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Cristiano e Isco salvan los platos en un partido tedioso del Real Madrid en Getafe
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tres puntos que parecían escaparse

Cristiano e Isco salvan los platos en un partido tedioso del Real Madrid en Getafe

El equipo se volvió a dormir en la segunda mitad y desaprovechó el gol que había marcado Benzema en su reaparición. Cuando entró el malagueño, suplente esta vez, encontró el pase para rectificar

Foto: Cristiano celebra su gol. (EFE)
Cristiano celebra su gol. (EFE)

El Real Madrid se presentó en Getafe con una versión de sí mismo muy reconocible. Los de Zidane, en Liga, este año son así, un poco cansinos, con momentos lúcidos, sí, pero también fases del partido en el que pierden el control y la paciencia. El equipo que el año pasado se llevó el campeonato era muy fiable, controlaba los partidos y daba la sensación de que ocurriese lo que ocurriese terminaría llevándose el gato al agua. Esta temporada ya no tanto. Se llevó los tres puntos de Getafe, que llegan como agua de mayo para un equipo que no se puede permitir muchas más alegrías. No es que no mereciese ganar, en el cómputo general fue superior a su rival, pero la versión mostrada no es para hacer felices a sus aficionados.

El primer tiempo fue blanco, principalmente por el regresado Benzema. Ha estado un tiempo lesionado y, al volver, se encontró un partido de esos en los que está bastante cómodo. Con la defensa cerrada del Getafe y el balón en los pies, es bien capaz de abrir huecos y distribuir el juego. Mucho más cómodo que, por ejemplo, Asensio, que un partido más se mostró irrelevante en el partido. El físico no le está acompañando, pero también es cierto que aún no sabe leer las defensas como su compañero francés.

Zidane había decidido agitar un poco el once y buscar hombres que estuviesen descansados o, lo que es lo mismo, que estas semanas de selecciones se hubiesen quedado en Madrid. Ahí apareció Lucas Vázquez, un jugador voluntarioso cuyo nivel está por debajo de la mayoría de sus compañeros. La pide, lo intenta y, cuando está rápido, es hasta peligroso, pero vale más como relevo para un rato que para imponerse 90 minutos.

También le pasa algo similar a Marcos Llorente, a quien se le pide ser Casemiro y, por el momento, no lo es. Puede ser, en su caso, solo una cuestión de madurez, tiene el físico y el fútbol para llegar a ser un jugador importante, pero ahora mismo se queda a medias. El que sí puede dar para sonreír es el joven Achraf, que en su segundo partido sustituyendo a Carvajal cumplió con nota. Es un lateral largo, de zancada poderosa y con desparpajo para pedirla.

Foto: Isco y Cristiano hablan en el campo. (EFE)

En la primera mitad, cuando aún todos estaban frescos, el Madrid acosó al Getafe. Pudo marcar varios goles, pero no lo hizo. Solo encontró un tanto de Benzema cuando ya quedaba poco para irse a descansar al vestuario. El francés se aprovechó de un error de Cala, demostró que sus pisadas son poderosas y remató con muchísima clase cruzando el balón hasta la red. Un poco de confianza para un jugador que lleva ya una década siendo importante para su equipo. Un histórico del club, con todas las de la ley.

El equipo forzaba corners, encontraba posiciones pero ocasiones claras, la verdad, pocas o casi ninguna. Esa es la diferencia fundamental del Real Madrid con respecto a otros años: ha perdido capacidad de amedrentar a los rivales. El vértigo que provocaba en otros tiempos ahora no está, el equipo es más previsible, también en Getafe la sensación se vio acuciada por la ausencia de Modric e Isco, que al fin y al cabo son los más creativos del plantel.

En el segundo tiempo el nivel fue peor aún, no solo del Madrid sino del partido en sí. Se volvió todo lento, pesado, cansino, un mundo en el que no se encadenaban dos pases ni tres carreras. Seguían dominando los de Zidane, que son más equipo del Getafe, pero más con un interés de que el tiempo fuese pasando que con la intención de encontrar la portería de Guaita. Y así, en ese trote cochinero, llegaron los azulones y empataron el partido.

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GRA206. GETAFE (MADRID), 14 10 2017.- El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema (c) celebra con sus compañeros Marco Asensio (i) y Lucas Vázquez (d), su gol marcado ante el Getafe correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander disputado hoy en el Coliseum Alfonso Pérez. EFE Fernando Alvarado

El gol ilegal del Getafe

Era el minuto 56 y un centro que nunca debió de tener peligro se terminó convirtiendo en gol. Jorge Molina, el delantero del Getafe, estaba en fuera de juego. En justicia el árbitro tenía que haber invalidado la jugada, pero que el árbitro falle no carga de razones a un equipo como el Real Madrid. Los blancos deben dominar más, ser más contundentes y poderosos. Si eso ocurriese la distancia con equipos como el Getafe sería mayor y el problema nunca sería el árbitro. En fin, que se ponía empate en el marcador y, consecuentemente, la Liga aún más cuesta arriba.

Se ha encontrado el Madrid este partido en diversas ocasiones esta temporada, especialmente en su estadio. Hay un punto en el que se han dormido tanto que les cuesta enchufarse de nuevo. Sería aceptable esto si los ratios goleadores fueran los del pasado, pero en una temporada en la que están sufriendo para marcar más de un gol cualquier despiste es la pena capital. Esta vez, sin embargo, el equipo tenía solución. Entró Isco y se empezaron a ver pequeñas cosas con más sentido. Es un jugador en estado de gracia, dulce en lo físico y superdotado en lo futbolístico.

Foto: Zidane junto a Cristiano Ronaldo en el último partido del Madrid ante el Espanyol. (EFE)

Iba pasando el tiempo y los nervios crecían, pero en el minuto 85, cuando ya parecía que se encaminaban a otra tarde de malas caras, un pase profundo suyo encontró a Cristiano Ronaldo. Una pequeña obra de arte que el luso supo transformar en su primer gol de la temporada. Suena raro pensar que hasta el minuto 85 del octavo partido de la temporada el luso no haya sido capaz de marcar gol. Se explica con su sanción y, también, con un inicio de la temporada algo dubitativo. Cristiano marcará goles, y muchos probablemente. Si no es así el equipo no tiene nada que hacer, porque con las ventas del verano lo que se ha perdido es eso más que nada.

Le cambió la cara a Cristiano, jugador que no tarda nada en abrazar la ansiedad de la sequía. La mayor parte de delanteros del mundo conviven con las rachas negativas, saben que estar tres partidos sin marcar no es el fin del mundo. Pero eso no se lo vayan a contar al portugués, porque en ningún caso va a estar de acuerdo. Esa ambición, más amiga que enemiga, le lleva en ocasiones a ofuscarse un poco. Por eso este gol, salvador y que vale tres puntos, es un buen cimiento desde el que poder articular con más certeza la recuperación del astro.

El Real Madrid no está, al menos en Liga, en el nivel que quiere estar. Queda mucho por avanzar e incluso es posible que ya sea tarde. No es que falten muchas cosas en la plantilla, aunque no es una locura pensar que es peor que la que tuvo la pasada temporada. De momento, y hasta que se demuestre lo contrario, parece en periodo de prueba. Con altibajos, momentos buenos y malos, más cansancio del considerable y una alarmante falta de capacidad para resolver rápido los partidos. Claro que eso, si Cristiano vuelve a su ser, será probablemente lo primero en solventarse.

Ficha técnica

1 - Getafe: Guaita; Damián Suárez, Djené, Cala, Antunes; Arambarri (Bruno, min. 83) Markel Bergara; Álvaro (Portillo, min. 15), Fajr, Amath (Lacen, min. 67); y Jorge Molina.

2 - Real Madrid: Casilla; Achraf, Nacho, Ramos, Marcelo (Theo, min. 71); Lucas Vázquez (Isco, min. 71), Kroos, Diego Llorente, Asensio; Benzema (Mayoral, min. 80) y Cristiano.

Goles: 0-1, min. 39: Benzema; 1-1, mi. 56: Jorge Molina; 1-2, min. 85: Cristiano.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Arambarri (min. 33) por parte del Getafe y a Kroos (min. 48) y a Nacho (min. 58) por parte del Real Madrid.

Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante cerca de 16.000 espectadores. 

El Real Madrid se presentó en Getafe con una versión de sí mismo muy reconocible. Los de Zidane, en Liga, este año son así, un poco cansinos, con momentos lúcidos, sí, pero también fases del partido en el que pierden el control y la paciencia. El equipo que el año pasado se llevó el campeonato era muy fiable, controlaba los partidos y daba la sensación de que ocurriese lo que ocurriese terminaría llevándose el gato al agua. Esta temporada ya no tanto. Se llevó los tres puntos de Getafe, que llegan como agua de mayo para un equipo que no se puede permitir muchas más alegrías. No es que no mereciese ganar, en el cómputo general fue superior a su rival, pero la versión mostrada no es para hacer felices a sus aficionados.

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