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La encrucijada económica atlética: deudas a un fondo de inversión y falta de liquidez
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LOS 12 MILLONES DE AZERBAIYÁN, MUY OPORTUNOS

La encrucijada económica atlética: deudas a un fondo de inversión y falta de liquidez

Afirmaba Miguel Ángel Gil Marín hace unos días en Dubai que si no fuera por los tan ahora en entredicho fondos de inversión, su equipo, el

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La encrucijada económica atlética: deudas a un fondo de inversión y falta de liquidez

Afirmaba Miguel Ángel Gil Marín hace unos días en Dubai que si no fuera por los tan ahora en entredicho fondos de inversión, su equipo, el Atlético de Madrid, no podría competir de cerca con los gigantes Real Madrid y Barcelona. Pero a la imagen exculpatoria que daba el Consejero Delegado le faltaba un elemento relevante como es que la deuda de la institución es superior a su presupuesto anual. Es decir, que esta novedosa, y sospechosa según la UEFA, financiación a través de agentes externos no viene sino a enmendar los errores cometidos de forma acumulada en gestiones pasadas. Con las cuentas saneadas no sería tan necesario compartir derechos de tus jugadores con extrañas entidades inversoras.

Y es que en el fútbol actual 120 millones de euros de presupuesto sigue siendo mucho dinero, por mucho que tus dos rivales más importantes en la Liga multipliquen por cuatro estas cifras. Pero la poca rentabilidad que le saca el club del Manzanares a los ingresos que genera viene explicada por la necesidad de cubrir su acuciante deuda, parte de la cual la tiene contraída con Hacienda y con un calendario de pagos estricto.

Hechas estas puntualizaciones, vamos al marco actual. El Atlético está constantemente rodeado de rumores sobre la marcha de sus jugadores más importantes. Estas Navidades al nombre de Falcao, eterno en este debate desde que viste de rojiblanco, se han sumado los de Arda Turan, Godín, Miranda o Adrián. Según ha sabido este diario, mientras las elucubraciones llenaban las páginas informativas, una realidad acuciaba a los dueños atléticos: la dificultad de pagar un importante plazo al fondo de inversión que intervino en el fichaje récord de Falcao, cerrado en el verano de 2011 por 40 millones de euros.

Un patrocinio en el momento oportuno

Desde hace años, la falta de liquidez es una incómoda habitante del Vicente Calderón. Acostumbrados están todos los empleados a que el dinero de sus nóminas se retrase unos días (o semanas) mientras la tesorería depende del inminente ingreso de alguna partida concreta. Con la crisis mundial y la dificultad para encontrar financiación clásica a través de los bancos, el club se encontró en un callejón estrecho y complicado, y en esas aparecieron Jorge Mendes y compañía con los fondos de inversión para que el ritmo de fichajes no se resintiera. El famoso representante portugués organizó la citada ceremonia de Dubai antes de Nochevieja, donde la defensa a ultranza de este sistema complejo para acometer contrataciones fue la tónica general. No es casualidad que se haga ahora, precisamente cuando las confederaciones internacionales UEFA y FIFA empiezan a mover su gigantesca maquinaria para erradicar del fútbol dichos métodos.

El callejón se vuelve sin salida cuando se acerca el vencimiento de una deuda con un fondo y tampoco se tiene dinero en la caja. Ahí aprieta la necesidad de un club capaz de generar tantos beneficios pero incapaz de abonar una cantidad que ya conocía desde hace más de un año. Por ello, se llegó a valorar la salida de algún jugador importante este enero, estando sobre la mesa incluso Arda, pero en esas los dirigentes se sacaron de la manga un importante acuerdo de patrocinio con Azerbaiyán, adelantado por el diario Marca, por el que el país caucásico pagará 12 millones de euros, cantidad muy similar a la que se debía al fondo.

Simeone, antes de renovar, vigila la situación

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Casualidad o no, pocas horas después de conocerse la exclusiva el 'Cholo' Simeone negaba en rueda de prensa una posible marcha del centrocampista turco en el mercado invernal, así como desde todos los frentes se ha asegurado la continuidad de Falcao y demás referentes del equipo hasta junio como mínimo.

Toda esta extraña situación institucional no es la ideal desde el punto de vista deportivo y Simeone, el hombre que ha logrado devolver a lo alto de la tabla al Atlético años después, espera expectante acontecimientos antes de decidirse a renovar, sabedor de que un buen puesto de trabajo no le va a faltar.

Mientras, Gil Marín defiende ante cualquiera que le pregunta que aunque los fondos sólo buscan beneficios económicos comprando derechos de futbolistas, son los clubes los únicos que pueden decidir el futuro de éstos. Pero tal afirmación parece demasiado ingenua en los tiempos que corren. El caso es que la verdadera encrucijada del Atlético de Madrid se encuentra en su fragilidad económica a pesar de sus importantes recursos, una vez recuperada la categoría deportiva que se le presupone. El efecto Simeone debe devolver al club a la Champions League, objetivo primordial de la nave rojiblanca para poder sobrevivir con su tren de vida, pero las cuentas del club las deben sanear otros, lejos de los terrenos de juego.

Afirmaba Miguel Ángel Gil Marín hace unos días en Dubai que si no fuera por los tan ahora en entredicho fondos de inversión, su equipo, el Atlético de Madrid, no podría competir de cerca con los gigantes Real Madrid y Barcelona. Pero a la imagen exculpatoria que daba el Consejero Delegado le faltaba un elemento relevante como es que la deuda de la institución es superior a su presupuesto anual. Es decir, que esta novedosa, y sospechosa según la UEFA, financiación a través de agentes externos no viene sino a enmendar los errores cometidos de forma acumulada en gestiones pasadas. Con las cuentas saneadas no sería tan necesario compartir derechos de tus jugadores con extrañas entidades inversoras.