Los "puta España" se apagan en Cataluña: apoyo masivo y pantallas gigantes para la final

La Selección Española ha vuelto a enganchar a todo el país con un fútbol eléctrico, desequilibrante y atractivo para salvar una Eurocopa de equipos rácanos y especulativos. El conjunto de Luis de la Fuente remontó a Francia en cuatro minutos mágicos que transformaron por completo la semifinal (2-1) y volvieron a demostrar por qué España es el equipo más divertido de todo el torneo.

Las audiencias del partido reventaron los récords de la Eurocopa hasta ahora... y Cataluña no fue una excepción. Un total de 11.568.000 espectadores, y de 13.945.000 espectadores en el minuto de oro, siguieron el encuentro de semifinales de la Eurocopa en RTVE, que logró una cuota de pantalla del 71,7%, según publicó Barlovento.

En Cataluña los números siguieron a la zaga con 1,7 millones de espectadores y un 67% de cuota en pantalla, y hasta un 76,2% y 1.992.000 espectadores en el momento más visto del choque. Los números arrojan el gran seguimiento que vuelve a tener el conjunto nacional en Cataluña, donde la Selección Española ya jugó un partido amistoso en 2022 tras 18 años sin pisar territorio catalán.

El gran fútbol del combinado nacional ha provocado que los bares catalanes se vuelvan a llenar, las banderas asomen en los balcones, los goles se escuchen por toda la calle acompañados de pirotecnia y las pantallas gigantes estén presentes en las plazas de pueblos y ciudades. Son imágenes que no se veían desde la época dorada de la Selección Española, cuando el Barça conformaba el esqueleto competitivo de la Roja. Por entonces, el club culé era el equipo con más representantes y el independentismo no había llegado a su punto álgido.

El Ayuntamiento de Barcelona accede a las peticiones

Aunque ahora solo hay cuatro futbolistas del Barça en la absoluta (Lamine Yamal, Pedri, Ferran Torres y Fermín López), también hay otros futuribles del club azulgrana como Mikel Merino, Martín Zubimendi y Nico Williams y jugadores catalanes como Dani Olmo, David Raya y Marc Cucurella. Las imágenes contrastan con el flojo seguimiento a la Selección Catalana del pasado mes de mayo. Los catalanes empataron contra Jamaica en un choque amistoso donde acudieron menos de 6.000 personas en la Nova Creu Alta de Sabadell, un estadio con capacidad para casi 12.000 personas.

De hecho, el apoyo masivo ha provocado que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunciase este martes que el Ayuntamiento de Barcelona instalará una pantalla gigante en Plaça Catalunya para poder seguir la gran final de la Eurocopa de Alemania. Otras ciudades del área metropolitana como Badalona, Castelldefels, Gavà, Terrassa y Santa Coloma ya lo habían hecho, no así Barcelona, donde la plataforma Barcelona con la Selección llevaba meses demandando una pantalla gigante al Ayuntamiento. El gobierno contestó que solo lo haría si España alcanzaba la gran final.

Esa misma plataforma ya tuvo choques con el consistorio en 2016, cuando el Ayuntamiento les negó el permiso para instalar una pantalla gigante alegando que podría causar molestias a los vecinos. Finalmente, la asociación usó un camión de pantalla y emitió el partido, pero el gobierno de Ada Colau les multó con 3.300 euros por no tener licencia para ocupar el espacio público. Esta vez, Girona será la única de las cuatro capitales catalanas donde no habrá pantalla gigante; justo donde manda un grupo independentista.

"Es un ejemplo más de la estrategia del consistorio por hacer de Barcelona una ciudad referente en el deporte a escala internacional y para dar visibilidad a las grandes competiciones deportivas", reza el Ayuntamiento de Barcelona en el comunicado. Collboni, del PSC, también señaló que "Barcelona refuerza su apuesta por hacer de los eventos deportivos una fiesta abierta a toda la ciudadanía para que los aficionados disfruten del partido con la instalación de esta pantalla y, sobre todo, con una victoria de la Selección Española en la final de la Eurocopa".

Los independentistas que apoyan a España

Hace poco menos de una década, la Selección Española era vista como parte del brazo deportivo del "estado opresor español", mientras que los partidos del combinado catalán se utilizaban como lanzadera política para reafirmar la identidad competitiva y nacionalista catalana. Lejos quedan los 96.700 espectadores contra Brasil (2002) y los 65.300 contra Argentina (2004).

Y más importante todavía, el simbólico Cataluña-Euskadi de 2015. El encuentro logró reunir a más de 50.000 personas para ver un partido amistoso que contó con la presencia de los presidentes de ambos gobiernos (Artur Mas, en funciones, e Iñigo Urkullu) y demostró la fuerza del independentismo con cánticos y estelades en un momento de fuerte movilización social y tensión política.

En estos momentos, los triunfos de la Selección Española han generado un intenso debate entre los independentistas. Tal y como reflejan los tweets enlazados, hay familias independentistas donde los hijos celebran los goles de la Selección Española y se decantan por el combinado de Luis de la Fuente, mientras el procés independentista catalán pierde fuelle y las fuerzas políticas están divididas.