Es noticia
La Real se crece ante la adversidad y hace morder el polvo a un Atlético descontrolado
  1. Deportes
  2. Fútbol
segunda derrota en liga de los rojiblancos

La Real se crece ante la adversidad y hace morder el polvo a un Atlético descontrolado

Segunda derrota en liga de los rojiblancos en Liga en un partido que empezó con el error de la Real y acabó con un Vela magistral y el testarazo de Aguirretxe

Foto:

A la séptima llegó el pinchazo. Tras seis victorias de forma consecutiva, el Atlético de Madrid se reencontró con sus fantasmas. Los mismos que se quedaron en Mestalla hace más de un messobrevolaron Anoeta, fortín colchonerodurante los últimos cuatro años,de la manera más inoportuna posible. Con Griezmann incrédulo en el banquillo, se enfrascaron en una lucha intensa ante una Real Sociedad sin margen de error en el estreno de Asier Santana como interino. Y en lugar de manejar con tablas la situación, los rojiblancos perdieron el norte tras el regalo que dio paso al gol inicial de Mandzukic. Pero la reacción inmediata de Vela derrumbó sus perspectivas. Descontrolados y más pendientes de devolver el mamporro al contrario que de jugar, Vela asumió el bastón de mando para abrir en canal el partido tras la expulsión de Siqueira, presa de la ansiedad. Con uno menos, no había lugar al peligro. Sí para eldespiste que fue castigado con el testarazo de Aguirretxe (2-1).

El Cholo no se amilanó y, como se podía llegar a intuir, dejó en el banco a Antonie Griezmann en el día de la vuelta a casa del francés. Perro viejo, no quería que el hombre que poco a poco se acerca a las expectativas puestas sobre él, se perdiera en una nebulosa de sentimientos y emociones. En el flanco donostiarra, el lío en la zona noble de Anoeta era ostensible. Mientras David Moyes convencía a su mujer de que una vida fuera de las islas también podría ser agradable, el equipo ‘txuri urdin’ iniciaba una guerra consigo mismo que se saldó con un triunfo merecido. Después de aquella noche de lujuria goleadora ante la versión más dispersa del Real Madrid hasta la fecha (31 de agosto), tres empates (Celta, Córdoba y Valencia) en ocho partidos para dar comienzo a un deprimente arranque de curso que le había devuelto a los puestos de descenso tres años después. Una semana después, resucitan, cogen aire y abandonan la zona crítica.

Viendo las siete faltas en los primeros ocho minutos de partido, todo parecía indicar que asistiríamos a una lucha en el barro. El pan nuestro de cada día para un Atlético que a pesar de recuperar su esencia quedó reducido a escombros por un ímpetu y una falta de autocontrol poco habitual en ellos. Y eso que la vaguedad de la zaga donostiarra sirvió en bandeja un gol tempranero que mitigó la habitual angustia que marca los destinos rojiblancos. Una pérdida de balón en tres cuartos de campo, la aprovechó Juanfran para combinar con Raúl García. En el vértice del área, el atacante navarro la puso sin mirar, consciente de que el foco ofensivo aguarda en el segundo palo. El balón giraba con imponente rosca mientras Míkel González y Carlos Martínez caían en sincronía y dejando a Mandzukic con el fusil preparado para ajusticiar a quemarropa a un Zubikarai vendido.

La Real intentó revertir el orden y lo consiguió de manera casi refleja. Y lo lograría cinco minutos después. La defensa del Atlético musitaba sobre el frío otoño en San Sebastián cuando un saque de banda cayó en los pies de Carlos Vela. El mexicano avanzó sin oposición hasta el balcón del área y conectó un elegante zurdazo con el interior que dibujó una exuberante parábola que dejó petrificado a Moyá a todo el equipo rojiblanco. Sutileza con visos de genialidad para recuperar la sonrisa. Asier Santana celebraba con rabia junto a su staff un tanto que hacía justicia con un equipo que, por juego, no ha merecido el hostigamiento que ha venido sufriendo en los últimos tiempos.

Un crecimiento ante la adversidad encomiable. El gol encrespó el ambiente de sobremanera. Arda se revolvía ante Yuri tras una entrada del exjugador del Eibar. Juanfran fue a relajar el ambiente pero vio que la cosa no tenía solución y se unió al desafío chabacano. “Quite las manos de ahí”, se leía en los labios del colegiado mientras Gabi, en su papel de capitán, trataba de disculpar a sus compañeros con un ‘perdónales Dios, que no saben lo que hacen’ que no surtió efecto. Tras un cuarto de hora de juego, Álvarez Izquierdo ya había amonestado a tres jugadores colchoneros (Mario Suárez, Arda y Juanfran). Preocupante balance para un equipo propenso al cuerpo a cuerpo. Acciones con poco de futbolístico pero que sirvieron de arenga a los locales, sabedores de que peor no podían ir las cosas.

Cuando las aguas parecían calmarse, siempre manteniendo altos los niveles de anarquía e imprecisión, llegó el incomprensible colapso de Miranda. En un pase hacia atrás en posiciones defensivas sin aparente peligro, el central brasileño desguarneció la retaguardia y a punto estuvo de liarla. Aguirretxe recogió el guante, regateó a Moyá y remató con la zurda con el arco vacío. Pero cuando Anoeta se relamía pensando en una remontada exprés, emergió la figura de un Godín imperial. El zaguero uruguayo se deslizó sobre el césped para evitar que el esférico traspasara la línea de gol. El propio Godín venía de arriesgar con una entrada sobre Vela, con mucho el mejor de la noche, dentro del área que incomprensiblemente se saldó con amarilla para el jugador realista. El estupor de los miembros del banquillo de la Real estaba justificado. Como había ocurrido anteriormente, la acción dio paso a otro arreón donostiarra con el que concluyó un primer acto plagado de frenesí donde el Atlético a remolque y empequeñecido ante la abrumadora entrega de una Real valiente y decidida.

A la vuelta de la caseta, la batalla se reanudó con más intensidad si cabe. Siqueira se despidió del choque con dos entradas extemporáneas sobre Xabi Prieto y Vela. Roja merecida, por mucho que Raúl García (amarilla de regalo) se desgañitara con el línea reclamando no sabemos qué. La reestructuración del esquema de Simeone dejó a Mario Suárez con cara de pocos amigos poniéndose el anorak en la banda y a Cristian Ansaldi recomponiendo la zaga. Mientras, la Realreafirmaba su candidatura con Vela partiéndose el pecho contra la defensa atlética. Una insolencia de la que salió mal parado tras un choque con Mandzukic. La roca que tiene por hombro el croata le dio de lleno en el morro, derramando sangre a borbotones.

El bermejo lateral argentino fue la única vía de peligro de los colchoneros. Un centro desde la derecha encontró a Mandzukic tirando el desmarque hacia el punto de penalti. El ‘killer’ se llenó de balón y su disparo se fue arriba. La tensión dejaba verse en cada acción y los pitos de la grada se apoderaban del ambiente (34 faltas, 17 para cada equipo,y 10 tarjetas). Sin embargo, la cara del Cholo rezumaba parsimonia. Tras cabecear un balón que se perdió por línea de banda, el técnico reconoció su frivolidad y se disculpó con el trencilla. El mundo al revés. El argentino veía que su equipo era incapaz de genera peligro y pareció conformarse con una igualada más que digna visto lo visto sobre el verde. Pero a la Real, con Vela como pez en el agua jugando por detrás del punta, tenía una bala en la recámara.

A ochos minutos del final, un centro de Zaldua, reconvertido como carrilero zurdo por los problemas de tarjetas de Yuri, desde la izquierda fue directo a la cabeza de Aguirretxe que cabeceó en las narices de Miranda para derribar el muro de Moyá por segunda vez. Y sólo así, con el agua al cuello, Simeone decidió dar entrada al hombre que había llenado más páginas de previa durante la semana. Griezmann (Arda) volvió por la puerta de atrás a la que fue su casa durante los últimos diez años junto al Cebolla (Gabi). Nadie podía levantar la situación. Más nervios, más impotencia, más entradas y una derrota que despega al Atlético de un líder reafirmado tras la disputa de la undécima jornada.

Ficha técnica:

2 - Real Sociedad: Zubikarai; Carlos Martínez, Mikel, Iñigo Martínez, Yuri (Zaldua, min. 55); Bergara, Granero, Xabi Prieto; Chory Castro (Hervías, min. 83), Agirretxe, Carlos Vela (Zurutuza, min. 86).

1 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godin, Siqueira; Gabi (Cebolla Rodríguez, min. 84), Mario Suárez (Ansaldi, min. 53), Koke; Arda Turan (Griezmann, min. 84), Raúl García, Mandzukic.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Expulsó a Siqueira en el minuto 50 por doble amonestación. Tarjetas amarillas a Yuri, Vela, Mario Suárez, Arda Turan, Juanfran, Gabi y Koke.

Goles: 0-1, min. 10: Mandzukic. 1-1, min. 14: Carlos Vela. 2-1, min. 82: Agirretxe.

Incidencias: Partido de la undécima jornada de liga en Primera División, disputado en el estadio de Anoeta ante 22.768. 35.920 euros de recaudación. Césped en perfectas condiciones a pesar de la lluvia caída durante la tarde.

A la séptima llegó el pinchazo. Tras seis victorias de forma consecutiva, el Atlético de Madrid se reencontró con sus fantasmas. Los mismos que se quedaron en Mestalla hace más de un messobrevolaron Anoeta, fortín colchonerodurante los últimos cuatro años,de la manera más inoportuna posible. Con Griezmann incrédulo en el banquillo, se enfrascaron en una lucha intensa ante una Real Sociedad sin margen de error en el estreno de Asier Santana como interino. Y en lugar de manejar con tablas la situación, los rojiblancos perdieron el norte tras el regalo que dio paso al gol inicial de Mandzukic. Pero la reacción inmediata de Vela derrumbó sus perspectivas. Descontrolados y más pendientes de devolver el mamporro al contrario que de jugar, Vela asumió el bastón de mando para abrir en canal el partido tras la expulsión de Siqueira, presa de la ansiedad. Con uno menos, no había lugar al peligro. Sí para eldespiste que fue castigado con el testarazo de Aguirretxe (2-1).

Diego Simeone
El redactor recomienda