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Los equipos españoles quieren escapar de la crisis en Europa
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VALENCIA, SEVILLA Y BETIS NO ANDAN FINOS

Los equipos españoles quieren escapar de la crisis en Europa

Valencia, Betis y Sevilla afrontan la competición europea como un soplo de aire fresco a las dudas aparecidas en el arranque del campeonato de Liga

Foto: Djukic, pensativo durante el partido de la Real Sociedad.
Djukic, pensativo durante el partido de la Real Sociedad.

Suele suceder en esto del fútbol, como reflejo de la vida, que no es recomendable elevar las expectativas sin saber la verdadera temperatura de tu realidad. Así les ha sucedido a los tres equipos de Europa League, dubitativos en el campeonato doméstico, y con algún que otro incendiopor apagar. El Valencia, tras el fuego provocado por Rami, afronta su tercer partido de la segunda competición europea con la necesidad deportiva de ganar para no comprometer antes de tiempo la clasificación (3º en el grupo A, empatado a puntos con el St. Gallen). A su vez, tras la derrota ante la Real Sociedad, la victoria serviría de bálsamo para no inflamar aún más el ambiente enrarecido del club de Mestalla. El Betis, tras la revolución acometida en verano pese a la gran temporada anterior, ha perdido alegría en su juego. Sin Rubén Castro, y con Verdú sin engarzar, ha perdido pegada en la misma medida que concede ocasiones de gol. El Sevilla, que generó una gran ilusión con la confección de la plantilla, no ha evidenciado lo mismo sobre el césped. Para los tres, Europa se presenta como una válvula de escape.

Se las prometía muy felices Djukic a su llegada a Valencia. Elevado a mito como jugador del gran Valencia de Benítez, elevó las expectativas a su llegada. Regaló ilusión a raudales, consciente de las necesidades de reforzar la moral de una afición que año tras año ha visto como sus estrellas han tomado la rampa de salida. Tiritando como están las arcas del club, no han llegado sustitutos a la altura. El principal reclamo para este verano, Iago Aspas, tomó finalmente camino a Liverpool. Soldado, llamado una vez más a liderar el proyecto valencianista, también cogió la puerta de salida tras un encontronazo con el presidente,Amadeo Salvo. En su lugar llegaron Hélder Postiga y Pabón, buenos jugadores pero sin la estrella de Aspas o Soldado.

Como suele ser habitual en Mestalla, hubo un nuevo incendio. Rami se desmarcó con unas declaraciones en las que disparaba contra todo el equipo. Hoy ya se encuentra en Milán, a la espera de poder competir con el conjunto de Allegri en el mes de enero. Con menor pegada, se ha echado en falta un paso al frente de los veteranos de la plantilla. Ni Banega, señalado como hombre franquicia en pretemporada,ni Parejo, suplente en este comienzo de temporada,han respondido. Avalado por su fútbol delicado en un equipo con menos prestaciones como el Valladolid, no ha logrado Djukic armar un equipo de mayor altura de miras. Tampoco Oriol Romeu ha encontrado su sitio, alternando el banquillo y la grada con más asiduidad que el césped. En su lugar, solo Jonas y un imberbe Fede han sostenido a un equipo que ha hecho de la impaciencia y la desesperación su estado habitual. El St. Gallen visita Mestalla (21:05, Gol Tv)para medirel pulso de los valencianistas.

Si el Valencia ha sido una jaula de grillos,no ha sucedido lo mismo en el Betis. De la mano de Pepe Mel, se clasificócon buen dictado para Europa. Necesitada como está la clase media del fútbol español de dinero, se marcharon Cañas y Beñat. Del mediocampo bético del año pasado, sólo Salva Sevilla se mantiene. Y es por ahí donde viene el problema de fondo. Sin la pegada de Rubén Castro, inmenso el pasado curso, ha perdido empaque. No tanto en cuanto a números (lleva doce goles encajados en Liga por los 13 del año pasado a estas alturas) sino por la capacidad ofrecida para dominar los partidos. El Vitoria de Guimaraes (19:00, Gol Tv), líder del grupo con cuatro puntos, visita el Benito Villamarín con la intención deahondar en la crisis de identidad del conjunto de Mel.

De los tres equipos, quien menos urgencias deportivas tienes es el Sevilla. Con dos victorias lidera su grupo. Pese a la buena línea europea, no termina de entonarse en el campeonato liguero. Llamado a rondar los puestos europeos, Emery no ha dado aún con la tecla. "Cuando hay un rival inferior, hay que machacarlo y dejarse de tonterías”, declaraba Jose María del Nido antes de partir hacia tierra checas para enfrentarse al Slovan Liberec (19:00, Cuatro). Los hispalenses buscarán impulso en Europa para no descarrilar en Liga.

Suele suceder en esto del fútbol, como reflejo de la vida, que no es recomendable elevar las expectativas sin saber la verdadera temperatura de tu realidad. Así les ha sucedido a los tres equipos de Europa League, dubitativos en el campeonato doméstico, y con algún que otro incendiopor apagar. El Valencia, tras el fuego provocado por Rami, afronta su tercer partido de la segunda competición europea con la necesidad deportiva de ganar para no comprometer antes de tiempo la clasificación (3º en el grupo A, empatado a puntos con el St. Gallen). A su vez, tras la derrota ante la Real Sociedad, la victoria serviría de bálsamo para no inflamar aún más el ambiente enrarecido del club de Mestalla. El Betis, tras la revolución acometida en verano pese a la gran temporada anterior, ha perdido alegría en su juego. Sin Rubén Castro, y con Verdú sin engarzar, ha perdido pegada en la misma medida que concede ocasiones de gol. El Sevilla, que generó una gran ilusión con la confección de la plantilla, no ha evidenciado lo mismo sobre el césped. Para los tres, Europa se presenta como una válvula de escape.

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