La imagen más dura de los Juegos son los gritos desgarradores de la judoka Uta Abe

En el deporte se pierde más que se gana y los mejores, las estrellas, los favoritos, lo asimilan peor. Es muy difícil digerir la derrota, con la frustración y el impacto que produce haber fallado a las expectativas. De cómo se asimila la derrota, sin dolor y con normalidad, puede dar lecciones Rafa Nadal. No se altera. Rafa es la calma cuando hace gestas y cuando se cae. Pero no todos los deportistas son Rafa. Ni los que tienen un alto nivel en sus respectivas disciplinas son capaces y están preparados para la cara dura del deporte.

Esto tiene que ver con las imágenes desgarradoras, de desolación y abatimiento de la judoka japonesa Uta Abe tras ser eliminada por la uzbeka Diyor Keldiyorova. Una escena impactante por todo lo que significa la reacción ante la derrota de la nipona. Rota con su entrenador consolándole y el público, impresionado, tratando de animarla con aplausos, puesto en pie, en las gradas del Champ de Mars Arena.

La campeona olímpica en los Juegos de Tokio se derrumba en el tatami al verse sorprendida por el ippon de la uzbeka. A falta de 58 segundos para el final, se produce la inesperada derrota. En menos de un minuto, se viene abajo el trabajo de años, de entrenamientos, de horas y horas de perfeccionamiento, de las esperanzas y las expectativas de la nipona.

Aparece la destrucción tras el gesto deportivo con la rival. Baja del tatami, ahí está su entrenador. Se lanza a sus brazos, hundida y con gritos de horror que se pueden escuchar en todo el pabellón. Es la imagen de una estrella que lo ha perdido todo y necesita soltar la rabia que lleva dentro. De rodillas, junto a su entrenador, la sensación es de profunda tristeza. Es la imagen de lo difícil y el daño que produce una derrota. Más si eres la favorita.

A la nipona, la mejor judoka en la categoría de menos 52 kg. se le viene el mundo encima. Se lleva las manos a la cabeza y rompe a llorar y a gritar. Ha perdido contra una judoca de nivel. La uzbeka, después, acabará consiguiendo el oro. Pero la nipona ha fallado y la exigencia, más la presión, tiene como consecuencias que se derrumbe delante de todos los aficionados. Se mezcla todo. La decepción, la presión, el sentimiento de fracaso. La ilusión perdida de no conseguir un oro para su país.

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Los gritos desgarradores de Uta Abe son una de las imágenes más llamativas de este inicio de los Juegos en París. Como la reacción de Sara Sorribes, antes las cámaras de TVE, en el momento de la entrevista. La tenista castellonense ha perdido en el cuadro individual y se derrumba en el momento de comparecer ante el periodista.

La derrota duele a todos y a las estrellas las deja hundidas. ¿Cómo lo hará Rafa Nadal para no exteriorizar su frustración y su dolor? Hasta Cristiano Ronaldo se ha derrumbado con el fallo. Al portugués le vimos llorar desconsoladamente en la Eurocopa tras no acertar en el lanzamiento de un penalti que le paró el portero esloveno Jan Oblak. En los Juegos hay que estar atentos a las medallas, pero más a los que no las consiguen y se van con la decepción de la derrota.