Es noticia
El pesimismo se instala en el Bernabéu: Mourinho está a tres puntos de tirar la toalla
  1. Deportes
  2. Fútbol
LA GUERRA CON VALDANO LA INICIÓ A '2' PUNTOS Y AHORA ESTÁ A '7'

El pesimismo se instala en el Bernabéu: Mourinho está a tres puntos de tirar la toalla

Jorge Valdano fue el primero en izar la bandera del optimismo. "El Real Madrid nunca se entrega y menos aún con media Liga por delante", palabras

Foto: El pesimismo se instala en el Bernabéu: Mourinho está a tres puntos de tirar la toalla
El pesimismo se instala en el Bernabéu: Mourinho está a tres puntos de tirar la toalla

Jorge Valdano fue el primero en izar la bandera del optimismo. "El Real Madrid nunca se entrega y menos aún con media Liga por delante", palabras dichas en caliente, nada más terminar el partido en Pamplona. El director general del club blanco, para que Mourinho no tuviera queja alguna, salió en defensa del equipo y de lo que aún puede hacer en el campeonato. Reacción normal y lógica y más cuando se trata de un equipo como el madridista, que ha demostrado en más de una ocasión ser capaz de remontar Ligas que se daban por perdidas. La última lograda por Capello es el mejor ejemplo, remontando diez puntos al Barcelona.

 

El problema llega cuando el cadáver se enfría, cuando la situación se mira de otra manera con el paso del tiempo. Y es que el pesimismo se instaló ayer en la zona noble del Santiago Bernabéu. Nadie era capaz de hablar de remontada ni de nada parecido. El efecto negativo de la derrota ante Camacho y lo suyos se reflejó en la moral de directivos y ejecutivos. "Seguro que el equipo mejorará pronto y que llegará algún momento bueno, de esos en los que nosotros ganamos y que parece que el Barcelona se vuelve humano, pero el problema precisamente es ese y viste de azulgrana", acertaban a decir ayer veinticuatro horas después del suicidio de Pamplona.

 

El discurso de puertas afuera no va a cambiar un ápice. Oficialmente todo el mundo que manda en el Real Madrid va a seguir creyendo en la remontada. Lo dirán con la boca pequeña, pero mantendrán el mensaje hasta que la diferencia alcance la diferencia que el propio Mourinho en rueda de Prensa marcó en su día como límite."Mientras la distancia se mantenga en cinco puntos o así, se puede superar, pero si llega a diez puntos o doce, adiós. La Liga está imposible". Estas palabras las pronunció tras el empate ante el Almería y curiosamente en inglés, idioma para el que reserva la última de las preguntas en sus comparecencias. La sensación que ha transmitido el portugués en los últimos partidos de Liga no ha sido esa ni mucho menos.

 

La Copa, más importante que la Liga

 

Los cambios en el equipo titular, a excepción del pasado miércoles ante el Sevilla, los reservaba para los choques de Liga. El once titular siempre ha sido para la Copa del Rey, muestra inequívoca de que confía más en la posibilidad de hacer algo importante en la competición del ko que en la Liga. Es más, algunos afirman que Mourinho ha tirado la Liga para dar prioridad  a la Copa y a la Champions.

 

Lo cierto es que Mourinho se ha desgastado en demasía  en el último mes. En la directiva no entienden esa batalla iniciada contra Valdano y contra las decisiones adoptadas por el club desde la primera rueda de Prensa del año. El 2 de enero se iniciaron las hostilidades y no han cesado ni con Adebayor en Madrid. "Agradezco a José Ángel Sánchez y Florentino que Adebayor esté aquí", afirmó el sábado. El técnico ha dado la sensación de no tener suficiente. El ya famoso de: "Dejarlo, es así", dicho en más de una ocasión en el palco del Bernabéu, parece que ya no tiene más recorrido. El perjudicado: el Real Madrid. Lo dicen los números. De estar a dos puntos en la Liga, ha pasado a estar a siete, con la Liga más lejos que nunca.

 

La gestión del conflicto no ha estado de lado de Mourinho. No ha sido hábil al añadir presión extra a su equipo con el mes más intenso de competición de por medio. El cambio en la actitud del portugués lo achacan en el Bernabéu a los cinco goles recibidos en el Camp Nou. Desde ese día, Mourinho no es el mismo y no encuentra la tecla con la que recuperar la confianza en la plantilla.

 

El Sevilla ahora es más temido

 

Florentino Pérez y Valdano van a esperar hasta final de temporada o por lo menos hasta la llegada de la Champions para hacer balance. Saben que la plantilla no está respondiendo tal cual se esperaba, que el fútbol que hacía presagiar la presencia de jugadores como Ronaldo, Benzema, Özil o Kaká no aparece por ningún lado. No ocultan que ahora mismo cada partido se ha convertido casi en una final, la primera mañana ante el Sevilla. Es curioso el cambio del panorama en apenas cuatro días. Tras el optimismo de la victoria ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, se ha pasado a ver el choque de vuelta en el Bernabéu como una empinada cuesta  en el que cada segundo aumenta de desnivel.

 

Además, los directivos creen que Mourinho tampoco ha hecho una buena gestión de los recursos humanos de la plantilla, lo que ha llevado a jugadores como Di María o Ronaldo a llegar tocados en lo físico al tramo definitivo de la temporada. Son conscientes de que al equipo le falta algo de calidad en el centro del campo. De ahí que una de las prioridades para la próxima temporada, junto al 'Kun', será la de cerrar el fichaje de Cesc.

 

El debate abierto por él mismo sobre su continuidad o no todavía sigue abierto. En lo deportivo no están gustando los últimos mivimientos de Mou. En lo social nada ha cambiado. El diario As desveló el pasado sábado una comida entre Florentino y Mourinho, en el que el entrenador confesó haberse equivocado con el club, con la profesionalidad del mismo. Esta declaración del entrenador al presidente blanco no ha hecho si no aumentar los rumores sobre el posible adiós del técnico a final de temporada. No le gusta la estructura profesional que mantiene el Real Madrid y no lo oculta.

Jorge Valdano fue el primero en izar la bandera del optimismo. "El Real Madrid nunca se entrega y menos aún con media Liga por delante", palabras dichas en caliente, nada más terminar el partido en Pamplona. El director general del club blanco, para que Mourinho no tuviera queja alguna, salió en defensa del equipo y de lo que aún puede hacer en el campeonato. Reacción normal y lógica y más cuando se trata de un equipo como el madridista, que ha demostrado en más de una ocasión ser capaz de remontar Ligas que se daban por perdidas. La última lograda por Capello es el mejor ejemplo, remontando diez puntos al Barcelona.

José Mourinho