El Atleti puede batir el récord de espectadores cabreados

El Atlético de Madrid se enfrentará mañana al Sporting de Gijón en el Vicente Calderón. Será el encuentro que cierra la trigésimo tercera jornada de Liga, y para los intereses colchoneros se antoja un enfrentamiento decisivo de cara a sus aspiraciones de entrar en ‘Champions’ la temporada próxima. El último proyecto de Cerezo, Gil Marín y García Pitarch se encuentra al borde del precipicio, con el equipo a seis puntos del cuarto clasificado, la mayor distancia de las últimas 20 jornadas.

Por eso, los ánimos en las gradas del coliseo del Manzanares estarán muy caldeados. La afición rojiblanca -que vive en una continua irritación y resignación desde hace una década por los resultados y la imagen de su equipo, ambos muy alejados de la historia del club- está cerca de estallar. En el entrenamiento de ayer, el equipo fue increpado por algunos aficionados, y la Guardia Civil tuvo que vigilar toda la sesión para evitar incidentes. En el anterior partido en casa, con el equipo ganando 3-0 al Numancia, ya se escucharon canticos pidiendo la salida de la actual directiva. Y eso se puede multiplicar por mil mañana, mucho más si el Sporting, necesitado de resultados para salvar la categoría, logra rascar algún punto.

Sería la gota que colmaría un vaso que está a punto de rebosar tras la vergonzosa goleada por 5-1 del pasado jueves en El Sardinero ante el Racing. Allí, se vio de nuevo la peor cara de esta plantilla, mostrando una actitud muy alejada de la que se le supone a un grande que se está jugando su futuro en 90 minutos. Tampoco han ayudado nada las declaraciones de Antonio López y Pablo Ibáñez de este viernes. Ambos defensas coincidieron en que los santanderinos tuvieron “más actitud” y que “habían corrido más”. También afirmaron que “no demostramos que quisiéramos ganar”.

Algo que no tiene explicación

La crispación de la grada ha aparecido en los últimos años en varias ocasiones, sobre todo para pedir la dimisión de Javier Aguirre, entrenador que logró clasificar de nuevo al ‘Atleti’ a la Liga de Campeones 11 años después. El mexicano fue cesado, y Abel Resino, su sustituto, dijo tras el encuentro de Santander que no podía explicar algo que “no tiene explicación”. Cada vez más aficionados atléticos miran a las altas esferas del club pidiendo responsabilidades por el errático caminar de su equipo las últimas temporadas.

El objetivo de la ‘Champions’ parece aún posible, sobre todo atendiendo al calendario, el mejor de los equipos que se disputan la cuarta plaza. La masa social atlética lleva varios años conviviendo con la sensación de que está cerca el regreso a la élite, pero no se ha logrado confeccionar un proyecto con continuidad suficiente para que la plantilla del Atlético pelee por los puestos altos de la clasificación año sí y año también.

Por ello, el ambiente en el Calderón estará mañana enrarecido, mirando al marcador y al palco al mismo tiempo. La gestión de Cerezo y Gil Marín, dueños de la SAD, está cada vez más en entredicho. Una derrota ante el Sporting puede provocar el cabreo generalizado de la afición y, exceptuando la histórica pañolada del Camp Nou que Joan Gaspart aguantó con ridículo estoicismo desde el palco presidencial, el Calderón podría batir el récord nacional de espectadores cabreados.