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Lorenzo y Rossi también compiten por ser el rey de las peleas con otros pilotos
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LOS ROCES ENTRE PILOTOS HAN AUMENTADO EN LA ÚLTIMA DÉCADA

Lorenzo y Rossi también compiten por ser el rey de las peleas con otros pilotos

Muchos los definen como uno de los principales ingredientes de la esencia del motociclismo. Es cierto que con ellos crece la emoción y la intensidad y

Foto: Lorenzo y Rossi también compiten por ser el rey de las peleas con otros pilotos
Lorenzo y Rossi también compiten por ser el rey de las peleas con otros pilotos

Muchos los definen como uno de los principales ingredientes de la esencia del motociclismo. Es cierto que con ellos crece la emoción y la intensidad y que cuando se producen en una carrera, ésta es recordada para siempre por los aficionados a las dos ruedas. Los piques sobre la pista hacen que salten chispas y en la última década Rossi y Lorenzo parecen que mantienen un mano a mano para hacerse con el papel de antagonista en la parrilla.

La rivalidad entre el italiano y el mallorquín va más allá de cuántos títulos posee cada uno y de quién será el mejor piloto de la historia con permiso de los veteranos. En esta pintoresca batalla, el piloto de Ducati aún está por delante pero el que fuera su compañero en el box de Yamaha aprende rápido. Y, por supuesto, no faltan las peleas de tú a tú entre los dos más “malos” del paddock. No se puede predecir el devenir de una carrera pero tal y como está el ambiente de este Mundial, este fin de semana en Sachsenring (Alemania) hay bastantes posibilidades de ver batallas a toda velocidad sobre el trazado germano.

En 2001 el carácter italiano se hizo más que evidente gracias a los roces entre Max Biaggi y Valentino Rossi. En la primera carrera de la temporada, el GP de Japón, ambos ya se declararon la guerra mutua y en la cita de Montmeló llegaron a las manos antes de subir al podio en una carrera en la que apenas tuvieron contacto. ‘Il Dottore’ acababa de empezar a escribir su particular lista de pilotos con los que la rivalidad es extrema. La siguiente víctima fue Sete Gibernau en 2005. Al piloto catalán no sólo le ganó la batalla física en la pista, también la psicológica. En Assen (Holanda) se dieron un aviso y en el siguiente gran premio, el de Jerez, Gibernau se encontró con Rossi en una última vuelta letal para el español ya que un toque del italiano le mandó fuera del trazado.

 

Jorge Lorenzo ha librado sus particulares batallas y casi siempre con sus propios compatriotas. Durante el GP de Portugal de 2007, el mallorquín afirmó que cuanto pilotaba junto a Barberá pasaba miedo. Por si esto fuera poco le propinó una patada a Simoncelli que le costó una sanción económica. La relación con Álvaro Bautista se terminó en la carrera de Mugello (Italia). Cuando luchaban por la victoria, se tocaron y Lorenzo se fue al suelo. Pero la rivalidad por excelencia fue la mantenida con Dani Pedrosa. A día de hoy parece que la relación ha vuelto a la normalidad pero en el pasado la enemistad fue tal que incluso las familias de ambos pilotos se vieron involucradas.

El piloto de Honda tampoco ha sido impune a los altercados. En 2006, Hayden acabó la carrera de Estoril en el suelo por culpa de Pedrosa. Y es que en el box de Honda también tienen experiencia. El mismo día que Simoncelli producía la caída de Pedrosa en la que el catalán acabó con la clavícula derecha rota, Stoner y De Puniet tuvieron un enfrentamiento en la vuelta de calentamiento que acabó con un puñetazo del australiano al francés en su camino a los boxes. Stoner fue multado con 5.000 euros. Simoncelli ha sido el último en subirse al carro de los piques. Tras la pelea con Pedrosa, llegó Lorenzo en Alemania y le tiró en la primera curva de la carrera. El italiano y su pilotaje darán que hablar esta temporada.

La emoción de las broncas en el transcurso de una carrera empezó a tomar protagonismo y a dejar momentos históricos en los años noventa cuando Doohan y Crivillé peleaban en cada cita como si fuese la última del Mundial. Pero en los últimos diez años, la rivalidad ha ido creciendo y ha salpicado a casi todos los campeones mundiales. Probablemente vaya inscrito en los genes de los pilotos ganadores el atacar dentro y fuera de la pista como un acto reflejo: el reto del resto de la parrilla es batirles a ellos con la ley del todo vale.

Muchos los definen como uno de los principales ingredientes de la esencia del motociclismo. Es cierto que con ellos crece la emoción y la intensidad y que cuando se producen en una carrera, ésta es recordada para siempre por los aficionados a las dos ruedas. Los piques sobre la pista hacen que salten chispas y en la última década Rossi y Lorenzo parecen que mantienen un mano a mano para hacerse con el papel de antagonista en la parrilla.

Jorge Lorenzo Valentino Rossi