Miki Oca trabaja en el 'traje de oro' para sus 'guerreras'

Tras la eclosión del waterpolo femenino en los pasados Juegos de Londres, con una medalla de plata en su primera participación en una cita olímpica, las ‘guerreras’ de Miki Oca se presentaban en el Mundial deBarcelona con la intención de reafirmar su nuevo estatus como potencia hegemónica. Existía por ello cierta presión en el grupo. No había sido fácil el camino hasta la plata olímpica Londres. Demasiados cambios en la dirección técnica.Hasta Miki Oca. Ha sido su llegada lo que ha supuesto el cambio de tendencia en un grupo que necesitaba a alguien que las agitara desde dentro. Integrante del gran combinado de waterpolo masculino que lograra la plata en losJuegos de Barcelona y el oro en Atlanta, aspira a saborear de nuevo el éxito en unas chicas en las que confía plenamente. “Son guerreras y lo han vuelto a demostrar”, afirmaba tras sellar el pase a la final

Pese al enorme éxito que supuso la presea de plata en Londres, existía cierto sabor amargo. Tras muchos años de trabajo en la sombra, no desaprovecharon el escenario de unos Juegos. Con una trayectoria impecable a lo largo de todo el torneo, la falta de experiencia del grupo (una media de tan sólo 21 años de edad), fue decisiva en la final ante las americanas, más acostumbradas a este tipo de citas. El destino quiso que ambos combinados volvieran a encontrarse un año después, esta vez por un puesto en las semifinalesdelMundial de Barcelona. No querían volver a llorar. Y no lo hicieron. Concentradas desde el calentamiento, conscientes de que cualquier error podía ser fatal, sabiéndose parte cada una de las jugadoras del plan trazado por su entrenador para lograr el éxito. Pasaron por encima de Estados Unidos, vengando la final olímpica en Londres, y se citaron con la historia ante Hungría.

En la pileta de Montjuic se citaron con la historia. Enfrente tenían a las húngaras, a las que ya habían derrotado en las semifinales de Londres 2012. Como luchadoras que son, aplicaron la máxima de todo guerrero: la gloria se consigue luchando. Pese a lo cuesta arriba que se puso el encuentro (fueron 9-12 abajo en la segunda parte), nunca perdieron la cara al partido. Rebosantes de una confianza brutal, infundida por su gran valedor, Miki Oca, sacaron la casta de otras ocasiones y dieron la vuelta para pelear por la gloria este viernes (22:15, La 1) ante Australia.

En este acto de fe que es la selección femenina de waterpolo es parte fundamental su seleccionador. Oca, sabedor de las claves para tocar el cielo, confió en un grupo de chicas a las que moldeó a su forma. Todo lo fio al grupo, epicentro de su estilo. Desde su llegada, implantó distintas terapias de grupo, tanto a lo largo de los campeonatos como en medio de la preparación. Buscaba que sus chicas se concienciaran de sus virtudes y defectos para ser lo más competitivas posibles. Con menos físico que las americanas o las rusas, sabía que el éxito debía sustentarse en el talento.

Apoyado en veteranas como la capitanaJennifer Pareja, el alma del grupo y una de las principales goleadoras del combinado, busca seguir completando el círculo mágico que lograra con sus compañeros en la década de los noventa. Como jugador, logró una plata olímpica (Barcelona 92), una plata mundialista (Roma 94) para terminar alcanzando el oro olímpico en Atlanta (1996). “Ahora sólo nos vale ser campeonas. No la podemos dejar escapar”, declaraba la capitana, una de las estrellas del equipo, tras pasar a la final. En otra noche histórica, las guerreras buscan morder como nunca. Y quieren que el último mordisco sea de oro ante los focos de todo el mundo.