El Barcelona rompe con Guardiola: el equipo ya no repudia el "contragolpe"

Pep Guardiola marcó pronto la línea que separaba el bien y el mal futbolístico para el Barcelona: “Nosotros no especularemos nunca. Aquí no hay otra opción que atacar y los jugadores lo saben. Es el estilo innegociable de este equipo”. Con semejante mensaje, todo lo que no fuera alinearse del lado del entrenador era un ‘suicidio’. Los resultados y la montonera de títulos que siguieron al camino marcado por el exentrenador azulgrana convirtieron su mensaje en dogma de fe en Can Barça.

Bajo el mantra repetido de “el estilo es innegociable” para el Barcelona, se generó un rechazo general en el barcelonismo contra los equipos que apostaban por el contragolpe como arma para defenderse de la hegemonía azulgrana. El estilo opuesto era demonizado por jugadores como Xavi, Piqué, Iniesta, Messi…

Los pesos pesados del vestuario rechazaban de lleno a equipos como Chelsea o Inter. Por no hablar del Real Madrid de Mourinho. Cómo olvidar esta dura crítica de Xavi: "Un club rico no puede jugar como el Real Madrid de Mourinho". Todos estos equipos, por supuesto, apóstoles del contraataque, la única fórmula que ha logrado hacer descarrilar al Barça.

El tiempo, sin embargo, ha sido tozudo con el Barcelona y su empeño en persistir en un estilo que tienen descifrado sus rivales hace tiempo. El ataque como única vía hacia la victoria ya no vale. Si tropiezas tantas veces en la misma piedra ante equipos que te esperan y te ganan al contragolpe, quizá el equivocado seas tú. Eso es lo que les ha hecho ver Gerardo Martino. Y parece que los jugadores están dispuestos a modificar sus otrora innegociables creencias. El ataque es importante, pero no lo es todo. Ahora, todos los caminos hacia el triunfo son válidos. Hasta el contraataque.

Gerard Piqué fue el primero en allanar el camino: “Quizá hemos sido esclavos del tiki-taka”, dijo en una entrevista reciente concedida a La Gazzetta dello Sport. “Martino nos está dando otras alternativas”, sentenció. Ha sido, sin embargo, Leo Messi el encargado de terminar con el tabú y ligar al estilo de juego del Barcelona ala palabra contragolpe. Como quien no quiere la cosa, el crack azulgrana anunció después del partido ante el Ajax una nueva era a sus aficionados: “Hay partidos que son complicados y hay que esperar y salir al contragolpe".

A rebufo de Messi todo es más fácil. Si el mejor jugador del mundo da su bendición a utilizar el contraataque como recurso en el juego del equipo, quién es Dani Alves para contradecirle. “Si no puedes presionar a la perfección a lo mejor hay que dar un paso atrás”, advirtió el lateral en los micrófonos de BarçaTV. Unas palabras que marcan una distancia sideral con aquellas de Guardiola al anunciar su credo como entrenador del Barça: “Nosotros no especularemos nunca”.

La llegada de Gerardo Martino, por lo tanto, ha sido como un soplo de aire fresco para un Barcelona que vivía demasiado ligado a los dogmas de sus dos anteriores entrenadores. En el término medio está la virtud. Ese es el mensaje que ha trasladado el Tata al vestuario abriéndoles los ojos ante la necesidad de evolucionar un estilo que en las últimas temporadas ha dado claros síntomas de agotamiento. Basta con repasar lo ocurrido en la Champions el año pasado para entender que el Barça necesita de un plan B.