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Le operaron de un tumor en el cerebro y ahora vuelve al golf: "Estaba en la zona que controla el miedo"
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"PENSABA QUE ME IBA A MORIR"

Le operaron de un tumor en el cerebro y ahora vuelve al golf: "Estaba en la zona que controla el miedo"

Gary Woodland, golfista de 39 años, participa en el Sony Open de Hawaii tras haber vivido un calvario: "Creo que muchas cosas grandes están por venir"

Foto: Gary Woodland, en el Oak Hill Country Club de Rochester. (EFE/EPA/CJ Gunther)
Gary Woodland, en el Oak Hill Country Club de Rochester. (EFE/EPA/CJ Gunther)

Este jueves arranca el Sony Open de Hawaii, uno de los torneos del PGA Tour que forma parte de la FedEx Cup de golf, y el gran protagonista de la competición será Gary Woodland. El estadounidense, de 39 años y campeón del US Open en el año 2019, regresa después de haberse perdido varios meses de competición debido a un tumor cerebral. De hecho, hace apenas cuatro meses fue intervenido quirúrgicamente.

El golfista participará de nuevo en un torneo que será muy especial para él tras todo lo que ha pasado. Así lo confesó el propio Woodland antes de que se iniciara la competición, quien relató en la rueda de prensa precia a Hawái cómo supo que algo no iba bien: "No me sentía yo mismo. Tenía muchas convulsiones, especialmente en mitad de la noche. Temblores. Las manos me temblaban mucho. Tenía mucho miedo. Eso fue lo que más me asustó, porque soy una persona muy optimista, siempre pienso que van a pasar cosas buenas, pero tenía mucho miedo todos los días, sobre todo en torno a la muerte".

"Lo peor era el miedo alrededor de la muerte"

Gary Woodland dio detalles de cómo fueron los pasos hasta saber lo que padecía: "A medida que empeoraba, empecé a perder el apetito, escalofríos, no tenía energía. Empezó a ponerse tan mal que llamé a mi médico con el que he estado trece años y le pedí algo para calmarme. Me hicieron una resonancia esa noche. Parecía un tumor en mi cerebro. Empezaron a hacerme más pruebas. Las sacudidas y todo lo que experimentaba por la noche eran convulsiones parciales. La lesión en mi cerebro estaba en la zona que controla el miedo y la ansiedad. Me dijeron: 'No te estás volviendo loco. Todo lo que te está pasando es normal por el tumor'. Me dijeron que tenían que entrar en mi cerebro. Pensaban que la lesión estaba creciendo y cada vez ejercía más presión. Lo peor era el miedo alrededor de la muerte. Fueron cuatro meses y medio pensando cada día que me iba a morir".

"La cirugía y la eliminación fue el siguiente paso. No pudieron sacarlo todo, pero la buena noticia es que era benigno. Si hubiera sido cancerígeno lo habrían extirpado todo. No lo hicieron porque estaba en una zona delicada, apoyado sobre mi nervio óptico y relacionado con la movilidad de la parte izquierda de mi cuerpo. Si algo salía mal, podía perder la visión o quedarme paralítico de un lado. La primera sensación al despertar de la operación fue de alivio porque estaba vivo, veía bien y podía mover el lado izquierdo del cuerpo", contó el golfista estadounidense.

"Lo más duro fue ver el miedo en la cara de mi hijo de seis años. Yo trataba de tener siempre la cabeza cubierta, pero cuando veía las grapas y después la cicatriz se asustaba. Pensaba que me iba a morir", reconoció Woodland, quien señaló sus sensaciones jugando: "Realmente estaba jugando muy bien al golf y era el único momento del día en el que no pensaba en lo que estaba ocurriendo fuera del campo. Los resultados eran buenos, aunque me consumía toda la energía. Llegó un momento que tuve que dejar de competir, pero incluso en esas semanas antes de la operación, me iba cinco o seis horas a dar bolas porque me aliviaba, me hacía pensar en otra cosa".

Una vez que todo parece controlado, Woodlnad volverá a sentirse lleno de vida en Hawái: "Quiero ver cómo reacciona mi cerebro a una semana de concentración y presión. Es lo que más me preocupa. Hay muchas cosas buenas en la vida y mucha gente buena dispuesta a ayudarte cuando lo estás pasando mal. No hay que tener miedo ni reparo a pedir ayuda porque la gente es buena. No quiero que esto sea un bache en mi vida. Quiero que sea un salto en mi carrera. Estoy aquí porque creo que he nacido para esto, para jugar un gran golf. Quiero volver a hacerlo. Nada va a detenerme. Creo en eso. Creo que muchas cosas grandes están por venir", finalizó.

Este jueves arranca el Sony Open de Hawaii, uno de los torneos del PGA Tour que forma parte de la FedEx Cup de golf, y el gran protagonista de la competición será Gary Woodland. El estadounidense, de 39 años y campeón del US Open en el año 2019, regresa después de haberse perdido varios meses de competición debido a un tumor cerebral. De hecho, hace apenas cuatro meses fue intervenido quirúrgicamente.

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