España sufre ante una valiente Uzbekistán y gana en el debut de los Juegos Olímpicos (2-1)

En un Parc des Princes con una pobre entrada comenzó la andadura de España en los Juegos Olímpicos. Aunque la ceremonia inaugural sea el viernes, el fútbol masculino abrió la veda de dos semanas trepidantes donde el combinado olímpico español aspira a rozar su récord histórico de medallas en unos Juegos Olímpicos. Santi Denia no se guardó nada para el debut y puso su once de gala. Miranda y Eric García en defensa se impusieron a Miguel Gutiérrez y Jon Pacheco. Aimar Oroz y Abel Ruiz —el capitán—fueron titulares por delante de Diego López y Samu Omorodion.

El seleccionador no habló de presión en la previa, sino de la motivación que supone un reto como este. Más aún con la final perdida ante Brasil en Tokio en la memoria. Sin embargo, los primeros minutos fueron para el país asiático, con España presionando alto y esperando el error. Una vez que el combinado nacional recuperó el balón, empezó a mover a Uzbekistán y a ganar metros en campo rival.

Un despiste de Cubarsí provocó la primera amarilla del partido. El jugador más joven de todos los equipos de fútbol debutaba en unos Juegos Olímpicos como titular y se cargó con una cartulina demasiado pronto. Baena probó a Nematov con una falta lejana que paró el portero uzbeko sin mayor dificultad. Después, minutos de alternancia, con España intentando dar un paso adelante pero impreciso en la toma de decisiones en el área.

Los de Denia, en la primera que tuvieron, demostraron la calidad que atesoran. Sergio Gómez botó una falta lateral que cabeceó Abel Ruíz y Marc Pubill, aprovechando la indecisión defensiva de Uzbekistán, superó a su par para rematar a placer y adelantar a España. El conjunto asiático, lejos de amedrentarse, trató de responder. Un centro de Fayzullayev murió en el área al no encontrar rematador. Luego, Pubill frenó a Urunov, a centímetros de provocar un penalti. La falta, para fortuna de España, fue centrada, y Arnau Tenas la paró sin problemas.

En la última acción del primer tiempo, el árbitro acudió a la pantalla del VAR para revisar un posible penalti de Cubarsí. La jugada, que no parecía ni falta, fue suficiente para el colegiado, que señaló pena máxima. Shomurodov, delantero de la Roma, ajustó su disparo al palo izquierdo y Arnau Tenas, por poco, no logró pararla. Al descanso, España y Uzbekistán encararon el túnel de vestuarios con tablas en el marcador.

Sergio Gómez, verdugo y héroe

España, algo floja en el primer tiempo, debía dar un paso adelante. Denia introdujo a Pacheco por Cubarsí, lastrado por la amarilla y por la acción del penalti. El primer disparo de la segunda parte fue de Uzbekistán. Intentó dar un paso adelante España, con las líneas más juntas y pisando más campo rival. En el minuto 55 llegó la primera ocasión clara. Fermín no logró conectar en el área pequeña un centro de Miranda y Pubill, en el rechace, la mandó demasiado centrada.

En la siguiente ocasión, Aimar Oroz recortó en el área y el árbitro no dudó en señalar penalti. Sergio Gómez cogió el balón, disparó centrado y Nematov, con el pie, evitó el 2-1. El jugador de la Real Sociedad supo redimirse y tres minutos después, Miranda le cedió el balón y solo desde la frontal volvió a poner a España por delante.

La contundencia y agresividad que mostró Uzbekistán y le faltó a España en la primera parte fue completamente distinta en el segundo tiempo. Eso, sumado al cambio de bandas entre Aimar Oroz y Sergio Gómez, hizo que el combinado nacional mejorara con creces. Los asiáticos pisaban menos campo rival y no con tanto peligro.

A falta de 15 minutos para la finalización del encuentro, ambos entrenadores agitaron el banquillo. España buscaba sentenciar; Uzbekistán, el empate. Adrián Bernabé y Diego López entraron por Fermín López y Aimar Oroz, que no tuvieron su mejor partido. En el minuto 81, los asiáticos contaron con la acción de más peligro de todo el segundo tiempo. Allikulov botó una falta en la frontal del área, que se marchó por encima del travesaño.

España jugó con inteligencia los últimos minutos del partido. Buscó sentenciar, pero sin correr riesgos innecesarios que pudieran provocar una acción de peligro de Uzbekistán. El equipo de Timur Kapadzke lo intentó hasta la última jugada. La Rojita defendió a capa y espada su ventaja durante los ocho minutos de tiempo añadido y sumó su primera victoria en los Juegos Olímpicos.