La Comisión de la LFP decide si el Murcia es de Segunda, pero el 'follón' continuará

Han pasado 18 días desde que la Liga de Fútbol Profesional aseguró que el Real Murcia no cumplía las condiciones económicas para jugar en Segunda División. Más de medio mes después, la solución no está ni siquiera cerca de ser atisbada. Este lunes, después del puente, la reunión de la Comisión Delegada de la LFP valorará la situación actual, tras la resolución del juez Sánchez Magro que obligaba a la inmediata inscripción del club grana en la segunda categoría del fútbol nacional. El nombre del Murcia, sin embargo, sigue sin aparecer en la lista de participantes y que sea inscrito en este día no significa, en absoluto, que vaya a comenzar la competición en esa división.

Después de esa primera reunión de la Comisión Delegada, se hará lo propio pero únicamente con los clubes de Segunda División, para informar de las decisiones y potenciales cambios acordados previamente, y se hablará entonces con la Real Federación Española de Fútbol en consecuencia. El clubconfía en que la RFEF ponga de su parte para haerles permanecer en Segunda. Reuniones y más reuniones hasta que Javier Tebas (que anunció el día que comunicó el descenso del Murcia, que acataría cualquier decisión judicial) diga lo que tenga que anunciar, ya sea positivo o negativo para los intereses granas.

La realidad es que quedan todavía once días, al menos, para que sepamos cómo acaba uno de los mayores desastres de la historia del balompié español. El 29 de agosto, es el último día de plazo para que el juez dicte sentencia. Por ahora, el juzgado de lo mercantil número 7 de Madrid da la razón al Real Murcia, y la afición grana lo agradece, como es lógico. Pero la LFP todavía mantiene la esperanza que el escrito de oposición al Auto acabe levantando la cautelarísima, convirtiéndola en cautelar, lo cual le permitiría recurrir la decisión de inscribir al Murcia.

La inquietud por todas las partes es latente. Por un lado, el Real Murcia se encontró, una vez comenzada y avanzada la preparación de la plantilla para una temporada en Segunda, con un descenso administrativo que, según trasladan miembros del club, no se esperaba al inicio de la pretemporada. Más de medio plantel era nuevo y la ilusión por repetir una temporada como la anterior era enorme. Por otro lado, la Liga. La patronal aprobó una norma sobre los ratios económicos el día 30 de junio y el aspecto retrospectivo de la misma condenaba al Murcia. En el intento de cumplir con sus propias normativas para un teórico control económico, se niega a dar un paso atrás que la retrataría ante el mundo y el resto de clubes.

Esas son las partes enfrentadas de forma directa y evidente, pero por detrás de todo este embrollo y con unos nombres que no salen tanto en la prensa, hay otras dos entidades que viven presas de los nervios propios de no conocer cuál será su futuro. El Mirandés se acoge y se acogerá a la legitimidad que le otorga haber sido inscrito en Segunda por el puesto que quedaba libre al descender al Real Murcia. Desde aquel 7 de agosto, el equipo de Miranda de Ebro ha contratado a varios jugadores para la temporada en la Liga Adelante. Y mientras, el Castilla vive en Segunda B por su descenso deportivo, pero la negativa de la Liga de formar una Liga con un número impar de equipos les da esperanzas de volver a 'ascender'.

Ahora las opciones que quedan son varias y muy diversas entre sí, sin que de ellas se desprenda que lo primordial sea el fútbol, claramente. El Real Murcia, si todo transcurre como se presupone, este lunes será inscrito en la Liga Adelante para que la LFP no caiga en desacato de una orden judicial, descendiendo de nuevo al Mirandés. Pero hasta que el balón no eche a rodar, nada asegura la continuidad del Murcia en la misma. Si su escrito de oposición saliese adelante y finalmente la LFP tuviera la razón, descendería una vez más al club pimentonero y ascendería otra vez al Mirandés, dejando la Liga en 22 equipos.

Pero también podría ser que Javier Tebas siguiera en sus trece y mantuviese al Mirandés, algo no descartable en absoluto. Los burgaleses recibieron el apoyo de la Comisión Delegada en su día y podrían recibirlo otra vez. En ese caso, el Real Murcia, como anunció con un comunicado, acudiría al Ministerio Fiscalpara pedir responsabilidades legales a la LFP por incurrir en desacato, lo cual ampliaría considerablemente el lío, aunque se podría empezar a jugar. Y como decíamos, la otra opción, la menos probable con diferencia, es que se ascienda al Castilla para que tanto Mirandés como Real Murcia vieran cumplidas sus reclamas y nadie pusiera peros.

Tampoco significaría eso que el caso se cerrase, puesto que la Liga seguirá tratando de expulsar al Murcia, y podría ser que los granas pidieran compensación por daños y perjuicios. No es descartable, por tanto, que este lunes el Real Murcia vuelva a ser oficialmente equipo de Segunda División B y claro está que una medida semejante traería consecuencias escandalosas para el equipo. El propio club asume que la marcha de jugadores y trabajadores seríaimportante. Muchos rechazaron ofertas para jugar en el Murcia y tienen buen cartel en Segunda.