Cesc, Wenger, el Barça y los dichosos 40 millones

El traspaso de Cesc Fábregas al FC Barcelona será en un par de días o no será. El eterno tira y afloja a tres bandas entre el jugador, el Arsenal y el club azulgrana está presenciando su batalla final. El presidente del club inglés, Peter Hill-Wood, admitió este viernes que están dispuestos a dejar marchar a su capitán siempre y cuando se pague por él “un precio justo”. No nombró la cantidad exacta, pero a estas alturas la mayoría de la afición y, sobre todo, los dirigentes barcelonistas ya la conocen a la perfección: 40 millones de euros.

Arsene Wenger lleva todo el proceso de negociación fijando esa cifra como la única que aceptarían los gunners. El presidente culé, Sandro Rosell, nunca ha terminado de ver esa cantidad acorde a la operación, y más desde que intenta ajustar los gastos de unas arcas que están para pocas alegrías tras despilfarros pasados. Que el club inglés continúe nutriéndose de la cantera culé, repitiendo este verano operaciones similares a las que produjeron la marcha de Cesc rumbo a Londres, tampoco ayuda a alcanzar un clima de cordialidad entres ambas entidades.

Han sido varias las ocasiones en que Barcelona y Arsenal se han sentado a negociar por el internacional español en las últimas semanas y las posturas siempre han sido las mismas: los ingleses pedían 40 pero los catalanes ofrecían menos.

El año pasado ofrecieron 50 'kilos'

Tras estos desencuentros, se han producido ciertos periodos de distanciamiento entre las partes. Pero siempre se han retomado los contactos, repitiéndose de nuevo la misma escena. Hill-Wood afirmó que el Barça ofreció en principio 30 millones de euros, y que en otro intento subió la oferta un poco más. Además, no ha habido ni un solo encuentro donde los azulgranas no hayan intentado por todos los medios rebajar el precio del centrocampista, y donde los londinenses hayan reculado lo más mínimo. Sólo claudicarán por 40 kilos.

Llegó la hora de la verdad. A lo largo de este fin de semana, ambos clubes esperan alcanzar un acuerdo definitivo. Cesc ya ha hecho todo lo que estaba en su mano, incluso ha aceptado rebajar su sueldo si recala en el club donde se formó. Todo indica a que o Rosell acepta (de mala gana) desembolsar los dichosos 40 millones o el jugador capitaneará a los de Wenger un año más. Lo paradójico de esta situación es que el año pasado por estas fechas el techo de la operación fue fijado en 60 por el Arsenal pero el Barcelona sólo llegó a ofrecer 50.