España salvó a la Eurocopa de la mediocridad de Inglaterra, pero el fútbol no le debe nada a nadie

• España vs Inglaterra, final de la Eurocopa 2024 en directo
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Recuerden, solo es fútbol. España disputa esta noche, a las 21:00, su quinta final de Eurocopa. Perdió una de ellas, la de París en el 84, y salió campeón en el 64 (Madrid), 2008 (Viena) y 2012 (Kiev). Cualquier análisis está a favor del equipo dirigido por Luis de la Fuente, cuyo rendimiento está muy por encima del de Inglaterra, su rival. El equipo dirigido por Gareth Southgate, que nunca ha ganado un título continental, se aferra a la épica, al It's coming home, a la revancha de hace tres años, al "esta vez sí"... Porque a argumentos futbolísticos, sencillamente, no puede.

El fútbol no le debe nada a nadie. A veces, el aficionado se llena la boca a la hora de hablar de la justicia en el fútbol, pero, ¿qué hay más justo que el gol que entra y la pelota que sale raspando el palo? El fútbol es eso, solo fútbol. Pero otra cosa es el fanático, el amante del balón, el que estará eternamente agradecido a España por salir al rescate de una Eurocopa dónde la racanería ha predominado.

No entraremos en vagos debates sobre el estilo el de juego. Lo importante, por supuesto, es ganar. Pero en un deporte como el balompié, importan las ideas. ¿Juegas a defender? Que tu equipo sea el que mejor defienda. ¿Sales a contra golpear? Que nadie corra más que tú. ¿Aspiras a un fútbol total? Demuéstralo. No hablamos de jugar un fútbol estético, hablamos de jugar al fútbol que quieras, pero jugarlo.

Inglaterra llega a la final después de ofrecer un espectáculo rácano, pese a contar, probablemente, con la plantilla más talentosa hombre por hombre. Quizás, la respuesta más evidente al problema es que, por lo general, la afición inglesa no quiere que Southgate continúe en su puesto después de haber alcanzado dos finales de Eurocopa consecutiva. La FA (Federación de Fútbol de Inglaterra) filtró en los días previos a la gran cita su intención de convencer al seleccionador para que se quede hasta el Mundial 2026. Pero, ya saben, el resultado ante España será crucial para su futuro inmediato.

Es la dualidad de este deporte. Si Inglaterra se carga a España esta noche y consigue su primera Eurocopa, Southgate será encumbrado para la historia del fútbol inglés. De meme a héroe. "Nadie se acuerda de los segundos", repetía en esa charla Luis Aragonés, el hombre que puso la primera piedra —y, los dos primeros pisos— de la época más gloriosa del balompié español.

Probablemente, se tardará muchos años en tener una generación de futbolistas de tantísimo nivel como aquellos Iker Casillas, Gerard Piqué, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Sergio Ramos y compañía. Pero la España de De la Fuente es un equipo en mayúsculas y con todas las letras. Un equilibrio más perfecto del esperado ente talento, ego y solidaridad. Corren juntos, presionan juntos y, además, son buenos, muy buenos.

Por si fuera poco, los huevos que se estaban incubando se han convertido en dragones. Se podía esperar un paso al frente de Nico Williams y Lamine Yamal, pero estos futbolistas traviesos y alocados, han roto la puerta a base de regates, desparpajo y golazos. Otros veteranos han contribuido con un excelso nivel, como Rodrigo, Dani Carvajal o Aymeric Laporte (escandaloso su aumento de rendimiento a lo largo del torneo). También están los tapados, los Marc Cucurella o Fabián Ruiz, excelsos.

Mención especial para Dani Olmo, un futbolista que, probablemente, pase más desapercibido de lo que merece su actuación. Llegaba a Alemania entre algodones, pero con la confianza de De la Fuente. Comenzó la Eurocopa en el banquillo, al entender el seleccionador que el equilibrio de Pedri era más importante. Después de completar grandes encuentros como revulsivo, la lesión del blaugrana le convirtió en titular. Tiene en su mano ser el máximo goleador del torneo (él y Kane pueden romper su empate a tres goles, aunque hay otros candidatos como Fabián, con dos tantos), además de sumar dos asistencias. En un equipo de apariencia ordenada como Inglaterra, las botas del futbolista del Leipzig serán fundamentales.

Un camino histórico hasta la final

La mediocridad de Inglaterra es difícilmente justificable. No solo por la calidad de sus futbolistas, sino por el camino que le ha llevado a la final. Para empezar, le tocó en un grupo asequible, junto a Eslovenia, Dinamarca y Serbia. Los octavos, Eslovaquia, que a punto estuvo de dejar a los Three Lions fuera de la Eurocopa a las primeras de cambio. Un gol salvador, y espectacular, de Jude Bellingham de chilena evitó el drama inglés.

En cuartos llegaría Suiza. La selección de Murat Yakin también puso a los pupilos de Southgate entre la espalda y la pared. El héroe sería Bukayo Saka, que logró empatar en el minuto 80, para forzar la prórroga y posteriores penaltis. Una vez más contra las cuerdas. Ya en las semis, ante el primer gran rival de toda la Eurocopa para los ingleses, Países Bajos, Inglaterra remontó y consiguió su segunda final consecutiva con un tanto de Ollie Watkins en el último minuto, fue el 2-1 definitivo. Un equipo sin argumentos futbolísticos, más allá de las individualidades pero, ojo, pragmático, resolutivo y abonado a la épica.

La comparativa con el otro lado del bracket era un chiste. Descompensado es quedarse corto. Todos lo podemos decir de carrerilla, pero no ha habido ninguna Eurocopa con un camino más complicado por nombres que el de esta España: Croacia, Italia, Albania, Georgia, Alemania, Francia e Inglaterra. Lo más parecido, Eurocopa 2012, también ganada por la Roja, en la que se llevó por el camino a Italia (en grupos y final), Croacia, Irlanda, Francia y Portugal. Un torneo de película que tiene a los ingleses como el villano perfecto, pero, esto no es como en las salas de cine, no siempre gana el bueno.

Recuerden, solo es fútbol. Pero es nuestro fútbol.