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Marc Márquez tendrá que esperar meses hasta saber si tiene que volver a operarse
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Continúan los problemas

Marc Márquez tendrá que esperar meses hasta saber si tiene que volver a operarse

Su entorno teme una cuarta operación si no supera el proceso infeccioso del hueso dañado. Seis veces campeón de MotoGP, Marc solo disputó una carrera en la pasada temporada

Foto: Marc Márquez, en una imagen de archivo. (Reuters)
Marc Márquez, en una imagen de archivo. (Reuters)

Es imposible prever un plazo para la vuelta de Marc Márquez a los circuitos. Por encima del proceso de recuperación y rehabilitación que precisa tras la delicada tercera operación a la que se sometió la semana pasada, está la incertidumbre de saber si resultará efectivo el tratamiento antibiótico que se le ha aplicado para combatir la infección que sufre en su húmero derecho. No se trata de un proceso inmediato, sino que llevará tiempo comprobar que la fractura se consolida y el callo avanza.

placeholder Márquez, en acción con su Honda. (EFE)
Márquez, en acción con su Honda. (EFE)

Es una cuestión tan delicada que lo mejor era ponerse en manos de un especialista que nos pudiera aportar certidumbre en un terreno complicado, cuando ya empieza a haber mucha especulación y muchas afirmaciones excesivas. Puestos al habla con el doctor Ángel Villamor, reputado traumatólogo de la Clínica iQtra, de reconocido prestigio y amplísima experiencia, él nos ha explicado los plazos que puede llevar un proceso de este tipo.

El tratamiento antibiótico requiere tiempo para comprobar su efectividad, asegura Villamor. “Habría que esperar de tres a cuatro meses para ver si avanza el callo”, explica el doctor, por lo que, en caso de que dicho tratamiento no surtiera efecto y Márquez se viera abocado a una cuarta intervención, esta se llevaría a cabo más adelante, precisamente cuando ya estaría avanzada la pretemporada y los pilotos a punto de abordar la primera carrera del Mundial 2021, el Gran Premio de Qatar, programado para el próximo 28 de marzo.

“Quizás con una estrategia médica más agresiva, realizando cultivos con mayor frecuencia, cada mes, se puede comprobar la evolución de la infección, si esta remite o no. La gran diferencia con otros procesos es que el hueso tiene tan poco riego sanguíneo que esa poca capacidad reparativa se refleja en una reducida expresividad clínica. Puede ser que el hueso esté combatiendo esa infección y que tarde en dar la cara. Es un proceso largo porque con esa poca capacidad defensiva del hueso se refleja en poca expresividad clínica para poder valorarla y abordarla”, explica Villamor.

El doctor insiste en que la particularidad del hueso, por su escasa irrigación sanguínea, es una complicación añadida para que el equipo médico pueda obtener información precisa de su evolución. Hay diferentes pruebas diagnósticas que se pueden llevar a cabo, pero no siempre resultan concluyentes por las características señaladas.

Lo que es evidente es que resulta imposible definir el origen de la infección, si no se han realizado cultivos previos a esta tercera intervención que ayudaran a determinar un momento concreto de su aparición. “Es indudable que la segunda intervención es consecuencia del fallo mecánico de las placas insertadas, pero es probable que el retraso en la cicatrización posterior sí se deba a la infección”, asegura el doctor Villamor.

Fijación externa

Si desgraciadamente la infección no remite y el proceso de cicatrización se mantiene estancado, entonces llegará el momento de realizar una cuarta intervención, en la que se le aplicaría una fijación externa. “Lo primero es retirar el material que ha estabilizado la fractura, porque puede que el propio material se haya convertido en foco de acantonamiento de los gérmenes”, aclara Villamor. Es decir, que quizás sin una placa se combata con mayor eficacia una infección ósea.

La fijación externa no tiene por qué implicar un proceso de recuperación mucho más prolongado, según Villamor: “Con la fijación externa no tiene por qué ser más largo. Muchas veces no lo empleamos porque resulta mucho más incómodo para el paciente. Al insertar una placa se está haciendo lo mismo que con un fijador externo, pero la placa te permite seguir montando en moto si es necesario, mientras que con un fijador externo esto es imposible”.

Foto: Joan Mir celebra su campeonato del mundo de MotoGP. (Reuters)

Villamor también asegura que el fijador externo tampoco es un impedimento para llevar a cabo un proceso de rehabilitación: “El fijador externo no limita la rehabilitación. Lo que sí es importante es no hacer pesas con bíceps ni tríceps, puesto que, como hemos visto, por efecto mecánico, el estrés progresivo ha terminado rompiendo la placa por fatiga de material. Pasaría lo mismo si con el fijador externo empezara a hacer flexiones”, asegura.

No cabe duda de que este es el punto más delicado en torno a la lesión de Marc Márquez. Villamor se pregunta cómo está funcionando ahora mismo la cabeza de Márquez tras todo lo ocurrido y hace una reflexión sobre lo complicado que puede llegar a ser la intervención médica en determinadas situaciones. “Nadie puede indicarte cómo actuar; a un paciente de a pie puedes darle tiempo, pero un deportista puede que no tenga ese tiempo… Creo que en estos momentos hay que poner la mente en el ser humano”, concluye Villamor.

Efectivamente, quizás sea el momento de pensar en el ser humano y no en el campeón. Ante la perspectiva real de que se pueda llegar a realizar una cuarta intervención a Márquez, lo esencial es poner el foco en la persona y dejar a un lado las cuestiones deportivas. Si Márquez tiene que operarse por cuarta vez, lo mejor sería dar por perdida la temporada 2021 y centrarse en su total rehabilitación, una rehabilitación que ha de ser completa, física y psíquica. Si alguien se cree que una vivencia tan dura como esta no pasa factura en la mente de una persona, por mucho que seas un deportista de élite, curtido en el dolor, es que no entiende de seres humanos.

placeholder FILE PHOTO: MotoGP - Spanish Grand Prix - Circuito de Jerez, Jerez, Spain - July 17, 2020   Repsol Honda's Marc Marquez during practice    REUTERS Marcelo Del Pozo File Photo
FILE PHOTO: MotoGP - Spanish Grand Prix - Circuito de Jerez, Jerez, Spain - July 17, 2020 Repsol Honda's Marc Marquez during practice REUTERS Marcelo Del Pozo File Photo

Las palabras “negligencia médica” empiezan a escucharse con mayor sonoridad en determinados medios porque existe la necesidad de tener una explicación sobre todo cuanto sucede. Negligencia médica es un término muy grande, hiriente e injusto. El mutismo de los últimos meses dio pie a especulaciones. Lo fácil es buscar un culpable, cargar sobre alguien la responsabilidad de lo sucedido. Evidentemente, si se escribe negligencia médica es porque esas palabras han salido de boca de alguien autorizado a pronunciarlas. Pero no nos equivoquemos señalando un único culpable. Hay una cadena de errores, de todos: de la ambición del piloto, del miedo a decirle no de su entorno, de los hábitos heredados por los médicos, atónitos ante milagrosas recuperaciones, de la prensa que arenga el ardor guerrero, del temor al dinero perdido por la ausencia de la estrella, de la afición que añora al ídolo… Pero así es el mundo de las carreras.

Es imposible prever un plazo para la vuelta de Marc Márquez a los circuitos. Por encima del proceso de recuperación y rehabilitación que precisa tras la delicada tercera operación a la que se sometió la semana pasada, está la incertidumbre de saber si resultará efectivo el tratamiento antibiótico que se le ha aplicado para combatir la infección que sufre en su húmero derecho. No se trata de un proceso inmediato, sino que llevará tiempo comprobar que la fractura se consolida y el callo avanza.

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