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¡Por Severiano! Jon Rahm gana el Masters de Augusta para ser el rey de la tormenta
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Viste de verde tras un torneo espectacular

¡Por Severiano! Jon Rahm gana el Masters de Augusta para ser el rey de la tormenta

A pesar del temporal, con vientos que obligaron a suspender varias jornadas, el español se alza con el primer grande de la temporada con homenaje a su ídolo, Severiano Ballesteros

Foto: Rahm, eufórico tras la victoria. (Reuters/Mike Blake)
Rahm, eufórico tras la victoria. (Reuters/Mike Blake)

Jon Rahm conquista el primer mayor de la temporada, el Masters de Augusta, para coronarse como el rey de la tormenta de Georgia, en un torneo donde un temporal fue protagonista y obligó a posponer dos jornadas consecutivas. El español mantuvo un precioso duelo ante el estadounidense Brooks Koepka. El de Florida dominó los primeros días de la competición, pero en la última sesión, Rahm se pondría por delante a partir del hoyo 6 para no ceder ventaja en lo que restaba de día. Acabó con -12 por -8 de su perseguidor, aunque este último llegase a los últimos hoyos sin opciones y acabó por empatar con Mickelson. Una exhibición con guiño emotivo para un icono del deporte español, Severiano Ballesteros, ídolo de la infancia y referente absoluto del de Barrika.

Uno de los momentos más emocionantes de la tarde se vivió con el abrazo entre José María Olazábal y Rahm, donde el golfista de 28 años dejó una frase para el recuerdo: "Tenía que ser hoy, eh". No era baladí. "Olazábal me habló de Seve y si hubiera durado un poco más hubiéramos llorado los dos. El deseo es que sea el primero de unos cuantos más", confesaría, minutos después. A nadie se le escapa lo emotivo de la cita para el golf español. Para algunos es casualidad, para otros destino. En la edición en la que se cumplían 40 años del segundo Masters de Augusta de Severiano Ballesteros (ganó en 1980 y 1983), y el 9 de abril, en que habría cumplido 66 años, Rahm se coronó con su segundo grande desde aquel US Open de 2021.

Solo Seve, José María Olazábal (1994 y 1999) y Sergio García (2017) lo habían conseguido antes para España, el de Barrika suma el sexto Masters de Augusto nacional. Historia de nuestro deporte. "Me gusta pensar que está viéndome desde arriba y apoyándome", aseguró Rahm justo antes de enfrentarse a la última jornada del mayor. Dicho y hecho. Tras su victoria, Jon volvía a acordarse de su icono: "Seve es una de las razones por las que juego al golf. Él es historia de este deporte. Ganar en el 40 aniversario de su segunda victoria [en Augusta] y el día de su cumpleaños es muy especial".

Remontada tras un inicio frío

Rahm llegaba a Georgia señalado como uno de los grandes favoritos, pero si la tormenta fue protagonista durante el fin de semana por las difíciles condiciones meteorológicas para los golfistas y el público (a excepción del domingo), la primera tempestad llegó en forma de pájara para el español. Rahm comenzó con un doble bogey en la primera bandera del Masters. Era un momento complicado, de esos que pueden desestabilizarte hasta sacarte del torneo. El de Barrika sacó la calma que le caracteriza —y que tantas envidias genera en el circuito para ser un jovencísimo golfista de 28 años— para lograr entregar un resultado de -7 a pesar del doble error en el primer hoyo. Su mejor momento de siempre en Augusta. "Hay veces que hace que te relajes, que empiezas el día así y te dices, ya la has cagao, ahora toca remontar", explicaría ese mismo día el español. Y vaya que si cumplió. Remontada y aviso a navegantes: Rahm quería salir vestido de verde.

La jornada del viernes no pudo finalizar debido a la tormenta, que a punto estuvo de causar daños personales. Tres árboles situados en torno a los hoyos 15, 16 y 17 cayeron en la zona del público, que observaba el espectáculo del césped. Hubo momentos de tensión y caos, pero, por suerte, no hubo que lamentar heridos. El fuerte viento de Georgia provocó que un pino de grandes dimensiones se partiera, provocando a su vez la caída de otros dos árboles colindantes. Las imágenes eran impactantes. Apenas unos segundos y un metro separó la caída de unos de los árboles de una aficionada.

placeholder Brooks Koepka, en el torneo. (Reuters/Mike Segar)
Brooks Koepka, en el torneo. (Reuters/Mike Segar)

Jon Rahm, en aquel momento, vio interrumpida su caza al liderato de la competición. Iba segundo con un -9 en la general, a tres golpes del líder, el estadounidense Brooks Koepka, que dominó la situación hasta un zarpazo final del de Barrika en la segunda salida del domingo. El sábado no fue mucho respecto a las condiciones meteorológicas, incluso, con la seria posibilidad de que el Masters tuviera que terminar el domingo. Pero el buen tiempo que reinó en la tercera y última jornada permitió que terminase lo que restaba del sábado en sesión temprana de domingo, con Rahm recortando, golpe a golpe, a Koepka, en un duelo de estilo y de personalidad.

A pesar del morbo por este espectacular duelo por el verde, cuando ya todo se encaminaba a una titánica lucha entre dos, Rahm restó importancia a la competencia, asegurando que todo dependía de él. "Brooks ha jugado bien en otros grandes con diferentes elementos y sabes que no va a cometer muchos errores. Puede que le salgan porque nos van a salir bogeys a todos. Pero, de momento, mi estrategia es más concentrarme en mi juego que otra cosa", confesó con su tranquilidad habitual. Todo se decidía en un larguísimo domingo que acabó de la mejor manera para el español.

placeholder Rahm, en plena acción. (EFE/EPA/Erik S. Lesser)
Rahm, en plena acción. (EFE/EPA/Erik S. Lesser)

El golpe de efecto

Primero, Rahm se puso colíder, con Koepka sufriendo la presión. En el sexto hoyo de la tercera y última jornada, llegó el gran zarpazo del rey de la tormenta. -10 para ponerse por delante de su rival, -9. E incluso desperdició un claro birdie (para su nivel) que acabó en par. Lo consiguió dos hoyos después, aumentando su ventaja en dos golpes. Koepka se dejó otro por el camino, pero Rahm tuvo su primer bogey del día. Tocaba volver a tener la cabeza fría, la diferencia seguía siendo de dos golpes a su favor en el hoyo 9.

Llegaba el momento crucial. Los hoyos del 10 al 13. Esos que marcan el gran final. Ni siquiera el histórico Amen Corner pudo frenar a Rahm. Koepka sufrió de lo lindo para mantener la distancia, y cuando pudo celebrar su primer birdie de la jornada, el español hacía lo propio para evitar cualquier amago de remontada. Los últimos hoyos fueron, sencillamente, un disfrute para Jon y, sobre todo, para el aficionado. Parecía fácil, pero supo no arriesgar y mantener distancia con el norteamericano, a la vez que pudo acordarse de Seve, dedicarle su victoria y vestirse de verde para hacer historia en Augusta. El primer grande de la temporada tiene acento español.

Jon Rahm conquista el primer mayor de la temporada, el Masters de Augusta, para coronarse como el rey de la tormenta de Georgia, en un torneo donde un temporal fue protagonista y obligó a posponer dos jornadas consecutivas. El español mantuvo un precioso duelo ante el estadounidense Brooks Koepka. El de Florida dominó los primeros días de la competición, pero en la última sesión, Rahm se pondría por delante a partir del hoyo 6 para no ceder ventaja en lo que restaba de día. Acabó con -12 por -8 de su perseguidor, aunque este último llegase a los últimos hoyos sin opciones y acabó por empatar con Mickelson. Una exhibición con guiño emotivo para un icono del deporte español, Severiano Ballesteros, ídolo de la infancia y referente absoluto del de Barrika.

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