El Atlético prepara el derbi con ambiente y nervios de gran final

Hace menos de un año, el Atlético de Madrid conseguía romper una larga racha negativa ante el eterno rival que quedará marcada en su historia. El escenario ‘elegido’ para doblegar al Real Madrid fue difícilmente mejorable, una final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu, partido para el cual Simeone decidió meter a sus hombres en un ‘túnel’ los días previos al duelo para alejarles de la presión.

El domingo recibe al conjunto blanco en un partido que, pese a ser de Liga, tiene semejanzas con aquél por la relevancia simbólica de su resultado. El Cholo lo sabe, y por ello trata de focalizar su trabajo en un objetivo claro: que la tensión y los nervios no les acaben jugando una mala pasada.

El técnico argentino vive el primer envite decisivo en el camino hacia la posibilidad de pelear la Liga hasta el final. Hace tiempo que los grandes resultados que se vienen cosechando han dejado su manido mensaje del ‘partido a partido’ como algo obsoleto, incapaz de calmar las altas expectativas que ha levantado el Atlético. En esta nueva situación, se le reclama a su equipo que compita de tú a tú ante el Madrid, que no se vuelva a la vieja dinámica de derrotas que duró 14 años.

Con los dos partidos perdidos lejos de casa y la eliminación copera a manos precisamente del conjunto de Chamartín, han aparecido en el día a día rojiblanco las dudas, elemento que irremediablemente eleva el nerviosismo de una plantilla y de un cuerpo técnico que, en su mayoría, son nuevos en estas sensaciones, al menos en España.

De ahí que por las dependencias privadas del Cerro del Espino se haya levantado un ambiente de gran final, mayor incluso al habitual antes de cualquier derbi. Si una victoria traería la euforia y reforzaría de nuevo un proyecto que empieza a notar las secuelas del desgaste y la presión del que gana a menudo, una derrota podría suponer el primer paso a la desintegración de todas esas ilusiones. No sería la primera vez en su historia que en el club del Manzanares, con la llegada de la primavera, todo lo que pareció durante meses de color de rosas se acabe marchitando y tirando al cubo de la basura en cuestión de dos o tres semanas.

Mucho más que tres puntos

Esa es la sensación que trae escalofríos de nerviosismo a los responsables colchoneros a la espera de que lleguen las cinco de la tarde del domingo. Superar esta prueba supondrá una de las muescas más importantes en la carrera de la gran mayoría de jugadores del Atlético. Y también en la del Cholo Simeone, situando la proeza a la altura del título conquistado la pasada campaña. El empate es el resultado bisagra, capaz de contentar a los dos equipos y permitir que los rojiblancos sigan en la lucha a la espera del Clásico del día 23, para saber cómo enfocar el final de la temporada.

La Champions se sigue viendo como un premio, mayor, pero un premio, donde se tratará de llegar lo más lejos posible. Pero es la Liga la competición que el vestuario se conjuró en noviembre para pelearla hasta el final, hasta esos últimos cinco partidos a los que han hecho referencia varias veces los propios atléticos.