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El último fracaso de Bale y su adiós más triste: eligió enfermería antes que puerta grande
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UN PARTIDO CON SABOR A DESPEDIDA

El último fracaso de Bale y su adiós más triste: eligió enfermería antes que puerta grande

El jugador galés, autor de alguno de los goles más emblemáticos del Madrid en los últimos años, lo tenía todo para ser una leyenda del equipo blanco, pero decidió torcer su camino

Foto: Bale no entró en la convocatoria ante el Betis. (Reuters/Lee Smith)
Bale no entró en la convocatoria ante el Betis. (Reuters/Lee Smith)

El partido entre el Real Madrid y el Betis (0-0) tenía más interés por ver la reacción de la grada con varias leyendas del equipo blanco que por el resultado en sí mismo. Con nada en juego más que el orgullo, la afición que acudió al Santiago Bernabéu tenía claro a lo que iba: al homenaje de varios jugadores que marcaron una etapa del club y jugaban su último partido en casa. Era el caso de Marcelo, de Isco... y de Gareth Bale, que ni tan siquiera entró en la convocatoria de Carlo Ancelotti.

El Bernabéu rindió un cariñoso homenaje a Marcelo. El brasileño es historia viva del Real Madrid y, no en vano, es el jugador con más títulos en toda la historia de la entidad, con 24 -que puede ampliar si los blancos ganan la Champions-. Saltó al campo en los últimos minutos, Benzema le cedió el brazalete de capitán y todo el estadio le ovacionó al término del choque, en reconocimiento a su gran labor en un equipo, donde marcó una época en el fútbol mundial desde el lateral izquierdo.

Isco también sabía que estaba ante sus últimos minutos en casa y el público también se mostró cariñoso con él, aunque no tanto como con el brasileño. Pero del que no hubo ni una sola noticia fue de Bale. El delantero galés ni tan siquiera entró en la convocatoria y nadie se acordó de él en los actos de despedida de la temporada, mostrando la misma indiferencia que ha mostrado con la entidad. Era un jugador que pudo salir por la puerta grande... pero prefirió la enfermería.

Fichado en 2013 por algo más de 100 millones de euros, Bale llegaba al Madrid con la intención de imprimir velocidad al ataque y dotar al equipo de más gol, para convertir su delantera en una de las más famosas de todos los tiempos. Solo necesitó un puñado de minutos para marcar ante el Villarreal. Bale había caído de pie en el Madrid... Tiempos ahora ya muy lejanos: no en vano, este curso solo ha jugado 290 minutos (escasos 16' en el Bernabéu), repartidos en siete partidos.

Echando un vistazo a las estadísticas, el paso de Bale por el Madrid no ha sido nada malo: 106 goles y 64 asistencias en 258 partidos, con tantos que pasarán a la historia del club. Sin ir más lejos, aquel gol de cabeza en Lisboa que suponía el momentáneo 2 a 1 para los blancos; aquella chilena y posterior gol a Karius en la final ante el Liverpool; o la famosa carrera de Mestalla por fuera del campo para superar a Bartra y dar la Copa del Rey al Real Madrid.

Un jugador con ese historial debería ser una leyenda del equipo... pero Bale se dedicó a otros menesteres. Sus habituales lesiones, su predisposición a jugar con su selección por delante de su club, su pasión por el golf dejando de lado el balón y algún que otro malentendido con Zidane y Ancelotti empezaron a crispar a la afición con un jugador que no mostraba su ilusión por vestir la camiseta que llevaba... Hasta que todo explotó el 19 de noviembre de 2019.

placeholder La famosa bandera de la discordia. (Gales)
La famosa bandera de la discordia. (Gales)

Aquel día, Gales logró la clasificación a la Eurocopa, y Bale lo celebró con una polémica bandera: 'Gales, golf, Madrid, en ese orden'. Ese día, firmó su sentencia: perdió el sitio en el equipo, la afición le dio de lado y la que podía haber sido su leyenda como gran jugador madridista se truncó para siempre. Solo un curso después, salió cedido al Tottenham para, este año, jugar solo siete partidos en toda la temporada, jugando su último partido en el Bernabéu el 9 de abril ante el Getafe.

Sus decisiones deportivas y extradeportivas, las agresivas declaraciones de su agente contra la entidad blanca y su falta de implicación con el Madrid han generado un caldo de cultivo imposible de resolver. Nadie ha podido recuperar la mejor versión de aquel Bale que brilló en sus primeros años, que estuvo más pendiente de otros deportes y de su selección que de dignificar la camiseta del Madrid. Y la afición lo sabe: lo tenía todo para triunfar, pero Bale decidió no salir por la puerta grande.

El partido entre el Real Madrid y el Betis (0-0) tenía más interés por ver la reacción de la grada con varias leyendas del equipo blanco que por el resultado en sí mismo. Con nada en juego más que el orgullo, la afición que acudió al Santiago Bernabéu tenía claro a lo que iba: al homenaje de varios jugadores que marcaron una etapa del club y jugaban su último partido en casa. Era el caso de Marcelo, de Isco... y de Gareth Bale, que ni tan siquiera entró en la convocatoria de Carlo Ancelotti.

Real Madrid Gareth Bale
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