Mourinho se pone en manos de Sergio Ramos para salvar la temporada

José Mourinho quiere salvar la temporada, terminar de la mejor manera posible y para ello necesita al vestuario. El técnico sabe que los jugadores no están con él. Muchos de ellos han desconectado cuando hablan. Su mensaje no llega a los madridistas, que solo se motivan en los partidos importantes y en los que disputan en el Bernabéu, tal y como demuestran cada dos semanas en el campeonato de Liga. El mejor ejemplo de ello es la imagen ofrecida ante Osasuna y Granada. El portugués quiere poner remedio a esta situación y para ello se ha puesto en manos de Sergio Ramos. El objetivo que el ahora capitán en el terreno de juego por la ausencia de Iker Casillas, asuma galones y sirva de enganche del resto de compañeros.

El campeón del mundo y el técnico se han reunido en dos ocasiones. Tal y como contó El Confidencial, la que sirvió para restablecer una relación rota desde el principio de temporada fue la que mantuvieron días antes del partido de Málaga, el de la suplencia de Casillas. Uno y otro hablaron, se dijeron muchas cosas a la cara pero de ese encuentro nació un punto de entendimiento y de compromiso de ayuda. 

La segunda charla tuvo lugar a raíz de la expulsión de Sergio Ramos en el partido ante el Celta. Lejos de reprochar la reacción del central, Mourinho volvió a hablar con el segundo capitán e incluso le invitó a tomarse unos días de descanso durante la sanción. En las dos reuniones también se hablaron de temas tácticos y de convivencia, así como de otros jugadores como Özil pero lo que buscó el técnico fue motivar y sumar a Ramos para su causa. El andaluz recibió el mensaje y es el primero que está intentando que el vestuario se olvide de rencillas y peleen por el objetivo común, que no es otro que el de no terminar la temporada a cero en el casillero de títulos.

La relación que segundo capitán y técnico han mantenido durante la presente temporada no ha sido nada sencilla. Desde el mes de septiembre han tenido diversos encontronazos. El primero llegó tras el partido ante el Sevilla y que terminó con derrota blanca. Mourinho le señaló en el descanso y después en sala de prensa. La consecuencia llegó días más tarde cuando Ramos fue suplente ante el Manchester City, gesto que fue tomado como una afrenta por el defensa. La segunda gran batalla tuvo lugar tras un incidente que Mou tuvo con Özil en el descanso del partido ante el Deportivo y por el cual al siguiente partido el defensa jugó con la camiseta del alemán debajo de la suya. 

La misión que el defensa tiene por delante no es nada sencilla. La distancia que existe entre algunos jugadores y el entrenador es casi abismal, tanto como para que muchos dijeran en los primeros días de enero: "Menos mal que sólo nos quedan cinco meses de aguantarle". Una frase que repetían en diferentes foros y sin importarle mucho los receptores del mensaje. En las últimas semanas Ramos se ha acercado mucho a Cristiano Ronaldo obteniendo una respuesta positiva del portugués, más comprometido que nunca con el Real Madrid, tanto como para dar marcha atrás y aceptar la ampliación de tres años de contrato propuesta por Florentino Pérez y a la que ha dado el sí.