Es noticia
El fútbol unisex se abre hueco en el Chad
  1. Deportes
  2. Fútbol
la mujer gana terreno en el fútbol

El fútbol unisex se abre hueco en el Chad

La escasez de efectivos por las penurias económicas y la hambruna pertinaz que padece la población han hecho factible un curioso fenómeno: la mezcla de hombres y mujeres en los equipos de fútbol

Foto: Las mujeres buscan su espacio en el fútbol en el Chad, un país de marcado talante machista (FOTOS: David Ruiz)
Las mujeres buscan su espacio en el fútbol en el Chad, un país de marcado talante machista (FOTOS: David Ruiz)

El Chad tiene el dudoso honor de contar con la peor selección de África en relación a su tamaño (dos veces la geografía de España) y número de jugadores federados (5.750). Términos como Copa de África o Mundial suenan a chino en un país que ocupa el puesto 151 en el ránking de la FIFA. Ni siquiera el hecho de que Gambia (156), Suazilandia (175), Islas Mauricio (181), Seychelles (189), Sudán del Sur (193), Eritrea (204), Somalia (206) o Yibuti (207) circulen por puestos más bajos en dicha clasificación sirve de consuelo a los cientos de miles de fieles seguidores que Messi y su Barcelona tienen por aquellos lares.

Y es que montar sobre la marcha un simple partido de fútbol o disponer de un balón en condiciones en la cuarta nación más pobre de la tierra resulta mucho más complicado que dar con una televisión para ver en acción a 'La Pulga'. Si además pretendemos hacerlo en otro lugar que no sea la capital, Yamena, la misión se torna poco menos que en una quimera.

La centralización de casi todos los recursos de que dispone el Chad ha hecho también inviable el profesionalismo más allá de los lindes de la provincia desde la que gobierna con mano de hierro el dictador Idriss Deby. La práctica totalidad de los 50 clubes registrados en la Federación Chadiana de Fútbol (FCF) tienen su sede en Yamena, lo mismo que la Primera y la Segunda división, las dos competiciones más importantes del país. Los diez equipos que conforman la Ligue 1 son los únicos que pueden considerarse profesionales en el sentido estricto de la palabra, y eso gracias a la subvención de empresas públicas como las petroleras o la compañía de la luz.

Como las ayudas de la FIFA a través de los proyectos 'Goal' y 'PAF' para el desarrollo de infraestructuras y del fútbol base tampoco encuentran eco en otro lugar que no sea la capital del reino sátrapa de Deby, ciudades con núcleos de población importantes como Kelo, Doba, Lai, Bebedjia o Moundou tienen que buscarse literalmente la vida para hacer posible que el balón ruede por sus polvorientos y casi siempre improvisados terrenos de juego.

Dos mujeres entre veinte hombres

La escasez de efectivos por mor de las penurias económicas y la hambruna pertinaz que padece la población han hecho factible un curioso fenómeno en las canchas chadianas: la mezcla de hombres y mujeres en los equipos de fútbol. "No hay suficientes jugadores como para hacer competiciones de chicos por un lado y chicas por el otro, así que los equipos son mixtos. La afición por el fútbol es enorme y en condiciones normales habría mucha más gente jugando. El problema es que los clubes no pueden pagarles el material y mucho menos alimentarles, así que son muy poquitos los que se acaban quedando con nosotros", explica Toukam Alhassana, entrenador del FC Tonerre Kelo, en cuyo once de gala figuran dos mujeres.

Dené Sumgubrig y Alexia Sidibé comparten vestuario y colores con más de 20 hombres en una de las mejores escuadras del sur del Chad. Dené se autoproclama la rebelde del grupo. Tal vez por ello luzca un llamativo gorro negro y una elástica del Real Madrid con el nombre de CR7 a la espalda."Es mi ídolo y además juego de extremo, como él", aclara esta delantera-pánzer de 23 años que defiende a capa y espada su madridismo frente a las hordas azulgranas que la rodean por estas latitudes.

Un país muy machista

Entrenarse y jugar todas las semanas con hombres nunca ha sido un problema para ella, aunque reconoce que son pocas las mujeres que gozan de la libertad y los medios necesarios para practicar un deporte que en el Chad sigue siendo, en esencia, un coto privado de los hombres. "Me encanta jugar con chicos. Creo que te ayuda a mejorar tu nivel y es un estímulo para nosotras, ya que son pocos los hombres que aprueban nuestra presencia en un campo de fútbol. Vivimos en un país muy machista, pero si les demuestras que sabes qué hacer con el balón, te acaban aceptando, aunque les cueste", admite entre risas.

Alexia no es tan echada para adelante como su compañera. Por eso a Dené no le queda otra que hacer las veces de 'escudo antimisiles' de esta volante de grácil figura, fina zurda y ferviente admiradora de John Obi Mikel y el Chelsea. "Vine a jugar al Tonerre porque me trajo Dené. Yo no me habría atrevido sola. Saber que ella está cerca en la cancha me tranquiliza y me da fuerzas, porque a veces tienes que escuchar dentro del campo cosas bastante desagradables. Al menos, nos dejan jugar con ellos. Hasta hace muy poco tiempo esto era algo impensable", reconoce justo cuando las sombras del atardecer de Kelo impiden ya distinguir la suavidad de su rostro de ébano.

El Chad tiene el dudoso honor de contar con la peor selección de África en relación a su tamaño (dos veces la geografía de España) y número de jugadores federados (5.750). Términos como Copa de África o Mundial suenan a chino en un país que ocupa el puesto 151 en el ránking de la FIFA. Ni siquiera el hecho de que Gambia (156), Suazilandia (175), Islas Mauricio (181), Seychelles (189), Sudán del Sur (193), Eritrea (204), Somalia (206) o Yibuti (207) circulen por puestos más bajos en dicha clasificación sirve de consuelo a los cientos de miles de fieles seguidores que Messi y su Barcelona tienen por aquellos lares.

El redactor recomienda