El Barça 'se ríe' de los controladores en Navarra

Da igual que a los futbolistas del Barça les trastoquen los planes, descentren o tengan un viaje más incómodo de lo habitual para jugar un partido fuera de casa. A ellos, la huelga de controladores les viene pequeña, y más a Leo Messi. Es lo mismo que se presenten en un estadio donde el conjunto local no había perdido en Liga; o que la historia del Barça sentencie que (hasta este sábado) después de golear al Real Madrid el equipo culé nunca gana en Liga. Este es el equipo de los récords, del fútbol total. 16 goles en los tres últimos partidos –ninguno encajado- lo dicen todo. La máquina, una vez que se pone en ‘on’, no se puede parar hasta que el árbitro diga lo contrario. Uno de Pedro, dos de Messi y a casa a descansar (en avión).

Indignación en el FC Barcelona por la manera que había llevado la RFEF el caso de este partido. “Su indecisión ha causado un gran perjuicio deportivo y de imagen”, postuló el conjunto blaugrana en un comunicado. Parecía que el vestuario estaba enfadado por el ‘mareo’ sufrido con su viaje a Pamplona; nada más lejos de la realidad. Los jugadores del Barça bajaron del autobús como siempre: unos concentrados, otros bromeando, con cascos, chicles, de risas… El entorno estaba preocupado por ellos y, salvo los primeros minutos, los chicos de Guardiola tranquilizaron a la parroquia culé a partir del minuto 25.

Y es que la presión insistente de Osasuna puso en aprietos a la defensa azulgrana durante los primeros compases del partido. Robos de balón inhabituales a Busquets; errores en pases entre Piqué y Puyol; lío entre Abidal, Puyol y Valdés; un mal despeje del meta catalán… e incluso un posible penalti ‘tonto’ que pudo señalar el colegiado de Pedro a Juanfran. Se notaba que no habían tenido la concentración necesaria para pensar 100% en el partido y necesitaban unos minutos engrasar y calentar el motor.

Y Pedro hizo reír a los azulgranas

En el minuto 25 Messi vio cómo Pedro corría, adelantó el balón y el tinerfeño metió el primero de la noche. Saltos, alegrías, gritos y nervios fuera. Fue un punto de inflexión más allá del gol que abrió la lata. Un antes y un después. La delantera culé se soltó y la defensa –de repente- dejó de crear dudas. El argentino pudo hacer otro dos minutos después pero el palo lo evitó.

En el descanso, Guardiola vio a los suyos como siempre. Sin preocupaciones y manejando el balón a su antojo llegando a fijar la posesión final en un 75%. Como en otros partidos, Villa hizo de asistente y puso (practicamente) en bandeja el segundo a Messi. Sirvió una pelota adelantada al ‘10’ que corrió mucho más que Flaño durante 30 metros para meterla por un hueco donde apenas cabía el balón, entre el palo y Ricardo. Era el minuto 64 y el choque ya parecía sentenciado. La siguiente jugada pudo significar otro tanto pero Messi no aprovechó un nuevo balón que Pedro le dio en el área.

Esto sonaba a cualquier partido culé de los últimos tres años (y los que quedan). Villa, siguió en su línea ‘fallona’ de esta temporada al desperdiciar un mano a mano. El ‘Guaje’, afortunadamente para el Barça, ha marcado en partidos claves pero los cerca de 150 tiros que lleva en Liga dejan en mal lugar a las 8 ocasiones en las que ‘sólo’ ha mojado.

Cuando ya estaban pensando en el viaje de vuelta, en avión, Sergio Fernández cometió penalti sobre Leo. El propio argentino materializó su gol número 15 en Liga. A casa a descansar después de una jornada laboral un tanto caótica.

Ficha técnica

0 - Osasuna: Ricardo; Nelson, Sergio, Miguel Flaño, Monreal; Puñal (Lolo, m.77), Nekounam; Juanfran, Soriano (Lekic, m.61), Masoud; y Camuñas (Pandiani, m.41).

3 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi (Keita, m.82), Busquets, Iniesta; Villa (Bojan, m.88), Messi y Pedro (Jeffren, m.88).

Goles: 0-1, m.26: Pedro. 0-2, m.65: Messi. 0-3, m.83: Messi, de penalti.

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a Soriano (m.48), Puñal (m.71) y Lolo (m.85), de Osasuna.

Incidencias: Encuentro de la decimocuarta jornada de Liga celebrado en el estadio Reyno de Navarra ante 18.043 espectadores. El partido comenzó con 48 minutos de retraso por la tardanza del Barcelona.

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