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"Carlos, ¿qué tal va el coche?". Tenía que ser Sainz quien diera la victoria a Audi en el Dakar
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GANADOR CON CUATRO FABRICANTES DISTINTOS

"Carlos, ¿qué tal va el coche?". Tenía que ser Sainz quien diera la victoria a Audi en el Dakar

El piloto español ha vuelto a hacer historia y aumenta su leyenda como piloto, después de conseguir su cuarta victoria en el Dakar. Este año, además, lo ha hecho con una solvencia poco habitual en la despedida de Audi del mítico 'rally'

Foto: Carlos Sainz ha logrado un éxito histórico con Audi. (EFE/Carlos Rosique)
Carlos Sainz ha logrado un éxito histórico con Audi. (EFE/Carlos Rosique)

La victoria de Carlos Sainz y Lucas Cruz en el Dakar rompe un buen número de esquemas. Por ejemplo, que el español sea el único piloto capaz de ganar con cuatro fabricantes distintos. Es decir, ha triunfado con todos los programas oficiales con los que ha emprendido el Dakar.

Sainz y Cruz también han ganado con un vehículo propulsado por energía eléctrica en el Dakar. Un proyecto osado y muy complejo técnicamente. Con un plazo para ganar en tres años. Este era el último. Se logró in extremis, con el único coche superviviente de los tres que han afrontado el Dakar desde 2022.

Sin embargo, la pareja española añadía un plus: han contribuido a que Audi haya culminado con éxito todos sus programas deportivos desde la pasada década de los 80. No estaba tan claro antes de comenzar este Dakar. En Audi pueden respirar tranquilos.

Volkswagen, Peugeot, Mini y, ahora, Audi... han ganado con el piloto español. Dada su dimensión como piloto y su experiencia y capacidad técnica, Carlos Sainz era quien más garantías podía ofrecer para que el insólito RS Q e-tron subiera a lo más alto del podio en el Dakar. Así ha sido.

placeholder El de Sainz fue el único Audi intacto en el Dakar. (Europa Press)
El de Sainz fue el único Audi intacto en el Dakar. (Europa Press)

La pregunta de cada año

El RS Q e-tron es un punto y aparte en la historia deportiva y tecnológica de Audi, con proyectos deportivos que se diferenciaban por la incorporación de tecnologías innovadoras. Aunque ninguna como la de su máquina dakariana. Incluso antes de empezar la prueba, Nasser-Al Attiyah se permitía ironizar con que los coches alemanes "a los tres días ya se habrían ido a casa".

Quien les escribe estas líneas tiene ya larga experiencia en sondear a Carlos Sainz y sus opciones desde que empezó a competir en el Dakar. Antes de cada edición, la misma pregunta. "Carlos, ¿qué tal va el coche?". Con toda la intención, porque la respuesta normalmente anticipaba el resultado. Prudente por naturaleza ante la caprichosa aleatoriedad de una máquina de carreras, Sainz suele ser de pocas palabras en este aspecto. En ocasiones, no hacían falta, bastaba con solo mirarle a la cara.

Como antes de partir al Dakar aquel primer año con Peugeot. Con su gesto, el mal resultado se daba a ir descontado. Aquello fue un desastre y Sainz y Cruz terminaron dando vueltas de campana.

Pero si Carlos esbozaba una sonrisa ante la pregunta, buena señal. Cuando afrontaba su último año con Mini, de nuevo, la cuestión de rigor: "¿Qué tal el coche, Carlos?". Pocas veces se le había recordado la sonrisa. Logró la victoria.

"Muy bien…"

El Dakar 2023 supuso una gran decepción para Audi, porque se trataba del segundo año del proyecto. Solo quedaba 2024 para cumplir los objetivos y ganar con uno de sus proyectos más audaces. Mundial de Rally, 24 Horas de Le Mans, Formula E… Todos culminaron en triunfos para la marca alemana. Técnicos, pilotos y copilotos se volcaron en un intenso programa de trabajo en 2023, incluyendo viajes de test solo conocidos hace pocas fechas.

Llegó el momento de recoger los frutos de ese trabajo: el Rally de Marruecos, noviembre. Antes, la pregunta de rigor: "¿Qué tal el coche, Carlos?". Sorprendentemente, su cara también se iluminó, añadiendo un "muy bien". Sentía que tenía armas para ganar. Pues si Carlos Sainz lo dice, no seremos los demás quienes dudemos...

Sorprendía su respuesta tras las decepciones de los dos primeros años. No se trata de un coche convencional, sino el más complejo que quizás haya llegado nunca al mundo de la competición. Propulsor de combustión como generador, tres motores eléctricos, diferenciales virtuales, sistemas de frenado de ciencia ficción… Todo ello, con un complejísimo software que gestiona una increíble cantidad de sistemas.

placeholder Sainz y Cruz ganaron con Peugeot el último año del proyecto. (Cedida)
Sainz y Cruz ganaron con Peugeot el último año del proyecto. (Cedida)

Obsesivo con la puesta a punto de las suspensiones, el español y sus colegas se habían empleado a fondo durante todo el año para mejorar uno de los puntos débiles, entre otros, de la pasada edición. En definitiva, el pepino parecía fiable y se comportaba como quería su dueño.

Tenía que ser Carlos Sainz

El Rally de Marruecos fue un desastre. De modo que, antes de partir definitivamente al Dakar, la misma pregunta, aunque ahora bajo la decepcionante experiencia marroquí."¿Qué ha pasado? ¿Qué tal el coche?". El gesto fue totalmente distinto. Sainz había perdido la confianza. O, para ser más exactos, temía que en el RS Q e-tron afloraran nuevos problemas en Arabia Saudí, como sucedió en la prueba marroquí. Carlos parecía descolocado.

"Uno de los días que nos paramos en el Dakar fue porque el tubo de condensación se atascaba, el agua caía delante de la consola, se movía, se iba cerca de uno de los conectores de alto voltaje y el coche se paraba". Lo contaba para ilustrar la nimiedad y novedad de los problemas que podían surgir en el Audi. Por ello, antes de partir para Arabia Saudí Sainz puso las manos por delante en previsión de esperados disgustos ante la brutal complejidad del RS Q e-tron.

"Al final, son problemas que en otro coche convencional no tienes. Y, como este, muchos más. Hay muchas posibilidades de que ocurran cosas, porque es una obra de ingeniería brutal, pero tiene ese hándicap". En Marruecos surgieron nuevos problemas que se creían superados, como en las baterías.

¿Cómo se iba aguantar entonces dos semanas limpias de polvo y paja en el Dakar ? Además, piloto y copiloto te contaban que parte de los activos técnicos y humanos de Audi habían sido trasladados a la Fórmula 1 durante 2023. No habría más oportunidades.

Carlos Sainz no cometió ni un error en este Dakar. Lucas Cruz gestionó magistralmente su parcela, muy delicada este año. El de Sainz fue el único coche intacto entre los favorito. Al comenzar el Dakar, Al-Attiyah presumía de ser el único capaz de saber cuidar una máquina de carreras en el terreno más duro del mundo. Y que los Audi no iban a durar tres días. Hoy, Carlos Sainz ha ganado su cuarto Touareg, con cuatro coches distintos, el primero con propulsión eléctrica. Con 61 años. Tenía que ser Carlos Sainz.

La victoria de Carlos Sainz y Lucas Cruz en el Dakar rompe un buen número de esquemas. Por ejemplo, que el español sea el único piloto capaz de ganar con cuatro fabricantes distintos. Es decir, ha triunfado con todos los programas oficiales con los que ha emprendido el Dakar.

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