"¡Un egocéntrico, un loco!". El pasado canchero de Javier Milei que escribió su fenómeno

• Elecciones Argentina 2023 | última hora de Sergio Massa y Javier Milei, en directo

Argentina decide su futuro en las urnas, en unas elecciones polarizadas hasta límites insospechados. Y ya es decir, porque es un país cargado de dicotomías que en política se ha elevado hasta la máxima potencia. Los argentinos tendrán que elegir entre Sergio Massa y Javier Milei. Esta disyuntiva ha aumentado todavía más la división presente.

"Que se vayan todos; que se vayan todos", ha promovido Milei durante su campaña. El dirigente, sorprendente ganador en las primarias de agosto y segundo en la primera vuelta, confía en voltear los sondeos y convertirse en el nuevo inquilino de la Casa Rosada. Las encuestas, sin embargo, señalan a Massa como ganador. Ser segundo es algo que no sería nuevo para él, habituado a ello en su etapa como portero en las categorías inferiores de Chacarita Juniors y de San Lorenzo de Almagro.

Milei mostró un buen rendimiento en Chacarita Juniors, equipo del que salió Luis Islas, portero campeón del mundo en 1986. Entre ambos, no obstante, no hay ninguna semejanza más allá de la ubicación en el campo. El candidato a la presidencia llegó más tarde, con 15 años, para probarse en San Lorenzo de Almagro, donde tuvo algo de protagonismo, pero en una liga menor.

Osvaldo Diez, entrenador de las categorías inferiores del club en aquellos años, creó otra competición para dar cabida a todos los chicos que acudían a las pruebas y que no daban el nivel. "Él estuvo en San Lorenzo, pero no entró en el equipo que jugaba en la Asociación del Fútbol Argentino (federado) sino en la categoría menor y que era de torneos paralelos, la Liga Metropolitana. Algunos compañeros dicen que era buen arquero", relata Manuel Santos, que coincidió con Milei aquellos años, en conversación con este diario.

El gris paso por San Lorenzo

Algunas voces de aquella época señalan que era un portero al que le gustaba tirarse, hacer las famosas palomitas, y que gritaba mucho en el terreno de juego. Esa efervescencia que muestra en los mítines parece que no han aparecido de la nada; eran asiduas desde su etapa como adolescente, cuando igual se interesaba por la economía que por el fútbol.

El político aparece en una foto en el museo de San Lorenzo, en un torneo que ganó con su camada, la generación de 1970. Lo explica Santos: "En realidad, él no ganó nada con San Lorenzo. Esa foto es de un torneo que hicieron entre dos o tres equipos, no fue un torneo oficial de AFA".

"¡Era egocéntrico y un loco! Su personalidad era igual que en la actualidad", aclara Santos. Milei solo duró un año en San Lorenzo, porque apenas jugaba; se cansó y regresó a Chacarita. Era habitual que saltara de palo a palo con una valla en el centro de la portería para perfeccionar su estilo volador. Su objetivo era parecerse a su ídolo, Ubaldo El Pato Fillol, campeón del mundo en 1978.

Las recetas económicas

Milei entrenó en algunas ocasiones con el primer equipo de Chacarita, en la Tercera División Argentina en aquella época. En 1989, el entrenamiento era tan duro y exigente que tuvo que decidir entre los estudios o el fútbol. Optó por lo primero y se matriculó en Economía en la Universidad de Belgrano. Quizá tuviera que ver la hiperinflación que hubo ese año con el Gobierno de la Unión Cívica Radical (UCR) presidido por Raúl Alfonsín.

El fútbol siempre ha sido un elemento de debate y de fuerte influencia social en Argentina, país que ha venerado como ninguno a los futbolistas. Maradona, el más aclamado hasta el punto de que le crearon una iglesia laica, lo resumió con su habitual locuacidad. "A los políticos les saco ventaja, ellos son públicos y yo soy popular".

El colapso del país

La trascendencia del fútbol es tal que el país quedó totalmente colapsado cuando ganaron el Mundial de Qatar. De hecho, los futbolistas no fueron capaces de llegar a la Casa Rosada a mostrar la Copa del Mundo por el gentío presente. Un título, por cierto, con el que Leo Messi fue ungido a la categoría de santo. Ni el mismo Papa Francisco cuenta con semejante adoración.

Argentina está una vez más en el punto de partida, con una inflación anual que ha alcanzado el 142'7%. Milei, sin embargo, confía en sus recetas libertarias para contrarrestarla y mejorar la economía. "Si me dan 20 años, podemos ser como Alemania; si me dan 35, como Estados Unidos". Está confiado en que el país será capaz de volar con él a los mandos. Pero después de los vuelos solo hay dos opciones: aterrizaje o caída. Bien lo sabe de su época como portero.