Como diría el imputado (e invitado) Piqué, '¡Clemente, contigo empezó todo!'

"Como con España es imposible ilusionarse, y más aún con Aragonés y sus medianías, yo suelo ir con Italia e Inglaterra". En vísperas de la Eurocopa 2008, el difunto Javier Marías escribió un artículo en el que no daba un duro por la Selección española. Cierto es que su opinión, por mucho que la expresara con su exquisita prosa en el diario El País, no dejaba de ser la de un aficionado. Casualmente —o no—, Marías era un madridista confeso, con lo que eso conllevaba a la hora de opinar sobre aquella selección con ADN del Barça.

Dieciséis años después, es probable que muchos aficionados —madridistas y no madridistas— pensaran lo mismo cuando vieron la Selección de Luis de la Fuente para la Eurocopa de Alemania. Sin mayoría en mucho tiempo de jugadores del FC Barcelona, y nada menos que cinco de la Real Sociedad, uno de ellos, Mikel Merino, decisivo ante Alemania, y otro, Mikel Oyarzabal, autor del gol que derrotó a Inglaterra en la final.

Sobra recordar que a partir de aquel 2008, España no solo ganó la Eurocopa de ese año, sino también el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, estas dos con Vicente del Bosque como seleccionador, aunque de nuevo con la mayoría de esas "medianías", como despectivamente se refirió Marías a los Xavi, Iniesta, Silva, Cesc, Xabi Alonso, Cazorla o Villa.

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En la misma línea que el escritor, aunque con la agravante de haber sido entrenador y apenas 48 horas antes de que España debutara en la Eurocopa 2024, Javier Clemente hizo unas declaraciones con las que dejó bendecido al equipo de De la Fuente. "A la pregunta de si me gusta el equipo de España, pues digo que no", confesó el que fuera seleccionador español entre 1992 y 1998, y precisamente en la anterior ocasión en la que La Roja se vio las caras con Inglaterra en una fase final.

De la mediocridad al pleno de victorias

Aquella vez también fue en la Eurocopa, la disputada en 1996, aunque en los cuartos de final. Tras una primera fase en la que España solo pudo ganar a Rumanía (2-1) después de empatar con Bulgaria (1-1) y Francia (1-1), pasar como segunda de grupo le llevó a cruzarse con los anfitriones. Un resultado muy clementista como es el 0-0 en 120 minutos, desencadenó en una tanda de penaltis en la que los ingleses estuvieron más acertados. En las semifinales, fueron los pros quienes cayeron ante Alemania en esta misma suerte.

Además de la diferencia en lo que a los resultados se refiere, pues De la Fuente ha firmado un histórico pleno de victorias, basta con recordar el once que Clemente alineó en aquel partido: Zubizarreta; Belsué, Alkorta, Hierro, Abelardo, Sergi Barjuán; Nadal, Amor; Manjarín, Kiko y Julio Salinas. Es decir, una defensa de cinco, más Nadal por delante y con Amor como único canalizador del juego. Los cambios fueron Caminero por Salinas, Alfonso por Manjarín y Juanma López por Alkorta.

Esta es la propuesta que durante tantos años tuvo al fútbol español condenado a la mediocridad. Hasta que Luis Aragonés apostó por jugar, jugar, jugar y volver a jugar, la manera con la que se hizo realidad, literalmente, su "ganar, ganar, ganar, y volver a ganar". Del Bosque, primero, y el decapitado Julen Lopetegui, después, mantuvieron la identidad por fin encontrada.

De la Fuente sale del bucle de Luis Enrique

Sin embargo, con Luis Enrique, un clementista en las formas, la Selección española entró en un bucle, del que precisamente la normalidad de Luis de la Fuente la ha rescatado. Lógico que un equipo en el que en el centro del campo se juntan jugadores como Rodri, Pedri, Fabián, Dani Olmo, Zubimendi o Mikel Merino, no le guste a Clemente, quien siempre ha entendido la táctica como una simple suma de posiciones, sin entender que el fútbol es un juego asociativo, de ahí la importancia de contar con futbolistas que sepan relacionarse con lo que tienen a su alrededor.

Claro que poco se puede esperar de un entrenador capaz de decir que "futbolísticamente, Pep opina casi todo lo contrario que yo, pero es muy bueno". Esta fue su respuesta cuando le preguntaron si veía a Guardiola como seleccionador de España. "Saldrían cuatro de Vox a decir que si no se siente español, que si tal", añadió un Clemente que, paradójicamente, ocupó durante seis años ese cargo, aunque siempre ha presumido de ser nacionalista vasco y tener carné del PNV.

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En fin, como diría el imputado Gerard Piqué, quien, por cierto, se ha dejado ver en la Eurocopa de Alemania junto a Carles Puyol como un aficionado más y este domingo viajó a la final como invitado en el avión fletado por la RFEF que preside el también imputado Pedro Rocha, '¡Clemente, contigo empezó todo!'.