Santi Aldama resucita a España ante la Grecia de Antetokounmpo (84-77) y se aferra a los JJOO

España mejoró sustancialmente su imagen en la segunda jornada de la fase de grupos y venció a Grecia (84-77) para seguir muy viva en una competición que, en lo que va de siglo, se le ha dado de maravilla, con buena cosecha de preseas de plata y bronce. Fue un gran partido colectivo de los de Scariolo, donde destacaron Sergi Llull y Santi Aldama. El canario fue, como ante Australia, el mejor, anotando 19 puntos y capturando once rebotes.

Nick Calathes empezó el encuentro con un triple que fue respondido al instante por Santi Aldama. Este inicio tan vibrante como espídico era una muestra de lo que se venía: un partido de alta tensión, con dos selecciones que se jugaban su sino en París 2024 tras ser vencidas ambas en la primera jornada del torneo. Se separaron los helenos en el marcador pasados los primeros minutos, gracias al poderío e intimidación del mejor jugador sobre el feo parqué de Lille, Giannis Antetokounmpo, con algún mate de póster incluido.

Como ante la selección aussie, España empezó timorata, con la sensación de tener que quitarse el pesado sayo para empezar a construir desde abajo y ser tan competitiva como acostumbra. En esta operación resultó vital Sergi Llull, que salió del banco pasado el ecuador del primer cuatro, y anotó ocho puntos decisivos, con impresionante mandarina incluida en la cara de Antetokounmpo. El primer parcial concluyó con mínima ventaja griega, un punto arriba, fruto, sobre todo, del gran hacer de la estrella de Milwaukee Bucks, que terminó estos primeros diez minutos con 9 puntos y tres rebotes.

España se hizo con el mando

Empezó el segundo cuarto con el tercer triple de Llull tras asistencia de su compañero en el Real Madrid, el hombre récord, Rudy Fernández. Así llegó a los once puntos, y fue la primera ocasión que España se puso por delante. Fue un excepcional cuarto de los de Scariolo, comandados por un fantástico Llull y con grandes aportaciones de Aldama, que se fue al descanso con doce puntos, y con el sorprendente Jaime Pradilla, que llegó a los siete. El del Valencia Basket, campeón de Europa en Alemania 2022, fue el único jugador sin minutos contra Australia, y debutó en unos Juegos Olímpicos de forma excepcional. La diferencia para los españoles subió hasta los catorce puntos, gracias al enorme acierto desde la línea de triple –con once logrados en diecisiete intentos–, marchándose al descanso 49-35.

No le quedaba otra a los griegos, tras el paso por los vestuarios, que lanzarse a degüello a por el partido, ante la necesidad imperiosa de vencer si no querían tener pie y medio en Atenas. La presumible reacción fue contenida en los primeros minutos del tercer cuarto por los de Scariolo, pero el martilleo de Antetokounmpo y dos buenos triples de Walkup y Papanikolaou redujeron la diferencia a ocho puntos. Esta se mantuvo con ligeras oscilaciones que bajaban y subían de los diez puntos, y al final del penúltimo parcial se llegó con un triplazo de Toliopoulos (62-56). Llegaban unos últimos diez minutos de infarto.

España aguantó y se llevó el partido

El equipo entrenado por Spanoulis se puso a tan solo tres puntos gracias a un 2+1 de Antetokounmpo, el máximo anotador del partido con 27 puntos. Fue Rudy, con dos triples impresionantes, el que cortó la sangría y trajo algo de tranquilidad a los suyos. Qué importante continúa siendo el seis veces olímpico para España. Poco después, el balear se tuvo que retirar aturdido a los vestuarios, tras un choque desafortunado con su compañero Juancho Hernangómez.

Tras remar durante un cuarto y medio, los helenos consiguieron empatar el encuentro cuando restaban menos de cinco minutos de encuentro, con una bestialidad de mate del marciano Antetokounmpo. Si bien, la templanza y experiencia españolas hicieron acto de presencia, y varias acciones consecutivas de dos puntos de Aldama, Lorenzo Brown, Llull y, de nuevo Aldama, respectivamente, volvieron a establecer la diferencia en ocho puntos con tan solo dos minutos por jugar.

Spanoulis decretó tiempo muerto, pero su equipo fue incapaz de remontar –con un triple decisivo errado por el pívot de los Bucks incluido– y los de Scariolo se llevaron el gato al agua. Fue un triunfo trabajado, de muchos quilates, con un marcador final de 84-77. En tres días, espera Canadá, la selección que apeó a España del Mundial de la canícula pasada, y una de las favoritas para subir al podio, en otro encuentro decisivo.