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El Barcelona presenta sus credenciales para el Clásico con una goleada ante un flojo Levante
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LOS CULÉS SE ADELANTATRON EN EL MINUTO TRES Y SENTENCIARON ANTES DEL DESCANSO

El Barcelona presenta sus credenciales para el Clásico con una goleada ante un flojo Levante

Andrés Iniesta. El número ocho del Barcelona tuvo en sus exquisitas botas la clave del partido. El centrocampista azulgrana asistió a Cesc, en el primero, y

Foto: El Barcelona presenta sus credenciales para el Clásico con una goleada ante un flojo Levante
El Barcelona presenta sus credenciales para el Clásico con una goleada ante un flojo Levante

Andrés Iniesta. El número ocho del Barcelona tuvo en sus exquisitas botas la clave del partido. El centrocampista azulgrana asistió a Cesc, en el primero, y a Cuenca, en el tercero, para que el Barcelona encarrilase un partido que no tenía demasiada trascendencia sabiendo que dentro de una semana tienen que saltar al Santiago Bernabéu para poner a prueba su juego de tiralíneas frente a la explosiva eficacia del Real Madrid. Los de Pep Guardiola comenzaron su duelo ante el Levante sabiendo que los madridistas habían hecho los deberes en Gijón. Por ello, no quisieron tardar en mostrar sus armas y a los tres minutos se adelantaron en el marcador. El saque inicial fue del Levante pero el domino fue del Barcelona y es que los valencianos quisieron pero no pudieron romper el juego culé.

Fue un toque sutil, con clase, que nació del tacón de Andrés Iniesta y destrozó la defensa del Levante. Una acción colectiva de gran calidad y progresión que inició Messi, continuó Andrés y culminó Cesc que, dominando todo el espacio, ‘sólo’ tenía que batir a Munúa. Dicho y hecho. El ex del Arsenal no es como Sansón y aunque se ha cortado la ‘melena’, para alegría de sus compañeros, no ha perdido ni un ápice de fuerza. Guardiola volvió a plantear el partido con una defensa de tres que le daba una mayor presencia en el centro del campo e incrementaba la rapidez con la que los culés manejaban el balón. El centro del campo azulgrana se movía y se vaciaba con muchísima facilidad, tanta que para los zagueros del Levante presionar era casi imposible. Aun así, equipo visitante puso en apuros a Valdés en varias ocasiones pero lo hicieron de forma tímida, como pidiendo permiso para atacar. Y si no te atreves a morder cuando tienes en frente a un portero que no sabe lo que es un gol en el Camp Nou, tus ganas se diluyen en el área rival.

Gol y calma hasta el minuto 33

Tras el primer gol el partido perdió intensidad. Los jugadores del Barça jugaban de memoria, como siempre, y sólo algunas incursiones de Messi en el área de Munúa junto a las faltas botadas por el propio argentino y por Xavi subían las pulsaciones del encuentro. En esas estaban cuando Cesc regresó a escena, giró el cuello y puso el balón en la escuadra de la portería del Levante. El desencadenante del segundo tanto culé fue una falta que Ballesteros cometió sobre Cuenca, muy activo durante todo el partido. Y para que hiciera su séptimo tanto, convirtiéndose en el segundo máximo goleador del equipo, Xavi tuvo que poner el esférico en el área de Munúa. Desde la derecha, el seis azulgrana sacó perfectamente para cualquiera que quisiera entrar a rematar el esférico pero fue Fàbregas el elegido.

Al mismo tiempo que el gol subía al marcado, Puyol se retiraba del campo y salía Alves. El capitán había sufrido un golpe en un salto y el mareo que sentía hizo que Guardiola le sentara en el banquillo pensando en el Bernabéu. Sin dar tregua, un minuto después llegó el tercero. Messi e Iniesta jugaron a su antojo en la frontal del área, el manchego vio como Cuenca llegaba por la izquierda y le puso el balón. El canterano veía todo el panorama y cruzó el esférico colocándolo en el palo derecho de Munúa. Los valencianos se mostraban ambiciosos en el ataque y eso les costaba más de un disgusto en defensa. En concreto, tres disgustos.

Redondear la goleada en la segunda parte

Si al Levante se le pasó por la cabeza que el Barcelona iba a dosificarse durante la segunda parte pensando en el Real Madrid, se equivocó de principio a fin. Tardó en aparecer 55 minutos pero, finalmente, lo hizo. Messi no podía faltar al festival de goles que estaba viviendo el Camp Nou. El argentino sólo tuvo que empujar el balón que desde la frontal del área donde Alves hizo lo más complicado: controlar y dar un pase perfecto. En ese momento, la agonía del Levante se hizo aún más palpable y eran incapaces de sacar el balón controlado desde su mitad del campo. Munúa se las veía y se las deseaba para parar y despejar la avalancha de ocasiones que caían sobre su portería; al final, no pudo con todo y el quinto gol del Barcelona llegó ayudado por la suerte que siempre suele sonreír al que todo le sale a pedir de boca. Cesc se desmarcó abriendo espacios, Messi jugó con Xavi el balón y el argentino lo condujo a lo largo de veinte metros para regalárselo a Alexis que recortó a su defensor y picó la pelota. La espalda de Del Horno desvió el esférico pero no lo suficiente y el ex del Bilbao puso su granito para que los culés sumaran el quinto.

Con el Levante desaparecido del campo y Del Horno en el banquillo lesionado, el Barcelona se dedicó a jugar y a llegar al área de Munúa. Ahondando en la herida granota, incidiendo hasta resultar demasiado abundante para un pobre Levante venido a menos que un día gozó con la gloria del liderato y que ahora campa, honrosa y merecidamente, por los puestos de Champions. El Barça hizo el partido suyo y lejos de relajarse, acosaba con descaro a Munúa a través de Pedro, Messi, Alexis, Xavi, Cuenca… El cancerbero valenciano se erigió como el mejor jugador del Levante a pesar de la goleada que coleccionaban las redes de su portería. Los culés jugaban por las bandas, buscaban los centros al corazón de área y aunque el Levante, que sacó fuerzas de la nada, defendía bien en el 88 un mal despeje de Ballesteros dio a Iniesta la oportunidad de marcar. El tanto, mal anulado por Teixeira, nunca apareció en el luminoso del Camp Nou. No les hizo falta a los culés redondear la goleada hasta los seis tantos porque superaron el partido con claridad y viajarán a Madrid cargados de buenas vibraciones. El 10-D, el fútbol español volverá a ser testigo de un partido que promete ser un verdadero espectáculo.

 

Ficha técnica


Barcelona: Valdés; Puyol (Alves, min.36), Mascherano, Abidal, Sergio Busquets (Keita, min.46), Xavi, Iniesta, Cesc (Pedro, mi.72), Cuenca, Messi y Alexis.

Levante: Munúa; Javi Venta (Rubén, min.64), Ballesteros, Del Horno (Gustavo Cabral, min.75), Juanfran, Farinós, Xavi Torres, Iborra (El Zhar, min.58), Valdo, Koné y Pedro López.

Goles: 1-0: Cesc, min.3. 2-0: Cesc, min.33. 3-0: Cuenca, mi.37. 4-0: Messi, min.55. 5-0: Alexis, min.60.

Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cantabro). Mostró tarjeta amarilla a Javi Venta (min.25), Ballesteros (min.32), Del Horno (min.42), Cesc (min.45) y Valdés (mi.90).

Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de Primera División disputado en el Camp Nou ante 79.361 espectadores. Antes del encuentro, se homenajeó al ex presidente del club Josep Suñol por el 75 aniversario de su muerte.

Andrés Iniesta. El número ocho del Barcelona tuvo en sus exquisitas botas la clave del partido. El centrocampista azulgrana asistió a Cesc, en el primero, y a Cuenca, en el tercero, para que el Barcelona encarrilase un partido que no tenía demasiada trascendencia sabiendo que dentro de una semana tienen que saltar al Santiago Bernabéu para poner a prueba su juego de tiralíneas frente a la explosiva eficacia del Real Madrid. Los de Pep Guardiola comenzaron su duelo ante el Levante sabiendo que los madridistas habían hecho los deberes en Gijón. Por ello, no quisieron tardar en mostrar sus armas y a los tres minutos se adelantaron en el marcador. El saque inicial fue del Levante pero el domino fue del Barcelona y es que los valencianos quisieron pero no pudieron romper el juego culé.

Levante UD