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El Real Zaragoza se gana el derecho a soñar con un ascenso que alivie sus cuentas
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LOS INGRESOS SON MUCHO MAYORES EN PRIMERA

El Real Zaragoza se gana el derecho a soñar con un ascenso que alivie sus cuentas

La épica remontada ha dado derecho al Real Zaragoza para soñar con un ascenso a Primera que no sólo elevaría el nivel deportivo de La Romareda sino que también aliviaría las cuentas del club

Foto: José Manuel Fernández celebra la victoria de su equipo en Girona (Efe).
José Manuel Fernández celebra la victoria de su equipo en Girona (Efe).

Probablemente sólo el Real Zaragoza creyó en la remontada, pero lo hizo como nunca. Antes de escuchar el pitido inicial en Montilivi, las apuestas daban como favorito al Girona. No era un disparate: el conjunto catalán había pasado por encima de los maños en La Romareda con un contundente 0-3. El abultado marcador y la confianza que daba esa amplia renta se convirtió en un arma de doble filo para un Girona que perdió el control de la eliminatoria a medida que caían los goles aragoneses. La épica remontada ha dado derecho al Real Zaragoza para soñar con un ascenso a Primera que no sólo elevaría el nivel deportivo de La Romareda sino que también aliviaría las cuentas del club: en la máxima categoría del fútbol español no tendrían problemas para saldar su deuda, mientras que la división de plata tocaría hacer encaje de bolillos.

Zaragoza ha vivido tiempos mejores de la mano de sus jugadores. Lejos quedan las noches en las que se goleaba al Real Madrid o ponían en aprietos a todo un Barcelona. Para el recuerdo están las temporadas que acababan ofreciendo algún título a la Virgen del Pilar. Bajo la dirección de Agapito Iglesias, el Real Zaragoza se sumergió en mundo de tinieblas a nivel institucional, económico y deportivo: el dueño y presidente del club desapareció del palco, las deudas empezaron a ahogar poco a poco a un equipo que perdió la categoría y la sintonía con su afición. En las dos últimas temporadas, el conjunto maño ha formado parte de una Segunda División que podría abandonar si se lleva la eliminatoria ante Las Palmas. El conjunto canario se ha blindado de cara a la final que ambos conjuntos disputarán este miércoles y el próximo domingo.

Con el derecho a soñar más que ganado, el Real Zaragoza ve los dos próximos partidos como una llave de oro para volver a Primera… y como un soplo de aire fresco para sus cuentas. Hace diez meses la desaparición del equipo era un peligro real que podía llegar en días o semanas: el acuerdo con Hacienda para hacer frente a la deuda de 25 millones que acumulaba no llegaba, el calendario de pagos era una quimera y las cuentas estaban embargadas. El tiempo se ralentizó en La Romareda hasta que el pasado mes de enero el equipo recuperó sus constantes vitales: llegó un acuerdo que, a medio plazo, era viable pese a no satisfacer completamente a la directiva del conjunto aragonés.

El Real Zaragoza reconoció una deuda de 30,5 millones de los cuales 7,9 correspondían a deudas aplazadas no vencidas y 22,6 a deudas vencidas. Éstas se saldarían con un pago inicial de 3,9 millones y una serie de pagos anuales que varían en función de la categoría donde milite el club maño: en Segunda son de 2,3 millones mientras que en Primera subirían a 3,7. Con las cifras sobre la mesa, a priori se podría pensar que el Real Zaragoza respondería con más facilidad a estos pagos en la división de plata, pero no es así. El club aragonés aseguró que si ascendían serían capaces de devolver todo en cinco años pues los ingresos en Primera son mucho mayores que en Segunda, categoría donde tendrían que hacer encaje de bolillos porque el dinero que entra en las arcas zaragozanas no daría para todo.

Por ello, en La Romareda sobraban razones para creer en la remontada y para luchar por el ascenso con más ganas y más moral que nunca. La fe a la que se agarraron contra el Girona debe permanecer intacta. Palabras como gesta, hazaña, milagro o historia se repiten desde este domingo en un Real Zaragoza que, por primera vez en su historia, protagonizaba una remontada de este calibre fuera de La Romareda. Tras dos temporadas caminando con la cabeza agachada, los maños la han levantado demostrando que se trata de un equipo capaz de lo mejor y lo peor. Lo segundo, por desgracia, lo ha demostrado. Sólo queda dejar constancia de que también es capaz de lo primero. Montilivi es el ejemplo a seguir como en su día fue el Parque de los Príncipes (salvando las distancias). El Real Zaragoza se ha ganado el derecho a soñar sin miedo a volver a vivir otra pesadilla.

Probablemente sólo el Real Zaragoza creyó en la remontada, pero lo hizo como nunca. Antes de escuchar el pitido inicial en Montilivi, las apuestas daban como favorito al Girona. No era un disparate: el conjunto catalán había pasado por encima de los maños en La Romareda con un contundente 0-3. El abultado marcador y la confianza que daba esa amplia renta se convirtió en un arma de doble filo para un Girona que perdió el control de la eliminatoria a medida que caían los goles aragoneses. La épica remontada ha dado derecho al Real Zaragoza para soñar con un ascenso a Primera que no sólo elevaría el nivel deportivo de La Romareda sino que también aliviaría las cuentas del club: en la máxima categoría del fútbol español no tendrían problemas para saldar su deuda, mientras que la división de plata tocaría hacer encaje de bolillos.

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