Los traviesos del patio contra el dueño del balón: la final que Jude Bellingham nunca quiso

Tercer set. Punto de partido, y de campeonato. La Roja, dos arriba tras eliminar a Alemania y a Francia. Ahora, faena a lo Alcaraz en la Centre Court de Wimbledon. El reto final ante el creador del juego. Y un cartel de favorito ganado a pulso a lo largo del campeonato. En frente, la Inglaterra de Bellingham.

En la última edición de la Eurocopa, la estrella del Real Madrid tenía 18 años, era jugador del Borussia Dortmund y disputó un total de 55 minutos en todo el torneo. Aquella Inglaterra llegó por primera vez en su historia a la final de un torneo continental, con derrota en penaltis. Tres años después, con o pese a Southgate, quiere su revancha particular.

Quién le iba a decir a Jude en 2021 que, en su próxima Eurocopa, iba a llegar a la final ante el país que le acogió. Allí dónde en su primera temporada se coronaría como el líder del equipo blanco. Allí donde alzó al cielo de Madrid una Liga y una Champions. Seguramente, nadie.

Inglaterra no estaría en la final sin su chilena salvadora ante Eslovaquia en octavos. Jude paró las rotativas de todos los diarios ingleses, que seguramente pasaron del titular Vergüenza nacional a Milagro nacional. El miércoles, ante Países Bajos, jugó a un buen nivel durante los pocos minutos, dónde Inglaterra, por fin, sí demostró el potencial que tiene.

Inglaterra, a por la primera

La Three Lions, aunque solo haya ganado un Mundial y tenga su vitrina sin trofeos continentales, es la legítima dueña del balón. En jugar con esa presión de todo un país que anhela ganar la primera estarán parte de las opciones de España para ganar su cuarta Eurocopa. Pero esa no será la única.

Southgate no ha tenido un plan claro a lo largo del torneo. O sí, si entendemos que jugar a que no pase nada y que un destello individual, como en semifinales, te dé la victoria, es una estrategia válida.

Ahora, el experimento pasa por poner a un extremo zurdo de carrilero derecho y a un lateral derecho de carrilero zurdo. ¿Tendrá valor para repetir esta estrategia ante los niños traviesos de De La Fuente? Desde el punto de vista de España, uno piensa que ojalá, porque el destrozo que pueden hacer Nico Williams y Lamine Yamal sería histórico. Como dos niños sueltos en un parque sin vigilancia.

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Rubén Rodríguez

El domingo se enfrentarán dos ritmos de juegos antagónicos: uno, lento y aburrido; otro, eléctrico y vistoso. No hace falta aclarar a cuál pertenece cada uno. También habrá duelos repartidos por todo el campo, como si de una guerra se tratara. Nico y Lamine contra los carrileros (o, si Southgate es previsor, laterales), el 4vs3 de Inglaterra en el centro del campo o el papel de Olmo la espalda aprovechando la distancia entre líneas característica de la Three Lions. Y las que, como suele ser en el fútbol, no podemos prever.

Lo que está claro es que España lo ha tenido mucho más difícil que Inglaterra. Croacia, Italia, Alemania y Francia son prueba de ello. Y ahora, la Roja, quiere poner el broche final a la que sería, seguramente, la Eurocopa más meritoria en toda la historia.