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El sigiloso trabajo de Maverick Viñales empieza a dar sus frutos
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Losail abrió el curso de MotoGP

El sigiloso trabajo de Maverick Viñales empieza a dar sus frutos

Las Ducati asustaban por su velocidad y su potencial, pero Yamaha y el piloto español, sin hacer mucho ruido, han sorprendido a todos

Foto: El catalán Maverick Viñales celebra su victoria en la carrera de MotoGP del Gran Premio de Qatar. (EFE)
El catalán Maverick Viñales celebra su victoria en la carrera de MotoGP del Gran Premio de Qatar. (EFE)

Algo ha cambiado en Yamaha y algo ha cambiado también en Maverick Viñales. El piloto de Roses ha conseguido una victoria importante en Losail, reeditando el éxito logrado hace cuatro años y regresando así al liderato del Mundial, como aquel día de estreno con Yamaha. Después de aquel arrollador inicio en 2017, Viñales ha pasado cuatro años duros, complicados, llenos de contradicciones en determinados momentos. Pero el Maverick Viñales de hoy se asemeja bastante al piloto que deslumbró en el invierno de 2016 a 2017, y en el arranque de aquel Mundial.

placeholder Maverick Viñales celebra en el podio su victoria con el italiano Francesco 'Pecco' Bagnaia. (Reuters)
Maverick Viñales celebra en el podio su victoria con el italiano Francesco 'Pecco' Bagnaia. (Reuters)

No es casual el triunfo de Viñales, una victoria que empezó a labrarse hace unas semanas en las pruebas de pretemporada realizadas en la pista qatarí, donde Viñales no fue el más destacado ni el que más despertó la atención en esos entrenamientos. Tampoco lo buscaba. Con una determinación absoluta, desde esas pruebas del 6 y 7 de marzo, el trabajo de Viñales ha sido diferente, buscando ritmo, pensando en la carrera y no en la tabla de tiempos. Eso mismo se ha visto a lo largo del fin de semana.

Se lo ha labrado en la sombra

Durante las sesiones de entrenamientos Viñales no ha buscado un registro que le aupara a lo alto de la tabla. Fue sexto tras las tres primeras sesiones, asegurándose con holgura el paso a la clasificatoria. Y en la cuarta sesión, donde los pilotos trabajan con configuración de carrera, haciendo tandas largas, fue el mejor. Y se hizo con un hueco en primera línea en la sesión clasificatoria. Todo en orden. Y en carrera ha sabido concederse tiempo y mantener la confianza a pesar del aterrador inicio de las Ducati, que dan miedo en la arrancada por su demostración de fuerza: las cuatro motos de fábrica se pusieron en cabeza.

Foto: Viñales y Bagnaia disputan una curva durante la carrera. (Efe)

Yamaha, como Suzuki, tiene la desventaja de que no dispone de un doble dispositivo de salida, como Ducati, Honda, KTM y Aprilia, que actúa sobre los dos trenes. En Suzuki solo funciona en el tren delantero, y en Yamaha en el trasero. Así ha perdido tres posiciones en la salida, pero después supo plantearse bien la carrera, marcar su ritmo, conservar los neumáticos y progresar, porque la carrera de Qatar iba a tener dos condicionantes claro: uno el consumo, porque este es uno de los circuitos donde más gasolina se gasta, y además el viento ha elevado el gasto, así que rodando delante como hizo Bagnaia, no tardaron en aparecer los problemas. Asimismo, el viento ha llevado arena a la pista, y el desgaste de los neumáticos ha sido mayor, porque actuó de lija sobre las gomas. Viñales y Yamaha han gestionado mejor la situación.

Esa combinación de factores no favoreció a las Ducati. Pecco Bagnaia castigó excesivamente el neumático trasero con el fuerte ritmo impuesto al inicio, y eso le pasó factura, dejando bastante tocada la goma hasta el punto de que tuvo que bajar el ritmo, siendo atrapado por Viñales y los demás, hasta descender a la cuarta plaza. Pero una cosa buena que tienen los Michelin es que si les das un respiro, se recuperan. Por eso al final Bagnaia pudo atacar de nuevo sacando partido a su motor para alcanzar el podio.

Sorpresas y decepciones

Johann Zarco ha terminado siendo el mejor piloto de Ducati, confirmando su potencial, ya que disfruta del mismo material que los pilotos de fábrica. Pero como Bagnaia, sus neumáticos terminaron castigados, aunque tuvo la fortuna de aprovecharse del único error de Joan Mir. El campeón del mundo volvió a pagar los platos rotos de la mala clasificación (10º), y se mantuvo ahí atrás durante las primeras vueltas. Le costó mucho progresar, pero al igual que el año pasado, las segundas partes de las carreras son el punto fuerte de la Suzuki. Su compañero Alex Rins, quizás se precipitó atacando muy pronto, pero Mir progresó en el momento oportuno y se puso segundo a dos curvas del final. El problema fue que, teniendo dos Ducati a rueda quiso ganar unos metros para evitar que lo arrasaran en la recta, y falló entrando largo en la última curva y errando en la aceleración. Y las Ducati no fallaron. Pero el cuarto puesto del campeón del mundo fue brillante.

Foto: Joan Mir regresa a casa tras ser campeón del mundo en el 2020. (Efe)

Ducati ha dejado dos motos en el podio pero es inevitable hablar de decepción. Losail es un circuito completamente favorable para la marca italiana, como lo demuestran las victorias de Andrea Dovizioso en 2018 y 2019, fruto de una excelente gestión. Quizás a Bagnaia y a Zarco les haya faltado experiencia para gestionar la situación en Losail. También el concepto técnico por el que apuesta Ducati, con una inversión en aerodinámica excepcional, puede que no sea el camino que hace falta para ganar. Hemos visto como tanto la Yamaha como la Suzuki son capaces de aguantar su rueda de 2ª a 5 velocidad, y solo en 6ª es cuando la Ducati marca la diferencia, pero en la zona revirada no es una moto tan ágil como las japonesas. Solo se rueda a más de 350 km/h un par de segundos a lo largo de una vuelta. ¿Tiene sentido seguir apostando por esa concepción técnica? Es su seña de identidad.

Ha decepcionado Jack Miller, noveno, que fue de más a menos a lo largo del fin de semana, quizás afectado por las dos caídas sufridas durante los entrenamientos. Y otro tanto hay que decir de Honda. La octava posición de Pol Espargaró por detrás de la Aprilia de su hermano Aleix, dista mucho de ser el objetivo del gigante motociclista japonés. El menor de los Espargaró terminó a menos de seis segundos de Viñales, que es un tiempo de carrera excelente –ha sido la carrera más rápida desde 2016-, pero con seis pilotos entre ellos…Y un desastre para la marca con las caídas de Márquez y Nakagami.

placeholder Marc Márquez en una curva antes de lesionarse. (Reuters)
Marc Márquez en una curva antes de lesionarse. (Reuters)

Y qué decir de KTM. Cuando un fabricante deja de disfrutar de las concesiones, lo pasa mal. Ya lo vivió Suzuki en 2017, tras la ilusionante temporada anterior, y ahora el fabricante austriaco, que además consiguió que le autorizaran a realizar un diseño nuevo en su motor para adaptarlo a la nueva situación, no ha dado con la tecla. La temporada 2021 ha comenzado muy emocionante, muy competida, pero tras esta primera prueba da la sensación de que será algo diferente al Mundial que vivimos en 2020.

Algo ha cambiado en Yamaha y algo ha cambiado también en Maverick Viñales. El piloto de Roses ha conseguido una victoria importante en Losail, reeditando el éxito logrado hace cuatro años y regresando así al liderato del Mundial, como aquel día de estreno con Yamaha. Después de aquel arrollador inicio en 2017, Viñales ha pasado cuatro años duros, complicados, llenos de contradicciones en determinados momentos. Pero el Maverick Viñales de hoy se asemeja bastante al piloto que deslumbró en el invierno de 2016 a 2017, y en el arranque de aquel Mundial.

Maverick Viñales