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"Era lo mejor para mí". Maialen Chourraut, la estrella que renunció a ser abanderada española
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PREPARACIÓN A LOS JUEGOS OLÍMPICOS

"Era lo mejor para mí". Maialen Chourraut, la estrella que renunció a ser abanderada española

La guipuzcoana afronta con 41 años sus quintos Juegos Olímpicos con la misma ilusión de siempre. "El reto de estar ahí te hace esforzarte al máximo. Todo es un reto mayúsculo"

Foto: Maialen Chourraut, triple medallista olímpica. (EFE)
Maialen Chourraut, triple medallista olímpica. (EFE)

El río Oria, a lo largo de sus algo más de 80 kilómetros de longitud, atraviesa el corazón de Guipúzcoa. Antes de llegar a su desembocadura en Orio, se deja ver por la localidad de Lasarte, la misma donde hace 41 años nació Maialen Chourraut, la triple medallista olímpica de piragüismo en la modalidad de eslalon. No fue allí, sin embargo, donde la guipuzcoana descubrió su afición por la piragua y los remos. A menos de diez kilómetros de su pueblo está la playa de La Concha. El club Atlético San Sebastián le acogió con once años junto a un grupo de niños y niñas en la sección de piragüismo, y desde entonces su trayectoria deportiva no ha parado de crecer.

Todo son buenos recuerdos de aquella época con entrenadores "muy implicados" en la formación de un grupo de adolescentes a la hora de transmitirles unos valores que le han permitido asentarse en la elite mundial. "Aprendimos lo que es el compañerismo, la perseverancia, el esfuerzo y, sobre todo, a cuidarnos los unos de los otros", asegura. Chourraut explica que de aquella convivencia surgió un grupo "muy unido". Todos disfrutaban cada vez que montaban en una piragua para remar por el río Urumea, por el Bidasoa o por el Cantábrico. "Cada día teníamos un reto y algo nuevo que aprender", señala.

La concentración era una parte fundamental en el trabajo que realizaban a diario porque "eso nos permitió seguir avanzando y de esta manera fui conociendo poco a poco, y hasta el día de hoy, un deporte que me sigue apasionando". Prueba de lo bien que se hacen las cosas por aquellos lares es que el piragüismo olímpico tendrá cuatro representantes guipuzcoanos en París: Pau Etxaniz, la donostiarra Miren Lazkano, la pasaitarra Begoña Lazkano y la propia Maialen Chourraut. Mención aparte para Pau, el hijo de su entrenador y a la vez pareja Xabier Etxaniz. "Para mí es un orgullo que él vaya a París y que los tres podamos compartir la experiencia de lo que significa estar presentes en unos Juegos Olímpicos".

placeholder Maialen Chourraut celebra la plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Tokio. (EFE/Diego Azubel)
Maialen Chourraut celebra la plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Tokio. (EFE/Diego Azubel)

La alta representación del piragüismo guipuzcoano en la próxima cita olímpica resulta bastante sorprendente si se tiene en cuenta que se trata de la provincia más pequeña en extensión de España. Chourraut cree que la explicación más plausible es la gran tradición deportiva que hay en Guipúzcoa. Pero es que, además, añade que el éxito habría que buscarlo también en el trabajo constante de sus deportistas "a pesar de que no tenemos los mejores lugares para entrenar, y de que estamos obligados a veces a desplazarnos mucho".

Al final, todo compensa. "Tenemos que pensar siempre en que hacemos algo que nos apasiona, el resto es cuestión de centrarnos en sacar adelante un trabajo en el que todos estamos muy implicados". Y en ese trabajo tiene especial importancia el cuerpo técnico que les rodea y asesora. "La verdad es que tenemos entrenadores muy buenos que han trabajado muy duro durante muchos años y que gracias a ellos hemos ido creciendo poco a poco".

Cuando Maialen Chourraut habla de los largos desplazamientos que tienen que hacer para entrenar se refiere a los viajes que realiza "dos o tres veces por semana" hasta la localidad francesa de Pau, a unos 200 kilómetros de su casa. Total, cuatro horas de coche cada vez que acuden a unas instalaciones que cuentan con un canal que, además de tener aguas bravas, "nos resulta muy práctico porque le sacamos mucho provecho del entreno". A la pereza de coger el coche, se unen también las concentraciones que lleva a cabo en la localidad leridana de La Seo d´Urgell "que es donde he vivido muchos años y crecido como piragüista". De hecho, permaneció allí casi de forma ininterrumpida desde los 23 hasta los 37 años cuando regresó a Donosti para preparar un año antes los Juegos Olímpicos de Tokio. No fue el único motivo. "También porque la familia tira mucho".

Una madre todoterreno

La guipuzcoana tuvo cuenta en X (antiguo Twitter) y era bastante activa hasta que se dio de baja hace años. Se definía como "madre de Ane", su hija que ahora debe rondar los once años de edad. "Es que los hijos son una parte muy importante de nuestra vida y toda nuestra dedicación debe girar siempre alrededor de ellos". Ane es el denominador común en muchas de las entrevistas que ha realizado a lo largo de su carrera deportiva. En ellas, la ama (madre, en euskera), demuestra el sacrificio que ambas han tenido que realizar durante estos años por sus largas y constantes ausencias de casa.

Pero es que ya se sabe que ninguna medalla ni campeonato del mundo se gana sin esfuerzo. Por ejemplo, Maialen Chourraut llegó a confesar que en 2013 dejó aparcada la piragua solo dos días antes de dar a luz. También demostró en otra entrevista lo madraza que es cuando aseguró: "Mi hija hace un esfuerzo muy grande para que su madre pueda cumplir sus sueños". En esa misma cuenta de X también decía de sí misma que era amante de la buena mesa. "Por supuesto que me gusta comer bien", apostilla.

Come y cocina de todo, aunque se inclina por la comida tradicional. Si hay que celebrar algo se decanta por unas kokotxas de merluza, un rape en salsa verde, unas almejas o, ¿por qué, no?, un buen chuletón. Eso no quiere decir que no sea estricta a la hora de vigilar su alimentación a diario. "Es que es muy importante hacerlo seas deportista o no si quieres tener una vida saludable, y eso no tiene por qué ser aburrido". Las semanas previas a la competición no varía sus hábitos de alimentación porque es una mujer muy constante durante el resto de año y es consciente de que debe vigilar su peso, "aunque es verdad que cuando está tan cerca una gran cita como la de París hay que estar en el mejor estado de forma posible, y a veces tengo que cuidar un poquito más todo lo que como".

Sus quintos Juegos Olímpicos

La guipuzcoana está a punto de afrontar sus quintos Juegos Olímpicos. Lo hace con impaciencia y bastantes nervios, y eso que hasta ahora no le ha ido nada mal. Se estrenó en Pekín donde no subió al pódium, pero le sirvió como experiencia para tomar contacto con la élite del piragüismo. La recompensa le llegó cuatro años más tarde con el bronce de Londres y luego ya vino el oro de Rio de Janeiro (2016) y la plata de Tokio (2020).

El paso de los años y la experiencia adquirida no le sirven como bálsamo para mostrarse más tranquila de cara a citas tan trascendentales como unos Juegos Olímpicos. "Este tipo de competiciones se afrontan siempre de la misma manera y hay que aprender a aceptar los nervios como algo natural". De hecho, admite que le ha costado muchos años asimilar “que son mis amigos, y como tal tengo que aceptarlos como compañeros de equipo”. Es más, asegura que "siempre viajan en la maleta conmigo" y que como es una persona que se presiona mucha a sí misma "siempre los tengo ahí a flor de piel".

"Hacer una buena bajada es muy difícil, y eso hay que tenerlo claro"

La tensión del momento al oír el pistoletazo de salida y empezar a dar paladas hasta la meta sorteando todas las puertas del recorrido le afecta lo mismo que cuando era una principiante. "Cada una genera su propia tensión porque, al final, lo que una busca siempre es hacerlo bien y ofrecer lo mejor de mí misma; y aunque te coja en una etapa deportiva diferente de tu vida, el reto de estar ahí te hace esforzarte al máximo y te encuentras con que, de repente, todo se convierte en un reto mayúsculo", asevera. Esa tensión y esos nervios no le impiden visualizar mentalmente el recorrido antes de subirse a la piragua porque "es algo que hacemos en la cabeza miles de veces después de que nos lo hayan enseñado por primera vez". Lo peor de estar tan tensionada es que, a veces, cuesta parar y serenarse un poco. "También necesitas dormir y descansar aunque sea complicado que tu mente deje de pensar en el recorrido porque lo importante es ejecutarlo todo bien en el agua".

La difícil tarea de conseguir medalla

Durante la bajada no da tiempo a pensar en otras cosa que no sea en cómo va a afrontar la siguiente puerta. "Te pasan muchas cosas por la cabeza, aunque siempre intento tener muy presente saber lo que estoy haciendo en cada momento y despreocuparme del resto de las cosas", dice la piragüista de Lasarte. Lo que no le genera ningún tipo de tensión es la responsabilidad de conseguir una medalla en París, algo que muchos ya dan por hecho sin tener apenas conocimientos de piragüismo.

"No me molesta que se hablen de esas cosas, pero tampoco les hago mucho caso". Y es que ve como algo “normal” que se comente en la calle la posibilidad de repetir pódium. Eso sí, quiere explicar a la gente que conseguir otra vez una medalla es algo realmente complicado. "Hay que tener en cuenta de que vas a una cita tan importante como unos Juegos Olímpicos donde compiten las mejores y donde todas tenemos el mismo objetivo, por eso digo que no nos podemos centrar solo en sacar o no medalla sino en qué tenemos que hacer para remar como queremos hacerlo".

placeholder La medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Tokio de Maialen Chourraut en detalle. (EFE/Juan Herrero)
La medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Tokio de Maialen Chourraut en detalle. (EFE/Juan Herrero)

La sola mención a la palabra medalla parece chirriar a Chourraut. Ni siquiera para decir dónde las tiene guardadas en casa. "Lo único que te voy a decir es que no están visibles", asegura. Esa es la única frase que sale por su boca del tema medallas. Se abstrae con naturalidad, sin darle importancia. Lo que sí hace es insistir una y otra vez en la idea de sacar el máximo rendimiento de sí misma "y en hacer la mejor navegación posible".

No en vano, se trata de una prueba donde hay mucha igualdad entre todas las competidoras. "Hacer una buena bajada es muy difícil, y eso hay que tenerlo claro". De ahí que quiera centrarse durante la competición en lo que quiere hacer y el modo de conseguirlo "para sacar el formato de bajada que hemos entrenado durante estos meses el día que quiero".

Es tal su carácter competitivo y de exigencia que renunció motu proprio a ser la abanderada española en París cuando es un derecho que le correspondía por su curriculum olímpico. Le produjo "pena" tener que hacerlo, "pero no he querido pensar más en ello". Todas las decisiones que adopta la piragüista de Lasarte están tomadas a conciencia porque "lo hago pensando que es lo mejor para mí y para mi rendimiento".

Así que, una vez rechazada amablemente la propuesta, ya no le dio más vueltas al tema. Sabe que compite al día siguiente y que su presencia en la ceremonia inauguración era “incompatible” con el desempeño al día siguiente de su actividad deportiva. "Les envío muchísimo ánimo a Támara [Echegoyen] y a Marcus [Cooper] y deseo que ambos lo disfruten como la ocasión lo merece, pero lo que no puedo es estar lamentándome todos los días de la decisión que he tomado". Y es que Maialen Chourraut priorizó su deseo de competir sin caer en otras distracciones. "No ha sido nada sencillo llegar hasta aquí , y ahora tengo que sacar lo mejor de mí misma para llegar en la mejor forma".

El río Oria, a lo largo de sus algo más de 80 kilómetros de longitud, atraviesa el corazón de Guipúzcoa. Antes de llegar a su desembocadura en Orio, se deja ver por la localidad de Lasarte, la misma donde hace 41 años nació Maialen Chourraut, la triple medallista olímpica de piragüismo en la modalidad de eslalon. No fue allí, sin embargo, donde la guipuzcoana descubrió su afición por la piragua y los remos. A menos de diez kilómetros de su pueblo está la playa de La Concha. El club Atlético San Sebastián le acogió con once años junto a un grupo de niños y niñas en la sección de piragüismo, y desde entonces su trayectoria deportiva no ha parado de crecer.

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