Mourinho castiga la ‘pasividad’ de Kaká

El caso de Kaká es un asunto peliagudo y repetitivo para el Real Madrid. Cuando todo parecía que su culebrón podría tener su punto y final en este recién concluido mercado de invierno, nada de nada. Fluminense y, fundamentalmente, el Milan han pujado por la otrora estrella brasileña para hacerse con sus servicios a partir de este mes de enero. Pero, una vez más, el que fue Balón de Oro ha desechado salir del club de Chamartín. Su jugosa ficha de 10 millones de euros por temporada es demasiado atractiva como para perderla así de cualquier manera. Kaká debía rebajarse entre tres y cuatro millones su salario para recalar en San Siro, donde sigue siendo un auténtico héroe, pero el delantero ha decidido optar por la ‘pasta’.

Ante esta situación, y sobre todo por su rendimiento deportivo, José Mourinho ya le ha puesto la cruz. No cuenta para nada con él, y la prueba más evidente es que se ha vuelto a quedar fuera de una convocatoria, la de hoy ante el Granada. Desde que fue expulsado en el Reyno de Navarra ante Osasuna, Kaká no ha disputado ni un solo minuto y tan sólo el pasado miércoles fue al banquillo en el duelo de Copa ante el Barça. Evidentemente, ni calentó.

Desde el punto de visto deportivo (sí lo parece en lo económico), no parece muy lógica la actitud del jugador madridista, ya que su intención es disputar el Mundial de su país en el verano de 2014. Teniendo en cuenta que tiene contrato con el equipo blanco hasta 2015 y que, en función de lo visto sobre el césped, va a jugar más bien poco (o nada), buscar una salida sería lo más conveniente.

Eso sí, si Kaká pretende que alguien se acerque a sus pretensiones económicas actuales, lo tiene claro. Actualmente, el mundo del fútbol no derrocha el dinero como temporadas atrás, y los que lo pueden hacer no están interesados en un futbolista como el brasileño, que hace mucho tiempo perdió el cartel de estrella.

Ante esta situación, al Real Madrid y a Kaká se les puede hacer muy largas las dos temporadas y media que aún les resta de vinculación. La gran esperanza en la ‘casa blanca’ es que el próximo verano, ante la inmediatez del Mundial, el futbolista recapacite y busque una salida. Hasta entonces, Mourinho tiene claro que el crédito de Kaká en su equipo se ha acabado. Y bastante paciencia ha tenido el técnico portugués con un jugador que no ha aportadoprácticamente nada desde su mediática llegada al Santiago Bernabéu.