Empujones, colas y gritos: crónica de un caos en el Nadal-Djokovic en Roland Garros

Era Roland Garros, plenos Juegos Olímpicos, pero la organización del partido entre Rafa Nadal y Novak Djokovic (1-6 y 4-6) fue de verbena de pueblo. Ya lo denunció Javier Mascherano tras el escándalo del Argentina-Marruecos: "Fue un escándalo. No es un torneo de barrio, son los Juegos Olímpicos". La prensa sufrió el caos en el que se convirtió el duelo entre estas dos leyendas del tenis.

La primera sorpresa llegó en el acceso a la pista. A pesar de que faltaban más de dos horas para que empezara el partido de Nadal, las colas eran muy largas, con al menos el triple de gente que en su primer partido. Aunque había numeroso personal, apenas se avanzaba y la espera era extensa. La gente se agolpaba deseando acceder a la pista.

Faltaba más de media hora para el inicio del partido cuando colapsaron las tribunas de prensa. Dar un paseo en dirección al baño indicaba que ya no podían acceder más compañeros, que buscaban su espacio en escaleras o en otros lugares. Algunos lo vieron, como pudieron, desde el espacio habilitado para los bomberos.

"Tendrías que haber venido antes", decían los trabajadores a los enviados especiales desplazados. Las quejas se sucedían con respuestas comprensibles en un evento de semejante foco mediático: "Si sabíais que iba a venir tanta prensa, ¿por qué no habéis habilitado más espacio? No tiene ningún tipo de sentido".

Repleta la sala de prensa

La sala de prensa estuvo completamente abarrotada durante el encuentro, con contados sitios libres. Había más de una decena de televisores y las mesas más cercanas se encontraban sin espacio desde hacía más de dos horas. Verlo por la pantalla fue el consuelo de muchos de los periodistas desplazados hasta Roland Garros.

El caos continuó a la conclusión del encuentro. La prensa se desplazó a la zona mixta, en la que hubo empujones y gritos por la escasa organización. La mayoría de los presentes no pudo acceder al interior y se marcharon enfadados. Apenas accedieron las televisiones con derechos e incluso se quedaron fuera las radios.

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La sonrisa de Alcaraz

El resultado fue una cobertura desde la zona de prensa de las declaraciones de los protagonistas, enormemente demandados en esta jornada. Al menos vieron a Alcaraz de cerca, que pasó por la zona de los periodistas con una sonrisa y con su raqueta preparada, acompañado de su equipo, para el último entrenamiento previo a su partido.