Higuaín salva al Madrid de la quema en el ‘infierno’ de El Molinón

No hubo duelo Preciado-Mourinho en el banquillo. El técnico del Real Madrid vio el partido desde uno de los palcos Vip de El Molinón y dejó que el verdadero choque se viviera en el terreno de juego, donde un Sporting agresivo y bien plantado incomodó al Real Madrid y aguantó más de 80 minutos sin encajar un gol. El equipo más goleador de la Liga fue incapaz de despachar fácilmente a los locales y fue el solitario gol de Higuaín el que devolvió al Real Madrid a lo más alto de la clasificación, lugar ocupado provisionalmente por el Barcelona, concienciado del poco margen de error de ambos antes del clásico.

 

El Sporting saltó al terreno de juego con una idea clara en la cabeza: presionar al Real Madrid. Cristiano Ronaldo protagonizó las primeras acciones ofensivas de los blancos. El portugués lo intentó durante los primeros minutos de falta, de jugada personal… pero sin claridad. Poco a poco el Madrid comenzó a triangular y a encontrar los huecos que al principio no tenía. Así, Higuaín dio el primer susto. Tiro cruzado que se estrelló en el poste. El argentino tuvo en sus botas otra buena acción tras recortar hasta en dos ocasiones en el área pequeña para que Di María fallara en la definición.

El balón apenas duraba en posesión del Sporting y el Real Madrid lo recuperaba con facilidad, pero los asturianos se mantenían plantándole cara a los de Mourinho. Casillas apenas había tenido que emplearse hasta los 20 minutos de juego, cuando los rojiblancos se colaron en el área madridista de forma más clara, pero sin mayores consecuencias. Fue pasada la mitad del primer tiempo cuando el partido se tornó de ida y vuelta y el Sporting empezó a gozar de ocasiones.

Las faltas y las interrupciones eran cada vez más numerosas y hasta cuatro jugadores vieron la cartulina amarilla en la primera mitad. Al filo del descanso El Molinón pedía penalti sobre Sangoy, que llegaba muy forzado y caía ante Pepe sin que éste le derribara. Empate sin goles al descanso no era el resultado que el Real Madrid esperaba, y esta vez no estaba Mourinho para reconducir la situación con una charla de las suyas a los jugadores, aunque lo haría igualmente con indicaciones a través del cuerpo técnico.

Gran actuación del meta del Sporting

En la reanudación los dos equipos salieron en busca del gol. Juan Pablo se lució con una serie de paradones que empezaron con el que evitó el gol tras un buen disparo con la zurda de Di María. A continuación Turienzo Álvarez se equivoca al anular un gol legal a Higuaín por fuera de juego. El 'Pipita' estaba en posición correcta y de haber subido el tanto al marcador, el Madrid hubiese pasado menos apuros de los que sufrió. El Sporting aguantaba, no bajaba los brazos, y con un resultado abierto como el 0-0 se veía con posibilidades de doblegar al líder. Cada vez con más presencia en el campo, continuaba concentrado defensivamente y aprovechaba el contragolpe.

El partido estaba loco. Higuaín ser plantó solo ante el cancerbero sportinguista, que sacó una mano prodigiosa para evitar que el Madrid se adelantara. La respuesta del Sporting estuvo en las botas de Sangoy, que lo intentaba de nuevo con un tiro que se marchaba desviado. Mourinho, desde la grada, dio la orden para que Benzema saltara al terreno de juego e hiciera de revulsivo. Fue el francés quien casi marca de no haber sido por otra mano de Juan Pablo, otra vez, grandísimo bajo los palos. Era un ‘toma y daca’ y los blancos empezaban a ponerse nerviosos.

En otra internada del conjunto madridista Sergio Ramos sacó un centro medido a la cabeza de Benzema. Juan Pablo esta vez no estuvo tan acertado y se le escapó el balón de las manos. Higuaín solo tuvo que empujarlo para ponerse por delante en el marcador. El 0-1 daba aire a los blancos, que seguían sufriendo el asedio del rival. Casillas respondía al meta del Sporting con otra gran intervención. Y es que los de Manolo Preciado llegaron a atacar con cuatro hombres arriba. El Sporting pudo empatar en el que fue un final frenético con expulsión de Botía incluida, que vio la roja directa por una entrada a Cristiano sin opción de jugar el balón. Un gran partido de los asturianos que merecieron más ante el Madrid. Para los blancos, tres puntos, y gracias.