"Tarjeta amarilla y ya está": Morata está listo para la final pese a la entrada del 'steward'

La Selección española ya se encuentra de vuelta hacia su hotel de concentración en la Selva Negra, al sur de Alemania. La expedición española pasó la noche en Múnich tras su partido de semifinales para poner rumbo a su cuartel en la mañana de este miércoles. A la salida de los jugadores, Álvaro Morata tranquilizó a la afición sobre su estado físico tras el susto en la celebración de la victoria. El delantero se encuentra bien e, incluso, bromeó: "Tarjeta amarilla y ya está".

El árbitro del encuentro, Slavko Vincic, acababa de pitar el final de las semifinales y la euforia se hizo notar en el equipo de De la Fuente. Tanto jugadores como miembros del staff técnico celebraban en el terreno de juego el pase a la final de la Eurocopa tras eliminar a la todopoderosa Francia. Y es ahí donde se produjo el susto de la noche: un miembro de seguridad se escurría al intentar parar a un espontáneo y golpeaba fuertemente a Morata.

Fundamental para Luis de la Fuente

Al instante, el delantero se llevó la mano a su rodilla derecha con claros gestos de dolor. Se retiró a los vestuarios con una ostensible cojera y con preocupación. Las primeras exploraciones de los médicos hacían pensar que no se trataba de nada grave, solo un golpe. "Creemos que no es nada, vamos a esperar. Tenía un golpe que le dolía, pero parece que no va a ser nada", decía el seleccionador en rueda de prensa.

Salvo en el intrascendente encuentro ante Albania en fase de grupos, Morata ha sido titular en todos los partidos de esta Eurocopa. Es una pieza clave en el equipo de De la Fuente y su confianza es plena. Pese a llevar un solo gol en el campeonato (ante Croacia), es la referencia de la Selección y su juego de espaldas es fundamental para el juego. En la final del domingo será de la partida y luchará por alzar el trofeo.

Llega el momento de la verdad

La Selección tendrá este domingo la oportunidad de levantar la cuarta Eurocopa de su historia, lo que la convertiría en el equipo nacional con más títulos del viejo continente de todos los tiempos. La misión no será sencilla, pero el equipo de De la Fuente está demostrando ser el que mejor fútbol hace del torneo: alegre, al ataque, con dos extremos incisivos y con mucho gol, España es el rival a batir en la Eurocopa.

Tras conseguir el primer título tras derrotar a la URSS en 1964 (2-1), el primer duro golpe llegó en 1984, cuando perdió la final ante Francia con el famoso fallo de Arconada (2-0). A partir de ahí, llegó la época dorada de la Selección, con dos títulos seguidos en 2008 y 2012. Ahora, doce años después del último título, España se ha metido de nuevo en una final de la Eurocopa en busca del cuarto título de su palmarés. No será fácil, pero España tiene mimbres para hacer historia en Alemania.