MotoGP se pone patas arriba en ausencia de Marc Márquez

El Gran Premio de la República Checa de 2020 ha sido una de esas carreras que te hacen mantenerte en vilo de principio a fin, siempre esperando al siguiente giro de los acontecimientos. Absolutamente nadie podía esperar semejante desenlace: la victoria del sudafricano Brad Binder, un debutante, con la KTM. Y además con todos los pilotos en pista, salvo el inevitable ausente, Marc Márquez.

Sin Márquez en pista, el recurso común de todos es decir que el campeonato está ahora más abierto, pero lo de Brno ya se sale de todos los registros. ¿Quién iba a pensar que las motos satélite (Zarco, Quartararo, Morbidelli) pudieran copar la primera línea de parrilla? ¿Quién podía imaginar que una KTM fuera a ganar la carrera en seco, y encima gracias al novato Binder, que solo lleva tres carreras en MotoGP? ¿Alguien había llegado a pensar que no hubiera una sola Honda, Yamaha, Suzuki o Ducati de fábrica en el podio, o peleando por la victoria? Si a alguien se le hubiera ocurrido hacer este pronóstico, nadie lo habría tomado en serio.

Pero ha sucedido. Lo de Binder se veía venir. Su calidad es indudable, y en las dos carreras de Jerez ya rodaba en tiempo delanteros, aunque claro, de ahí a ganar y con Fabio Quartararo y las Yamaha de por medio… La victoria estaba carísima. Pero la determinación de este sudafricano no conoce barreras. Es lo que sucede con los que abandonan su vida acomodada para asumir desafíos. Con el apoyo de su familia, él y su hermano menor Darren abandonaran su casa en Carletonville para instalarse en Moraira (Alicante). Eso fue hace diez años. Y como ha reconocido hoy, con esta victoria había soñado siempre.

¿Qué ha pasado en Brno?

¿Y qué ha sucedido en la pista checa para que la carrera de MotoGP haya tenido semejante desenlace? La victoria de Binder, acompañado en el podio por Morbidelli y Zarco tiene su explicación, al igual que los problemas de Quartararo o el hundimiento de Maverick Viñales y las Ducati oficiales de Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci.

No tenemos que perder de vista las lamentables condiciones del asfalto de Brno, con un paupérrimo agarre, que obligaba a ser muy cauto. Pero el asfalto está igual para todos, ¿verdad? Sí, pero es en estas condiciones tan peculiares en las que el agarre es tan precario, cuando los pilotos con mayor talento para pilotar en mojado han aprovechado la oportunidad para destacar, porque saben manejarse especialmente bien en esta situación. Y tanto Binder como Morbidelli y Zarco son pilotos que tradicionalmente se han defendido bien en mojado, cuando el agarre es reducido.

Hay otra circunstancia que merece la pena tener en consideración. Los tres proceden de una valiosa escuela como es Moto2, y tienen reciente la experiencia en esta categoría donde los pilotos están acostumbrados a buscar agarre en condiciones complicadas, especialmente con los antiguos motores Honda CBR600RR -ahora corren con los Triumph Street Triple RS 765, que son más potentes- y sin ayudas electrónicas. Esa combinación de factores les concede una sensibilidad particular.

Yamaha domina pero…

Quartararo, Viñales y Morbidelli, los tres pilotos de Yamaha, se han colocado al frente de la clasificación del Mundial de MotoGP. Y Rossi no anda lejos: es séptimo a solo cuatro puntos de su pupilo Morbidelli. Pero se van de Brno con sensación agridulce. Yamaha sigue pendiente de que los otros cinco miembros de la asociación de fabricantes (Honda, Ducati, Suzuki, KTM y Aprilia) den su visto bueno para que puedan abrir sus motores y sustituyan las piezas defectuosas que provocaron las averías de tres de sus propulsores en las dos carreras de Jerez, provocando que sus pilotos, salvo Rossi, hayan utilizado ya todos los motores disponibles para el campeonato.

Tiene que ser una decisión unánime de los fabricantes, de lo contrario no se podrá cambiar nada. Pero para conseguir su aprobación, Yamaha ha de presentar pruebas fehacientes de que se trata de una pieza defectuosa o un fallo de un proveedor, y eso no resulta sencillo de explicar porque en realidad supone mostrar tus entresijos a la competencia. Se espera una decisión muy pronto.

Mientras tanto, en Yamaha, salvo Morbidelli, hoy no han sido capaces de adentrarse con acierto en el territorio desconocido de Brno. Porque en la pista checa han tenido que enfrentarse a tres compuestos completamente nuevos, que unidos a la nueva carcasa del neumático para esta temporada ha hecho que no todos hayan sido capaces de salir airosos de la situación. Rossi fue de menos a más, montando el mismo compuesto que Binder (medio), pero a Quartararo no le funcionó, mientras que Viñales, con el compuesto blando, acabó completamente hundido en la clasificación. Y qué decir de las Ducati, o de las Honda.

Hoy hay que destacar también el sufrido trabajo de Alex Rins. Su hombro sigue bastante tocado. Lo ha cuidado al máximo y ha tenido como premio un cuarto puesto valiosísimo, en pugna con Zarco por el tercer peldaño del podio.

Quartararo ya siente la responsabilidad de ser líder. Es el peso de la púrpura. Hoy tenía claro desde la primera vuelta que el rendimiento del neumático trasero no iba a ser bueno, pero ha sabido conformarse y llevar la moto hasta el garaje, lo que le permite llevar su liderato hasta los 17 puntos de ventaja. La gente mirará de reojo a la puerta del paddock, por si ve llegar a Marc Márquez el próximo fin de semana en Austria. Algunos se apuntan al milagro, pero no nos engañemos, este campeonato ya no es de Márquez aunque aquí ni Quartararo ni Viñales han sido capaces de darle la puntilla subiendo al podio. Pero que no se confíen los de Yamaha, que de repente han aparecido rivales inesperados.