'Canciller' Guardiola: "Los jugadores que no acepten mis órdenes irán a la grada"

Pep Guardiola ha cumplido cien díascomo entrenador del Bayern de Múnich y lo ha hecho liderando la Bundesliga. Cierto es que las dudas se instalaron en el inicio porque el equipo seguía ganando pero no era el temible rodillo de la temporada pasada. El que fuera entrenador del Barcelona escuchó algunas críticas y reconoció la presión a la que estaba sometido en un equipo donde siempre estás obligando a ganar goleando. Perdió el primer título de la temporada ante el Borussia (Supercopa de Alemania) y ganó el segundo frente al Chelsea de Mourinho (Supercopa de Europa). Pep quiere seguir luchando por los títulos si sus jugadores aceptan sus decisiones porque si no, no dudará en mandarlos a las gradas. El paso de las jornadas ha ido dando la razón a Guardiola que en la revista del club, Bayern Magazin, ha repasado sus primeros cien días en Múnich, una ciudad donde tanto él como su familia están totalmente integrados.

El entrenador del actual campeón de Europa y Alemania, confiesa que “cuando el Bayern se puso en contacto conmigo por primera vez, supe, después de un segundo, que tenía que hacerlo. No quise dejar escapar la oportunidad de poder trabajar aquí, con este gran equipo. Y si no hubiera dicho que 'sí' entonces, seguramente no me hubieran vuelto a preguntar”. Guardiola ha restado importancia al hecho de ser líderes: “No me parece relevante aunque es bonito. Lo esencial es encontrar nuestro estilo. Estamos metidos en el proceso y hemos alcanzado un buen que queremos mantener. Me ha sorprendido lo rápido que los jugadores han captado mis ideas. Aún necesitamos tiempo, pero tras la primera mitad de temporada estoy muy satisfecho”.

Uno de sus cambios más comentados ha sido la reubicación de Lahm que ha pasado del lateral al centro del campo: “Para mí es vital, es uno de los jugadores más inteligentes del mundo y podría jugar en cualquier demarcación. Es imposible tener éxito de forma continuada sin un buen centro del campo y sin él ahí, no nos habría ido tan bien ante City y Leverkusen”.

No duda a la hora de mostrar su ambición y cree que a su equipo le queda un amplio margen para crecer si los jugadores aceptan sus órdenes porque si no. Pasarán más tiempo viendo los partidos desde la grada que dentro del terreno de juego: “Seremos aún mejores cuando todos los jugadores estén disponibles, pero sólo estaremos luchando por los títulos si cada uno de los jugadores acepta mis decisiones. Si no, tendremos problemas. Soy muy amigo de mis jugadores si aceptan lo que digo. Apoyo a quien asume mis decisiones, pero quien no lo quiera entender se quedará en la grada muchas veces”.

Finalmente, Guardiola asegura que su etapa en Alemania está lejos del final porque tanto él como su familia se sienten como en casa por los parecidos entre Múnich y la Ciudad Condal: “No tiene nada que ver con Nueva York, pero es semjante a Barcelona. Mi mujer y mis hijos también están a gusto así que creo que seguiré aquí durante un tiempo para conocerla mejor y también la región”.