Las televisiones se forran con el clásico: cobrarán cuatro veces más por la publicidad

El clásico entre Real Madrid y Barcelona se ha convertido en un negocio al que todos quieren sumarse. Los clubes de fútbol y las televisiones han encontrado en su camino cientos de empresas que buscan aprovecharse del furor que produce 90 minutos de partido. Las casas de apuestas, los cines, la reventa, los bares y restaurantes…, ninguno quiere dejar pasar la oportunidad de sumarse al carra de un negocio que es capaz de enloquecer a medio país.

Las televisiones serán las principales beneficiadas de la fiesta del fútbol. Ciento cincuenta profesionales de Mediapro trabajarán en la cobertura y distribución de la señal que será difundida en directo a través de laSexta y la FORTA. Las cadenas están convencidas de que será la emisión más vista del año y una de las más seguidas del último lustro. Y no es de extrañar. Los últimos datos de audiencia de un Real Madrid-Barcelona en abierto datan de la temporada 2007-2008, consiguiendo congregar a 9,2 millones de espectadores y un 46,7% de share. El último clásico que se emitió gratis por televisión fue el Barcelona-Real Madrid de la temporada 2008-2009 que fue seguido por 8,7 millones de personas y un 47,7% de cuota de pantalla.

Sin embargo, las cadenas de televisión esperan que en el partido de esta noche se superen las cifras registradas en la final de la Liga de Campeones entre Barcelona y Manchester United, que se convirtió en la emisión más seguida de 2009 con 11,3 millones de espectadores y un 61,7% de cuota de pantalla.

Las televisiones llegarán a cuadruplicar el precio de los anuncios

El hecho de que los dos equipos lleguen empatados a récord de puntos y se jueguen más de la mitad de la temporada en 90 minutos, ha hecho que las cadenas de televisión aprovechen la coyuntura para cuadruplicar el precio de sus anuncios, como es el caso de las autonómicas. LaSexta, por su parte, va a multiplicar por tres el número de spots virtuales (su publicidad más cara que se integra con la imagen en directo) llegando a tener siete anunciantes en el mismo encuentro: El Corte Inglés, Mahou, Warner Films, Lotería y Apuestas del Estado, Decathlon, Nivea y MSC Cruceros.

Mediapro también sacará una buena suma de dinero por la distribución de la señal, ya que se emitirá en directo a medio mundo. El clásico se podrá seguir en vivo en Inglaterrra, Francia, Italia, Alemania, los países del Golfo Pérsico, Estados Unidos, México, Singapur, Hong Kong, China, Austria, Japón y en la mayoría de países del norte de Africa y el Africa subsahariana.

El Real Madrid hará caja con los palcos

Además de la venta de camisetas y el merchandising, el negocio para los clubes está en la venta de entradas. El Real Madrid ejercerá el papel de anfitrión e ingresará un millón de euros por las poco más de 12.000 localidades que se han puesto a la venta.

Aunque el verdadero negocio del club de Florentino Pérez está en las 700 entradas que han vendido en los palcos VIP. Por cada una, los aficionados han llegado a pagar 2.200 euros, beneficiándose de un lugar exclusivo para ver el partido, con un servicio de catering y atención personalizada. El Real Madrid va a ingresar por ese 5% del estadio un montante de 1.300.000 euros. Un negocio que está siendo la obsesión de Florentino Pérez que quiere habilitar nuevas zonas de este tipo para acercase al 8-10% que tienen otros estadios como el Emirates Stadium, del Arsenal.

En cuanto a la publicidad que se podrá ver dentro del Estadio Santiago Bernabéu, el Real Madrid apenas ingresará un plus por el clásico. Las vallas publicitarias se venden a un grupo reducido de 14 anunciantes por temporada por un precio que asciende a los 600.000 euros.

“Vendo un clip y regalo una entrada para el clásico por 500 euros”

El negocio del clásico también llega a la calle. Cientos de aficionados venden sus localidades o abonos para poder ver el Real Madrid-Barcelona en directo en el Bernabéu. La vía elegida para hacerlo es Internet, ya que no existe una ley específica que regule este negocio. Muchos optan por el clásico anuncio de “vendo dos chinchetas y regalo las dos entradas para el partido”, llegando a sacar 1000 euros por operación.

La entrada más barata (60 euros) se está vendiendo a través de Internet por una media de 300 euros, mientras que la entrada más cara (300 euros) supera de media los 500 euros en la Red. Un gran negocio para amortizar el abono o sacarse unos euros para afrontar la crisis.

Las casas de apuestas hacen su agosto con este partido

Las decenas de casas de apuestas que operan a través de Internet redoblan sus esfuerzos para este partido con estrategias de marketing, anuncios, promociones, bonos y apuestas especiales.

Para este clásico las apuestas a través de la Red tendrán una competencia más difícil. Decenas de locales de apuestas en directo inundan Madrid ofreciendo la posibilidad de ver el partido en directo y apostar en vivo jugada a jugada. Una de las empresas más importantes que opera en la capital es Sportium, formada por Cirsa y Ladbrokes, que cuenta con más de 80 puntos de venta en Madrid y pretende espera que el partido de esta noche sea uno de los eventos deportivos que más ingresos genere en todo el año, al mismo nivel que el Mundial o la final de la Liga de Campeones.

El 'clásico' en Dolby Sorround

Al negocio del clásico se han unido desde el último año los cines. Cincuenta y cinco salas de proyecciones de toda España ofrecerán el encuentro en Alta Definición y con sonido Dolby Surround.  Esta iniciativa es posible gracias al acuerdo suscrito entre Mediapro y las cadenas exhibidoras ACEC, Cinesa, Kinépolis, Vircas, CCCD y Yelmo.

La propuesta ofrece sumergirse en el partido con el sonido ambiente del estadio, llegando a apreciar sonidos, como el del golpeo del balón por parte de los jugadores o los gritos de la afición, que muchas veces son secundados por el público de la sala. En Madrid se encuentra la sala de cine más grande de España, con 976 localidades, que prevé estar cerca del lleno para la proyección de este partido.

La restauración, la gran perjudicada

Los bares y restaurantes son el sector más perjudicado por el clásico. La difusión en abierto del encuentro supondrá un bajón importante en las ventas de la hostelería. José Luis Guerra, portavoz de la Federación Española de Hostelería, cree que las barras de bar y las mesas de los restaurantes se quedarán vacías por el partido: “Esta noche apenas habrá negocio. Para los aficionados al fútbol será una fiesta, pero para nosotros el hecho de que el encuentro se emita en abierto será un punto negro”. Los partidos que emiten a través de los canales de pago suponen el 30% de las ventas semanales de los bares y restaurantes.