Es noticia
"Que le jodan a los Juegos Olímpicos". La ceremonia inaugural de París a la que Macron nunca fue
  1. Deportes
  2. Juegos Olímpicos
Tensión por Israel y Palestina

"Que le jodan a los Juegos Olímpicos". La ceremonia inaugural de París a la que Macron nunca fue

Centenares de personas y más de 80 asociaciones se reunieron en la Plaza de la República para denunciar la "limpieza social" de las autoridades francesas durante los Juegos

Foto: La otra realidad que las autoridades francesas ignoran. (Albert Ortega)
La otra realidad que las autoridades francesas ignoran. (Albert Ortega)

"Que le jodan a los Juegos Olímpicos". Una pancarta enorme nos recibe nada más salir de la boca del metro en la Plaza de la República. No hay cantantes famosos como Aya Nakamura ni Céline Dion, no se otea la Torre Eiffel ni a los mejores deportistas del planeta. Tampoco se vislumbra a una pléyade de políticos franceses ansiosos por lograr la mejor ubicación y quedar inmortalizados por el objetivo de una cámara en la pregonada "ceremonia inaugural única y espectacular y en los Juegos Olímpicos más inclusivos", en palabras de Emmanuel Macron.

No. Aquí se reúnen centenares de trabajadores, activistas, inmigrantes sin papeles utilizados en la construcción de infraestructuras de los Juegos Olímpicos y otros ojos curiosos. Más de 80 asociaciones se arremolinan en torno al majestuoso monumento de piedra caliza y mármol. De golpe se despliega una pancarta con el logo de Le Revers de la Médaille para engalanar la manifestación donde se puede leer "los Juegos Olímpicos de la exclusión: 12.500 personas expulsadas".

Es el número de personas sin hogar que han sido barridas, desalojadas y desplazadas de París para presentar "una imagen de postal", en palabras de los organizadores. "Fuera la llama olímpica, fuera los Juegos Olímpicos", reza un rótulo. "La fiesta se ha acabado", "no queremos competiciones", "prisión a cielo abierto" lucen otros rótulos, carteles y camisetas.

placeholder Pancartas contra los Juegos Olímpicos y los nocivos efectos derivados de los mismos. (Albert Ortega)
Pancartas contra los Juegos Olímpicos y los nocivos efectos derivados de los mismos. (Albert Ortega)

Esta es la contraceremonia de los Juegos Olímpicos, donde los activistas ponen énfasis en los efectos negativos que tienen los Juegos Olímpicos en las grandes urbes que los acogen. La gentrificación, la militarización del espacio público, la falta de democracia en las decisiones y el monstruoso desperdicio de dinero público. "Los Juegos Olímpicos no son para los residentes, no son para los trabajadores, son para los promotores y los patrocinadores", explica Arthur, que no desea decir su apellido, con una camiseta que exclama "Fuck the Olympics".

Contra la limpieza social de París

Las reivindicaciones recorren el "impacto ecológico del evento", el "uso abusivo de voluntarios", las "amenazas al derecho a la huelga" y el "traslado forzado de las personas que viven en la calle". Este punto, el de la "limpieza social de las calles de París" es especialmente criticado, ya que ha expulsado a inmigrantes sin papeles, vagabundos y personas sin techo, entre ellos muchos menores, lejos de los puntos turísticos de la capital.

Los asistentes encendieron bengalas para protestar durante el acto. (Albert Ortega)

Los distintos portavoces toman la palabra y disparan a quemarropa con su propio lema. "Sin papeles no hay Juegos Olímpicos", dicen los miembros del colectivo de indocumentados de París. "Airbnb, patrocinador de los Juegos (…) lárgate", brama Jean-Baptiste Eyraud, miembro fundador del DAL (Derecho a la Vivienda). Solamente unas horas antes de la concentración, un campamento de unas 300 personas, entre ellos una treintena de niños, fue acogido después de pasar dos noches en la calle frente al ayuntamiento del distrito 18.

Enfrentamientos... por la presencia de Israel en los Juegos

La prefectura de París prometió alojamiento en Isla de Francia, aunque sin garantías en cuanto a la duración del alojamiento. En la plaza de la República se instaló otro campamento, el del DAL y sus lonas amarillas. "La semana pasada, la prefectura tuvo el detalle de liberar 170 plazas de acogida… ¡Guau, bien hecho!", afirma un sarcástico Paul Alauzy (Médecins du Monde), portavoz de Le Revers de la Médaille. "No habrá ningún legado social de los Juegos. Si yo fuera el organizador, me daría vergüenza reclamar uno", sentencia.

Pañuelos tricolores, banderas de Palestina, camisetas de fútbol de países árabes y carteles describiendo la matanza en Gaza empiezan a desfilar por toda la plaza. Los gritos de "Israel, genocida", "Macron cómplice de los asesinos de Israel" y "Palestina libre" brotan entre la multitud. Al otro lado de la carretera, un grupo más pequeño del colectivo Nous Vivrons se manifiestan a su vez contra los cánticos en favor de Palestina.

placeholder Una mujer ondea la bandera de Palestina en la manifestación. (Albert Ortega)
Una mujer ondea la bandera de Palestina en la manifestación. (Albert Ortega)

Al otro lado de la plaza, un grupo de tamaño similar sostenía carteles que contaban "las Olimpiadas del antisemitismo: abramos bien los ojos" y "sois antisionistas y antisemitas". La tensión crece por momentos, pero la policía trenza un cordón de seguridad hasta que los ánimos se enfrían. No es el primer choque generado por la presencia de Israel en estos Juegos Olímpicos, ya que hubo pequeñas escaramuzas durante el encuentro de fútbol Mali-Israel de la fase de grupos de los Juegos Olímpicos.

"Aceptar a los deportistas israelitas es creer que el deporte está despolitizado. En realidad, eso es como escupir a todas las víctimas del genocidio que están cometiendo los israelitas. Los deportistas rusos y bielorrusos compiten bajo una bandera neutral, es lo mínimo que podrían hacer ellos", argumenta una activista del colectivo Saccage. Macron pidió una "tregua política" durante los Juegos Olímpicos para unir el país a través del deporte en medio de un clima de polarización. "No va a suceder", afirman los asistentes.

"Que le jodan a los Juegos Olímpicos". Una pancarta enorme nos recibe nada más salir de la boca del metro en la Plaza de la República. No hay cantantes famosos como Aya Nakamura ni Céline Dion, no se otea la Torre Eiffel ni a los mejores deportistas del planeta. Tampoco se vislumbra a una pléyade de políticos franceses ansiosos por lograr la mejor ubicación y quedar inmortalizados por el objetivo de una cámara en la pregonada "ceremonia inaugural única y espectacular y en los Juegos Olímpicos más inclusivos", en palabras de Emmanuel Macron.

Juegos Olímpicos París Noticias de Francia
El redactor recomienda