El Real Madrid se quita el disfraz de Robin Hood y decide no regalar nada al Celta

Un penalti tan claro como absurdo cometido por Javi Varas sobre Kaká sirvió para que el Real Madrid mantenga distancia con el Barcelona y se ponga por delante del Atlético de Madrid meses después,demostrando que el equipo de Mourinho no piensa regalar nada en lo que queda de Liga por mucho que sólo ponga en juego su honor. El Celta lo intentó por tierra mar y aire, pero sucumbió ante el poder ofensivo de jugadores como Cristiano Ronaldo y Kaká. El equipo gallego sigue en descenso, pero el compromiso de Abel de salvar al Celta se iniciaba a partir de esta jornada. Tiempo tiene. Ante el Real Madrid lo tuvo cerca, pero el larguero impidió que se llevara, al menos, un punto tras un cabezazo de Chu-Young. Los dos goles de CR7 dejaron en nada el esfuerzo de los de Abel y el gol de Iago Aspas.

Este Real Madrid tiene vergüenza, dignidad. Tras 20 minutos de relax, de verlas venir de algunos de sus jugadores, la segunda línea de Mourinho decidió que ya era el momento de meterse en el partido, de buscar los tres puntos. Todo hacía indicar que el equipo madridista ejercería de Robin Hood por aquello de dar a los necesitados, pero la profesionalidad de gente como Cristiano Ronaldo, Diego López, Callejón y un renacido y mucho más afinado Marcelo, terminaron con un Celta que plantó cara en todo momento y que quizás mereció algo más, pero que terminó inclinándose ante la pegada del Real Madrid. Nada de regalos por mucho que lo necesitara el equipo gallego.

Mourinho tiró de muchos suplentes y dio la titularidad a Modric, etiquetado como salvador por lo hecho ante el Manchester. El croata volvió a jugar de mediocentro y regresó a su línea insípida de antaño. Le cuesta jugar tan lejos de la portería contraria, pierde eficacia.

El partido se inició con exhibición de un crecido Diego López. Hasta en cuatro ocasiones el portero gallego se tuvo que emplear y lucir ante el acoso de un Celta que salió decidido a asustar a un Real Madrid que todavía tenía la mente en el Teatro de los Sueños de Manchester. A los 50 segundos Iago Aspas dejó claro que el equipo de Abel iba a vender muy cara la derrota. Repitió 10 minutos después tras una pifia de Pepe, para inmediatamente repetir Álex López. El portero madridista sudaba, Mourinho no se creía lo que veía y más cuando De Lucas casi bate a Diego López en el minuto 21.

La segunda línea madridista, es decir, los suplentes, estaban quedando en entredicho. La pelota no la veían, bueno si en los pies de los jugadores de un Celta al que Abel colocó con una defensa más que adelantada, movimiento que sorprendió a los cuatro jugadores ofensivos del Real Madrid que en la primera mitad cayeron en siete ocasiones en fuera de juego. Hasta mediada la primera mitad no sabían qué hacer y cómo atacar ese atrevimiento de Abel.

El que despertó a la tropa blanca fue Cristiano Ronaldo, encontrando su disparo desde fuera del área con Javi Varas, en el inicio del recital del portero cedido por el Sevilla, tal y como comprobaron Benzema, CR7, Marcelo, Khedira, Callejón... El dominio de los madridistas era total, pero todos se estrellaban en Javi Varas o en el larguero, tal y como comprobó el delantero portugués. La defensa adelantada planteada por Abel dejó de ser efectiva en el momento en el que Özil y Benzema supieron leer los movimientos de sus compañeros, pero sin acierto ante el sevillano. Igualada en el descanso. Justa por lo hecho en el inicio por el Celta y por el Real Madrid en el tramo final. 

El juego sin control, en el que se suele imponer la pegada de cualquiera de los equipos, fue lo que se impuso en la segunda parte. El mejor reflejo de ello llegó cuando Ronaldo adelantó al Real Madrid en el minuto 61, para que empatara Iago Aspas 60 segundos después. Golpe va, golpe viene. Ni la entrada de Xabi Alonso por el lesionado Khedira sirvió para poner orden. El escenario era el ideal para el equipo de Mourinho maneja a la perfección, pero los contantes despistes de la defensa incluido un Diego López que perdió el sitio tras el descanso, llevó al Real Madrid a sufrir en demasía. No cerraba el partido en el área de Javi Varas y sufría en la suya.

Ese carrusel de ocasiones que uno y otro equipo tuvieron pudieron inclinar el partido hacia cualquier lado. La mejor demostración de ello fue la que tuvo Higuaín a puerta vacía en el minuto 86, para tres después fue el coreano Chu-Young el que se encontró con el larguero tras fallo de Diego López. Al Celta le condenó la falta de puntería, algo que se lleva repitiendo durante toda la temporada. Al menos, en esta ocasión, trato de igual a igual a la segunda línea madridista.

Ficha técnica:

1 - Celta de Vigo: Javi Varas; Jonny, Demidov, Túñez, Roberto Lago; Borja Oubiña; Augusto Fernández, Alex López (Pranjic, min.55), Quique de Lucas (Bermejo, min.60), Krohn Dehli (Park, min.80); Iago Aspas.

2 - Real Madrid: Diego López; Essien, Albiol, Pepe, Marcelo; Khedira (Xabi Alonso, min.46), Modriç; Cristiano Ronaldo, Ozil, Callejón (Kaká, min.65); Benzema (Higuain, min.65).

Goles: 0-1: M.60: Cristiano Ronaldo; 1-1: M.63: Iago Aspas, 1-2: M.71: Cristiano Ronaldo, de penalti.

Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán). Mostró tarjeta amarilla a Quique de Lucas, Javi Varas por parte del Celta de Vigo, y a Albiol por parte del Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima séptima jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 30.000 espectadores.