Sólo la pegada blanca saca brillo al Real Madrid ante la tierna camada de Paco Jémez

Sólo una estampida de Ronaldo, que entró como un búfalo en el área del Rayo, levantó a la parroquia blanca de sus asientos. Las victorias de los dos rivales en la pugna por el título de Liga, Barça y Atlético de Madrid, le quitó picante al encuentro. Con el gol del portugués, pareció el Madrid quitarle vatios al encuentro, como si se reservara para encuentros de mayor enjundia. El próximo sábado en Anoeta sin ir más lejos. Tras un primer cuarto de hora a todo gas, los locales se guardaron esfuerzos.

Tras levantarle el Barça seis puntos en la última semana, cunde cierta sensación de desánimo en el equipo de Ancelotti. Del convencimiento de enterrar a los azulgranas en el Clásico el cuento se ha tornado en pesadilla. Arrecian las urgencias ante el paisaje de un nuevo curso claudicando en Liga. Sólo dos semanas atrás el entusiasmo en el equipo era desbordante. Tras dos derrotas volvió el ruido sobre el estamento arbitral, regresó el debate sobre la portería,comenzó a cuestionarse el estado físico de Xabi Alonso y se vuelve a dudar de Bale.

No precisó de su mejor versión el equipo de Ancelotti ante el Rayo, académico en su propuesta, correcto a la hora de conceder espacios perosin el atrevimiento preciso a la hora de pisar el área defendida por Diego López, fiscalizado de nuevo en una semana donde se ha vuelto a poner en entredicho su puesto en la portería blanca. Sin la batuta de Modric, Ancelotti dio carrete a Illarramendi, jugador con el que entiende que el equipo mantiene el equilibrio en el centro del campoal tener mayor capacidad de vuelta en el repliegue que Isco, de nuevo en el banco.

Otro fogonazo en el segundo acto, culminado por Carvajal, permitió al Madrid acostarse en la hamaca en la búsqueda de nuevos retos. Enfrente, Paco Jémez agitó el cesto dando pista a Jonathan Viera en lugar de Bueno. Con el partido en el zurrón, consciente Ancelotti de mantener enchufado a todo el plantel, dio entrada a Isco por Illarramendi, correcto el vasco como el resto de sus compañeros.

Fue un Madrid de entretiempo, sin mayor ánimo que de cumplir su cometido a la espera de una nueva oportunidad de recortar terreno con la cabeza. Con el partido descorchado, y dimitido el Rayo, emergió Bale para ganar confianza. Un remate a puerta vacía y una entrada a todo trapo desde campo propio le permitió al galés firmar un ‘doblete’. No faltaron sus goles, sin embargo le faltó vuelo toda la noche, desconectado en la banda derecha sin influencia notoria en el juego.

Abrochada la victoria, se sumó a la fiesta Morata con un latigazo para redondear una tunda en vísperas de la visita del Borussia Dortmund. Un Madrid parco solventó la obligación ante el Rayo a la espera de que vuelva el duende al grupo.

Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Illarramendi (Isco, m.62), Di María (Casemiro, m.69); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.73).

0 - Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Borja López, Rat; Saúl, Trashorras, Iago Falque, Alberto Bueno (Viera, m.59), Rochina (José Carlos, m.24) y Larrivey (Longo, m.69).

Goles: 1-0, m.15: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.55: Carvajal. 3-0, m.68: Bale. 4-0, m.70: Bale. 5-0, m.77: Morata.

Árbitro: Delgado Ferreiro (comité vasco).

Incidencias: encuentro correspondiente a la 31a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 56.674 espectadores. Llovió durante todo el partido.