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Ni el clamoroso fallo arbitral impide que Alemania sea la gran favorita
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FRACASO INGLÉS EN EL MUNDIAL

Ni el clamoroso fallo arbitral impide que Alemania sea la gran favorita

Alemania ya es la gran favorita al título. Nadie lo puede poner en duda tras la exhibición hecha ante Inglaterra, pero la sombra de la sospecha

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Ni el clamoroso fallo arbitral impide que Alemania sea la gran favorita

Alemania ya es la gran favorita al título. Nadie lo puede poner en duda tras la exhibición hecha ante Inglaterra, pero la sombra de la sospecha acompañará a este partido durante muchos años. La culpa, el gol no concedido a favor de Inglaterra y que hubiera supuesto el empate a dos en el minuto 38 de la primera parte. Lampard estrelló un balón en el travesaño de la portería alemana y el bote posterior entró medio metro dentro de la portería de Never, pero ni el asistente ni el árbitro acertaron a no dar por válido el gol legal del centrocampista del Chelsea. ¿Habría cambiado el partido con el empate o Alemania habría arrasado tal y como estaba haciendo? Nunca se sabrá, pero lo que es cierto es que Alemania demostró ante Capello y los suyos que están por encima del resto en cuanto a velocidad, potencia y eficacia.
 
Desde el Mundial de 1938 (no le permitieron participar en 1950) Alemania no falla a su cita con los cuartos de final. No sé si es superioridad mental, física o futbolística, pero nunca fallan y siempre muestran su mejor cara cada cuatro años. Ante Inglaterra no se escondieron y desde el primer minuto salieron con la idea de ganarse el pase a cuartos por derecho y sin especulación alguna. Müller, özil y Podolski se comieron literalmente al centro del campo inglés. De Lampard no se supo hasta su disparo al larguero al más puro Michel en el Mundial de México, mientras que Gerrard y Milner decidieron dimitir durante la primera media hora de partido.
 
Las ocasiones se sucedían, Inglaterra parecía un pelele en manos teutonas. El balón vivía cerca del área de James y la aparición de los goles era cuestión de tiempo. Primero fue Klose, ya está a dos tantos de los quince de Ronaldo como máximo goleador de los Mundiales, y después Podolski los se encargaron de cerrar el partido ante la ausencia de respuesta inglesa. Alemania se relajó y el orgullo de Capello salió a relucir. Upson dio vida a su selección, pero el árbitro uruguayo Larrionda decidió terminar con la poca esperanza que Inglaterra tenía de seguir con vida en el Mundial.
 
La jugada en cuestión recordó al gol de Hurst,que dio a los ingleses la Copa del Mundo de la que eran anfitriones en 1966. Tras noventa minutos, la final entre Alemania e Inglaterra estaba empatada a dos. En el descuento, Geoffrey Hurst fue autor de uno de los goles más polémicos, ya que se demostró que el balón nunca entró, justo lo contrario de lo sucedido en el estadio Free State. Lo cierto es que los ingleses ya tienen excusa, pero ellos saben que Alemania fue superior desde el primer minuto de juego.

La segunda parte no hizo si no ratificar esa superioridad y en dos contragolpes, perfectamente ejecutados por Müller, Alemania certificó su pase entre los ocho mejores equipos del Mundial. Capello lo va a tener muy crudo a partir de ahora, porque la expectativas creadas no se ha correspondido con un juego mínimamente aceptable. Ni en la primera fase, ni en el partidos de octavos. Fracaso inglés.

Ficha técnica

4 - Alemania: Manuel Neuer; Philipp Lahm, Arne Friedrich, Per Mertesacker, Jerome Boateng; Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller (Piotr Trochowski, m.72); Mesut Ozil (Stefan Kiessling, m.83; Lukas Podolski, Miroslav Klose (Mario Gómez, m.72).

1 - Inglaterra: David James; Glenn Johnson, Matt Upson, John Terry, Ashley Cole; James Milner (Joe Cole, m.63), Steven Gerrard, Frank Lampard, Gareth Barry; Wayne Rooney y Jermain Defoe (Emile Heskey, m.72).

Goles: 1-0, m.20: Klose. 2-0, m.32: Podolski. 2-1, m.37: Upson. 3-1, m.67: Müller. 4-1, m.70: Müller.

Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Tarjetas amarillas a Friedrich, por Alemania, y a Johnson por Inglaterra.

Incidencias: partido de octavos de final disputado en el estadio Free State de Bloemfontain. Lleno. 40.911 espectadores.

Alemania ya es la gran favorita al título. Nadie lo puede poner en duda tras la exhibición hecha ante Inglaterra, pero la sombra de la sospecha acompañará a este partido durante muchos años. La culpa, el gol no concedido a favor de Inglaterra y que hubiera supuesto el empate a dos en el minuto 38 de la primera parte. Lampard estrelló un balón en el travesaño de la portería alemana y el bote posterior entró medio metro dentro de la portería de Never, pero ni el asistente ni el árbitro acertaron a no dar por válido el gol legal del centrocampista del Chelsea. ¿Habría cambiado el partido con el empate o Alemania habría arrasado tal y como estaba haciendo? Nunca se sabrá, pero lo que es cierto es que Alemania demostró ante Capello y los suyos que están por encima del resto en cuanto a velocidad, potencia y eficacia.
 
Desde el Mundial de 1938 (no le permitieron participar en 1950) Alemania no falla a su cita con los cuartos de final. No sé si es superioridad mental, física o futbolística, pero nunca fallan y siempre muestran su mejor cara cada cuatro años. Ante Inglaterra no se escondieron y desde el primer minuto salieron con la idea de ganarse el pase a cuartos por derecho y sin especulación alguna. Müller, özil y Podolski se comieron literalmente al centro del campo inglés. De Lampard no se supo hasta su disparo al larguero al más puro Michel en el Mundial de México, mientras que Gerrard y Milner decidieron dimitir durante la primera media hora de partido.
 
Las ocasiones se sucedían, Inglaterra parecía un pelele en manos teutonas. El balón vivía cerca del área de James y la aparición de los goles era cuestión de tiempo. Primero fue Klose, ya está a dos tantos de los quince de Ronaldo como máximo goleador de los Mundiales, y después Podolski los se encargaron de cerrar el partido ante la ausencia de respuesta inglesa. Alemania se relajó y el orgullo de Capello salió a relucir. Upson dio vida a su selección, pero el árbitro uruguayo Larrionda decidió terminar con la poca esperanza que Inglaterra tenía de seguir con vida en el Mundial.
 
La jugada en cuestión recordó al gol de Hurst,que dio a los ingleses la Copa del Mundo de la que eran anfitriones en 1966. Tras noventa minutos, la final entre Alemania e Inglaterra estaba empatada a dos. En el descuento, Geoffrey Hurst fue autor de uno de los goles más polémicos, ya que se demostró que el balón nunca entró, justo lo contrario de lo sucedido en el estadio Free State. Lo cierto es que los ingleses ya tienen excusa, pero ellos saben que Alemania fue superior desde el primer minuto de juego.

Organización Mundial del Comercio (OMC) Inglaterra