Raúl Albiol y David Albelda casi llegan a las manos

Corría el minuto 94 de partido entre el Racing de Santander y el Valencia. La afición de El Sardinero apretaba para que su equipo diera el último empujón en pos de un empate ante un equipo con un hombre menos. El partido expiraba cuando Jonathan Pereira se internaba en el área y Raúl Albiol lo derribaba: penalti. Óscar Serrano lanzaba la pena máxima, estrellando el balón en el larguero. Rodríguez Santiago pitaba el final... pero dos jugadores del Valencia no lo celebraban.

 

Mientras que la gran mayoría se abrazaba y felicitaba por la importante victoria sobre el césped, Raúl Albiol y David Albelda tenían una enganchada. El veterano jugador recriminaba al central el porqué de su penalti, ante lo que Albiol le respondía con gestos alevosos. Ambos jugadores se encaraban y estaban a punto de llegar a las manos cuando César, meta ché, mediaba para separar a ambos jugadores.

 

La tensión era patente. Los jugadores del Valencia llevan varios meses sin cobrar, han entrado en una crisis de resultados y, para más inri, en un bache deportivo. Tanto es así, que el conjunto entrenado por Unai Emery llevaba seis partidos seguidos sin ganar y veintitrés encuentros oficiales encajando, al menos, un gol -más concretamente desde el 9 de noviembre de 2008-.

 

Tal fue el momento de tensión vivido entre Albiol y Albelda que siguieron la discusión hasta llegar a la bocana de vestuarios, empañando, en cierta manera, el momento de alegría que vivía el resto del equipo. César consiguió calmar los ánimos entre ambos jugadores, sobre todo los de Albelda, muy caliente por la manera en que había finalizado el partido, que le podía haber costado los tres puntos al Valencia.

 

Al término del encuentro, el propio Raúl Albiol quiso restar protagonismo a la trifulca entre ambos jugadores. Incluso llegó a afirmar que “si hace falta, le invito a cenar y si mi mujer quiere, le haremos padrino de nuestro hija”. Albiol aseguró tener mucho aprecio por Albelda, y confirmó que lo sucedido es consecuencia de un lance del encuentro, sin ir más allá.