Casemiro, la estrella que irrumpió en pretemporada y ahora parece fundida

Fue uno de los jugadores que irrumpió con más fuerza en la pretemporada blanca. Casemiro, repescado para el fútbol tras una época de zozobra en Brasil, había asombrado a toda la entidad en la pretemporada. Ausente Xabi Alonso más de la cuenta por la fractura del quinto metatarsiano del pie derecho, se tenía tranquilidad en el Real Madrid. Con Illarramendi, Casemiro, Khedira y Modric la posición de 5 se creía cubierta. El mismo Carlo Ancelotti se maravilló de las prestaciones del brasileño en la preparación del equipo en Estados Unidos. Llegada la competición oficial, como a los tres compañeros llegados del Castilla, su estrella se ha apagado. Sorprende además su poca presencia dadas las dudas que sigue teniendo el cuerpo técnico madridista en el centro del campo, donde no se ha asentado ninguna de las parejas probadas por el técnico italiano.

Con cartel de segundón, a la sombra de los otros veteranos en su posición como Modric O Khedira, no hizo ruido su presencia en el primer equipo. La opción de compra ejercida por Florentino Pérez (había llegado cedido del São Paulo) se acogió entre la incredulidad y la incertidumbre. Poco se sabía de un jugador que apenas había disputado un partido con el primer equipo. No había tenido tampoco el aparato mediático de otros fichajes con más pompa como el de Isco o Illarra, llegados tras convertirse en campeones de Europa sub-21 con España. Le acompañaba además su fama de jugador conflictivo tras abandonar uno los equipos punteros de Brasil para aterrizar en un filial español.

Tras entrar de puntillas en la pretemporada, pronto comenzó a llenar titulares durante el período estival. Armado para jugar por delante de la defensa, en la posición de pivote, no rehuía el trato del balón, dando muestras en cada acción de un gran sentido colectivo. Illarramendi, entre algodones durante toda la preparación por causas algo confusas, parecía perder el sitio por un brasileño que en Europa apenas tenía nombre pero que dos años atrás si se hizo notar en Brasil. Coincidió en las categorías inferiores con estrellas rutilantes de la talla de Lucas Moura o Neymar. Hasta tal punto tuvo fuerza su nombre que, tras ser eliminada la selección brasileña en la Copa América de 2011, encabezó la lista de una serie de futbolistas emergentes llamados a renovar un combinado nacional venido a menos.

Llegada la competición inicial, apenas ha entrado en los planes de Carlo Ancelotti. De los ocho partidos disputados en Liga, apenas ha tenido momentos sobre el césped. Sólo ha participado en tres partidos, sumando en total ochenta minutos. Su situación no es distinta a la de los otros dos canteranos llegados del filial madridista. Morata y Jesé, pese a la notoriedad que alcanzaron sus minutos del pasado sábado frente al Levante, apenas cuentan con 75 y 34 minutos en el campeonato nacional de Liga.

Solía decir Jorge Valdano, acerca de la premura con la que la opinión pública pide la inmediata presencia de las jóvenes estrellas, que en el fútbol casos como los de Messi o Raúl son extraordinarios. Que, con demasiada frecuencia, a imagen de lo que ocurre en el Atlético de Madrid con Oliver Torres, se suele perder el respeto a los tiempos. Nada extraño en un deporte que vive con tanta intensidad el presente como pronto olvida el pasado. En la entidad sigue creyendo que es cuestión de tiempo que los jóvenes encuentren su sitio entre tanta estrella.