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Dos mordiscos de Correa machacan a un irreconocible Rayo Vallecano (2-0)
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Primera victoria del campeón

Dos mordiscos de Correa machacan a un irreconocible Rayo Vallecano (2-0)

El argentino firma un doblete frente a la desesperación de Luis Suárez. Los de Simeone, serios y sólidos, inician el año con gran pie y se imponen en la vuelta de Falcao a su casa

Foto: El atacante rojiblanco firmó un recital ofensivo. (Reuters/Susana Vera)
El atacante rojiblanco firmó un recital ofensivo. (Reuters/Susana Vera)

Un Atlético a la vieja escuela tumbó al Rayo Vallecano, mermado por las bajas y superado por la solidez y propuesta rojiblanca. Los hombres de Diego Pablo Simeone recuperaron el 4-4-2 que tan buenos resultados dio en épocas anteriores y funcionaron como una máquina engrasada capaz de firmar 90 minutos sin sobresaltos en defensa y de dar alegrías en ataque. Con Yannick Carrasco en un estado de forma demoledor, Ángel Correa firmó un doblete sensacional y Geoffrey Kondogbia suplió a la perfección a Koke Resurreción en el centro del campo para que el Atlético dejase Rayo Vallecano sin sus principales certezas. El campeón de Liga quiere darle vida a la competición.

placeholder Correa estuvo letal. (Reuters/Susana Vera)
Correa estuvo letal. (Reuters/Susana Vera)

Por primera vez en la temporada, el cuadro de Andoni Iraola fue un equipo irreconocible. Fallón en su propio campo, algo que les costó tres sustos de muerte en el primer tiempo, y tímido en la mitad rival. Con algunos de sus principales pilares competitivos como Catena, Trejo, Dimitrievski y Álvaro García en el dique seco, los de la franja fueron un equipo a merced de un Atlético de Madrid dominador, convincente y muy serio. Ángel Correa, el más listo de la clase, fue el mejor atacante rojiblanco y coronó su partido con dos tantos sensacionales para sumar los primeros tres puntos del año.

Fallos absurdos en salida de pelota, desconcentración defensa y juego plomizo en ataque. Así se podría describir el partido del Rayo. Algo que Yannick Carrasco no estaba dispuesto a perdonar. En el primer acercamiento peligroso del encuentro, el belga tiró de fantasía para dejar con el molde a Fran García, pero la jugada no progresó. Poco después vino el doble fallo defensivo rayista. Primero, con un pase pésimo de Luca Zidane que Luis Suárez no logró controlar y luego, con otro robo de Carrasco que el uruguayo, ansioso y peleado con el gol, no pudo convertir.

Suárez estuvo muy ansioso

El Atlético crecía a medida que avanzaba el primer tiempo sin ser letal en ataque. De nuevo Suárez quiso aprovechar el error de Saveljich, que se durmió en defensa, para fallar en el mano a mano contra el portero visitante. Tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo. Rodrigo De Paul inició la jugada en la derecha, se sacó un pase perfecto para Carrasco en el pico del área, el belga tiró de taconazo por la línea de fondo y Ángel Correa, con un falto goleador poderoso, recogió el rechazo para batir a Luca Zidane.

placeholder El argentino añadió la pólvora que le faltaba al Atlético. (EFE/Kiko Huesca)
El argentino añadió la pólvora que le faltaba al Atlético. (EFE/Kiko Huesca)

Andoni Iraola se enfadó con los suyos, pero nada cambió tras el gol. Otro error del Rayo en defensa, otra ocasión de un Suárez desesperado y una ocasión de Lodi que sacó Luca Zidane bajo palos. Al descanso, la mejor noticia para los visitantes era el resultado contra un serio y sólido Atlético de Madrid con ocasiones de sobra para matar el duelo.

A la vuelta de vestuarios, Isi Palazón se quedó en el banquillo y Andrés Martín entró en su lugar. Los de Vallecas adelantaron su presión en busca de un gol que empatase el partido y los metiese de nuevo en la batalla por los tres puntos. Sin apenas tiempo para reaccionar, el Atlético trenzó una bella jugada para matar el encuentro. Thomas Lemar inició la mecha del gol, Lodi corrió la banda, detectó la entrada de Correa y el argentino, indetectable para los defensas rivales, empujó la pelota al fondo de la red.

placeholder Lodi firmó un gran partido. (Reuters/Susana Vera)
Lodi firmó un gran partido. (Reuters/Susana Vera)

Con un 2-0 arriba, el cuadro local pudo ampliar el marcador. Sin embargo, la definición de Lemar frente a Luca Zidane se fue acariciando la madera. Iraola quiso agitar a su equipo con la entrada de Bebé y Trejo por Unai López y Kevin Rodrigues y, aunque el Atlético dio un par de pasos hacia atrás, Carrasco estrelló la pelota en el larguero. Entonces, el Atlético volvió a coger el timón del partido. Simeone sacó a Luis Suárez, que se retiró llorando, para contar con Matheus Cunha. Los rojiblancos carburaban y el público apretaba, solo interrumpido por la entrada de Radamel Falcao, ovación mediante.

Los rojiblancos no pisaron el freno, sino el acelerador en los últimos minutos. A pesar de que Simeone tratase de calmar a los suyos y les dijera que tocasen y tocasen desde la banda, sus jugadores no dudaban a la hora de cargar el área y disparar a la más mínima ocasión. De Paul volvió a rozar el 3-0, aunque su latigazo se marchó fuera. Acto seguido, Luca Zidane abortaría el hat-trick de Ángel Correa y los colchoneros amarrarían los primeros tres puntos del 2022.

Un Atlético a la vieja escuela tumbó al Rayo Vallecano, mermado por las bajas y superado por la solidez y propuesta rojiblanca. Los hombres de Diego Pablo Simeone recuperaron el 4-4-2 que tan buenos resultados dio en épocas anteriores y funcionaron como una máquina engrasada capaz de firmar 90 minutos sin sobresaltos en defensa y de dar alegrías en ataque. Con Yannick Carrasco en un estado de forma demoledor, Ángel Correa firmó un doblete sensacional y Geoffrey Kondogbia suplió a la perfección a Koke Resurreción en el centro del campo para que el Atlético dejase Rayo Vallecano sin sus principales certezas. El campeón de Liga quiere darle vida a la competición.

Rayo Vallecano Diego Simeone