Pep Guardiola rompe la Premier, lleva al City a hacer historia... y anuncia que se podría ir

El Manchester City ya es eterno. El conjunto skyblue consiguió este domingo convertirse en campeón de la Premier, después de derrotar en el Etihad a un West Ham combativo, pero que nada pudo hacer ante la actuación citizen (3-1). Un doblete de Phil Foden y un buen gol de Rodri sirvieron para aplacar las dudas surgidas con el impresionante gol de chilena de Mohammed Kudus y, de paso, levantar el título de campeón. Algo nunca antes visto en la historia.

Y es que, con esta victoria, el City acabó con las esperanzas del Arsenal de Mikel Arteta de tocar metal pese a su victoria (2-1) o, lo que es lo mismo, permitió al City volver a levantar la Premier, en lo que es su cuarta liga consecutiva. Palabras mayores. En toda la historia del fútbol inglés, ningún equipo había sido capaz de ganar el campeonato liguero cuatro veces seguidas, algo que ha logrado Pep Guardiola por primera vez en la historia para sumar el décimo torneo nacional de su historia.

TE PUEDE INTERESAR

¿Pero cómo vas a dudar del Real Madrid? El dueño de Europa es la pesadilla de Guardiola

Albert Ortega

Guardiola sigue haciendo historia con el City, un equipo al que ha llevado a la excelencia de la mano de una de las mejores plantillas de la historia. Jugador por jugador, podemos estar hablando de uno de los equipos más completos del mundo, que ya el pasado curso fue capaz de levantar la Champions. Solo otro equipo eterno como el Real Madrid, con un ADN ganador que le hace no rendirse nunca, pudo hacer doblar la rodilla al City este curso en Europa.

Pero lo que nadie esperaba era que, en pleno momento de euforia, el técnico catalán anunciara que la salida del conjunto citizen está más cerca que nunca: "La realidad es que estoy más cerca de irme que de quedarme. Hemos hablado con el club y mi sensación ahora es que quiero quedarme. Me quedaré la próxima campaña y durante ese curso hablaremos", espetaba. O, dicho de otra manera, abría de par en par la puerta después de hacer historia en la Premier.

El técnico catalán sigue haciendo historia en el fútbol inglés, donde está confirmando una estirpe con este City que pasará a la historia del balompié mundial. Y es que los números hablan por sí solos: en siete temporadas, ha ganado seis Premier, cuatro Copas de la Liga, dos FA Cup, dos Community Shield, una Liga de Campeones, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Casi nada. Guardiola ya es eterno con el City y forma parte de la leyenda del equipo del Etihad.

Y, por si fuera poco, el City todavía puede sumar un título más esta temporada, pues el próximo sábado se jugará la final de la FA Cup ante el Manchester United. Pero el equipo de Guardiola es mucho más que títulos o, mejor dicho, es la consecuencia de su estilo de juego. Rápido, incisivo, con mucho desplazamiento de balón, eminentemente de ataque y, sobre todo, con movimientos impredecibles, hace que sea muy difícil frenar a este equipo.

Una última jornada de locura

La Premier llegaba a la última jornada, en la que Manchester City y Arsenal se jugaban el título. Las cuentas eran claras: si los citizen ganaban o lograban un resultado mejor que los gunners, eran campeones. Y, para los de Arteta, la calculadora decía que la única opción de salir vencedores de esta batalla en la distancia era ganar al Everton y esperar un tropiezo de los de Guardiola. Pero, pronto, se pusieron las cosas de cara para el equipo de Mánchester.

Y es que no habían pasado ni dos minutos cuando Foden aprovechó un buen balón de Bernardo Silva para adelantar a su equipo. A partir de ahí, al City se le vio muy cómodo, hasta que amplió su ventaja con otro gol del joven inglés, nombrado mejor futbolista de la temporada en la Premier. Y, por si el mazazo no fuera grande, Gana Gueye, con ayuda de la barrera, superaba a David Raya para adelantar al Everton en el Emirates Stadium. Se le ponía en chino al Arsenal.

Pero en un minuto loco cogía resuello el equipo gunner. Tomiyasu empataba su partido y, segundos antes, un increíble golazo de Kudus de chilena metía en el partido al West Ham ante el City. Pero el sueño duró poco: a la vuelta de los vestuarios, Rodri sentenciaba el partido en el Etihad y el Arsenal, pese al gol final de Havertz, sabía que solo sería el mejor subcampeón de la historia. El Arsenal se quedó con la miel en los labios y Guardiola entró en la eternidad de la Premier.