Kaká, antes de su debut: "Un jugador gana partidos, pero sólo un equipo gana torneos"

Kaká se ha convertido en una de las grandes estrellas de la MLS. El brasileño es el jugador franquicia del Orlando City, una de las nuevas franquicias del campeonato norteamericano, un hecho que demostró desde su primer partido. Una importante arenga a sus compañeros en el vestuario, sumado a su tanto de falta en el descuento, le convirtieron en uno de los grandes héroes de la jornada.

Curiosamente, Orlando City debutó ante la otra nueva franquicia, New York City, en la que jugó su primer partido el español David Villa. El internacional fue clave en el tanto visitante, al firmar una gran jugada individual que permitió a Mix Diskerud marcar el primer tanto del partido en el minuto 75. Pero cuando el partido tocaba a su fin, Kaká firmó–con algo de suerte–un tanto de falta que lograba el empate.

Sin embargo, no sería hasta un día después cuando se ha sabido qué es lo que el brasileño dijo a sus compañeros en el vestuario. Consciente de que es la gran estrella y de que buena parte del pesodel equiporecae sobre sus hombros, no tuvo ningún problema en reunir a sus compañeros antes de saltar al césped. Todos,fundidos en un abrazo conjunto, escucharon atentamente las palabras del Balón de Oro de 2007.

"Una cosa que he aprendido en el fútbol es que los buenos jugadores pueden ganar un partido, cinco, diez, pero solo un buen equipo puede ganar el campeonato. Y nosotros hemos construido un buen equipo. Hoy vamos a comenzar ahí fuera, y vais a luchar juntos, a atacar juntos, a defender juntos... Tenemos que ser un grupo, no un solo un jugador sobre el césped. ¿Ok? ¡Vamos a jugar juntos y ganar este partido! Todos juntos", afirmó.

A pesar de que elOrlando City no fue capaz de llevarse el triunfo, ofreció una buena imagen sobre el césped, en un partido en el que ambos conjuntos tuvieron oportunidades para llevarse el triunfo. Una jornada inolvidable para la MLS que dejó el debut de las dos nuevas franquicias ante los 62.510 espectadores del Citrus Bowl y, por supuesto, que se recordará por el debut de Kaká y Villa en el campeonato norteamericano.