se marchó a las nubes, al Cielo sobre Berlín, citando el título de la más extraordinaria película del director alemán Wim Wenders. Este exitoso filme cosechó infinitos premios en 1988, el año, justamente, en que Países Bajos tocó la gloria continental por primera y única vez en su historia.

Los neerlandeses aspiran a ganar la Eurocopa por segunda vez, más de tres décadas después de derrotar en la final a un país que ya no existe, la Unión Soviética, a la que venció por 2-0 en Múnich, en aquel torneo que tuvo como anfitrión a otro país que tampoco existe, la República Federal Alemana. Aquel día de junio de 1988, Van Basten marcó un gol realmente increíble –citando, ahora, a Los Planetas– con una volea que está en el recuerdo de todos los aficionados a este deporte.

Turquía asestó el primer golpe

La rápida incursión en el área del cuadro de Ronald Koeman no se tradujo en más ocasiones. Lo cierto es que el ritmo de la primera parte, aunque controlado por los centroeuropeos, fue tedioso y timorato, en la tónica de los restantes partidos de cuartos de final. Tampoco hubo muchas noticias de la selección dirigida por Vincenzo Montella en la primera media hora del partido. Si bien, en los últimos compases de la primera mitad pareció dar un paso adelante, espoleados por el buen hacer del ariete Baris, un batallador infatigable, que hubiera hecho las delicias del sultán Murad I, pese a que le tocó bailar en el partido con el más feo, Virgil Van Dijk.

También Arda Güler y Hakan Çalhanoğlu empezaron a tratar la pelota con mimo, y se repitieron los corners contra la meta defendida por el neerlandés Bart Verbruggen. Fue, justamente, tras botarse un saque de esquina cuando los turcos consiguieron abrir la lata en el minuto 38. La prometedora joya del Real Madrid puso un balón precioso con la diestra, su teórica pierna "mala" –un calificativo que, como ha demostrado, carece de sentido en su caso– y el defensor Samet Akaydin lo introdujo con la testa en la portería. Un buen tanto, con el que los turcos hacían justicia al inequívoco paso adelante que dieron en el encuentro.

Países Bajos se mostró inane en la primera contienda. Las dudas por el juego del equipo, que parecieron disiparse, al menos parcialmente, tras el rotundo triunfo ante Rumanía en octavos de final, volvieron a hacer acto de presencia con toda su crudeza y peso, como el espectro de Banquo en la shakesperiana Macbeth. Mejor imagen dejaron los turcos, que se lo creyeron conforme avanzaron los minutos, y cuya valentía tuvo como recompensa irse al descanso en ventaja. El tanto de Akaydin es el único que se ha marcado en la primera mitad en los cuatro encuentros pertenecientes a esta ronda eliminatoria.

Un revulsivo llamado Weghorst

Introdujo el antiguo entrenador del FC Barcelona un cambio para voltear el electrónico tras el paso por los vestuarios. Wout Weghorst salió con la misión de dinamitar el encuentro, como ya hiciera en la misma ronda del pasado Mundial de Qatar, cuando dos tantos suyos empataron el partido contra la Argentina de Lionel Messi y mandaron el choque a una inolvidable prórroga. El astro argentino acabó el partido con esa famosa frase que ya forma parte de la biblia del fútbol contemporáneo: "Vete para allá, bobo", la cual dedicó, precisamente, al bigoleador neerlandés.

Aquel día de diciembre de 2022, Weghorst salió desde el banquillo, al igual que ante los turcos en la noche berlinesa, y solo necesitó cinco minutos para generar peligro con un cabezazo que se marchó fuera por poco. Fueron, no obstante, los turcos los que tuvieron una ocasión clarísima para ampliar la diferencia en el minuto 55. Güler, ahora con la izquierda, mandó un lanzamiento de falta directo a la cepa del poste, con una pelota lanzada con rosca que fue ligeramente punteada por Verbruggen. Un bellísimo lanzamiento, una sensacional atajada y un serio aviso para la selección oranje. Tuvieron, incluso, alguna ocasión más los euroasiáticos para sentenciar la eliminatoria, pero acabaron perdonando. Y no matar al rival es algo que en este tipo de encuentros se suele pagar muy caro.

placeholder El turco, durante el partido. (Reuters/Annegret Hilse)
El turco, durante el partido. (Reuters/Annegret Hilse)

Una rápida remontada

Todo cambió a veinte minutos del final. Países Bajos consiguió igualar el encuentro tras un magnífico centro de Depay al área contraria que permitió a Stefan de Vrij anotar de cabeza el 1-1. Fue una acción muy mal defendida por los pupilos de Montella, ya que el central neerlandés se encontraba sin marca. Segundo gol del encuentro, y segundo gol de un defensa. Aquellos con mejor memoria entre los aficionados de "La Roja" recordarán el nombre del jugador de Países Bajos, ya que hace diez años, en el infausto 1-5 que la selección de Van Gaal endosó a la de Del Bosque en el Mundial de Brasil 2014, fue uno de los goleadores.

Concretamente, De Vrij hizo el 1-3. Cómo olvidar aquella noche aciaga, una de las peores en la carrera de Íker Casillas. Aquella goleada fue una pequeña venganza contra España y el propio guardameta, ya que cuatro años antes, en Johannesburgo, un pie sacado por el mostoleño ante el disparo de Arjen Robben dio el inolvidable triunfo a los españoles. Los neerlandeses olieron sangre, y no tardaron ni cinco minutos en volver a hincarle el diente a los inoperantes turcos, que yacían noqueados en la lona.

placeholder El neerlandés volvió a marcar la diferencia. (Reuters/Annegret Hilse)
El neerlandés volvió a marcar la diferencia. (Reuters/Annegret Hilse)

Fue Cody Gakpo quien anotó el 2-1, tras otro buen centro desde la banda, en esta ocasión enviado por Denzel Dumfries. Turquía se deshilachó como un ovillo en mano de felino en un periodo de tiempo escaso; algo inesperado tras el buen partido que había cuajado hasta entonces. No le quedó otra a la escuadra turca que lanzarse con el cuchillo entre los dientes para intentar empatar el encuentro. Semih Kilicsoy, que se acababa de incorporar al césped, tuvo el empate en el 91, pero Verbruggen sacó una mano milagrosa.

Fue la más clara de las que acumuló la selección de Montella en la recta final, que no pudo finalmente llevar el partido al tiempo extra. El sueño de las semifinales se esfumó así para Turquía, que se marcha de vuelta a Estambul con la sensación de haber cuajado una buena actuación en el cómputo global del torneo. Países Bajos, por su parte, vuelve a las semifinales de un gran campeonato con raigambre internacional, algo que no conseguía desde hace una década, cuando cosecharon el tercer puesto en la cita mundialista de Brasil. Para volver a levantar el torneo, como en aquel inolvidable estío de 1988, ya solo quedan dos obstáculos. El primero de ellos será Inglaterra. El segundo, si vencen a los de Southgate, podría ser la selección de De la Fuente.

La eliminatoria de cuartos de final que, a la postre, tenía menos nombre, se convirtió en la más entretenida de las cuatro, y en la única que no llegó a la prórroga tras la disputa de los noventa minutos, aunque no faltó mucho para esto. Países Bajos salió vencedora tras remontar a Turquía y ganar 2-1, con tantos de De Vrij y Gakpo. No fue, sin embargo, un partido brillante de los de Koeman, que se enfrentarán el próximo miércoles, a las 21:00 horas, a Inglaterra, con el propósito de obtener el billete para la final de Berlín.

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